viernes, 26 de septiembre de 2025

Bocazas

En uno de los capítulos de The Pitt, mejor serie dramática en los recientes Premios Emmy, un joven ingresa en estado muy grave en Urgencias. A su lado están sus padres. El médico les explica las lesiones que sufre y cómo van a tratarlas, y a cada afirmación la mujer responde consultando en su móvil qué se dice sobre cada tratamiento. Cuando el doctor habla de realizar una punción lumbar (si hay alguna médico en la sala, que me corrija porque el argot que gastan no es para profanos en la materia) la madre clama al cielo y agota la paciencia del galeno, harto de que le ponga mil pegas. La escena es una buena muestra de los tiempos en los que vivimos, en los que hay gentes que dan más credibilidad a los que les diga San Google que a su médico de cabecera. Y luego están los bocazas, con Donald Trump al frente de todos ellos. Cuando más grande es el altavoz del que disponen, más grande es también la ocurrencia. Cual vendedor de crecepelo del Oeste, el otro día este negacionista de manual vinculó el consumo de paracetamol durante el embarazo con el desarrollo del trastorno del espectro autista. No hay una sola evidencia científica que demuestre semejante relación, pero qué más da. A Trump y compañía, que viven de los bulos y las fakes news, las verdades del barquero les sobran.

viernes, 19 de septiembre de 2025

Banalizar Sarajevo

Hace tres años, durante la celebración de un título del Real Madrid en la Cibeles se produjeron 51 heridos y hubo cuatro detenidos. Fue una historia repetida porque no hay festejo sin altercados, ya sea en la capital del Reino o en la Fuente de Canaletas de Barcelona. No recuerdo que Isabel Díaz Ayuso hiciera entonces una comparación tan vomitiva como la que expresó este pasado lunes tras los incidentes que provocaron la cancelación del final de la Vuelta. “Muchos turistas tuvieron que salir corriendo por las calles de Madrid, dando una imagen de un Sarajevo en guerra”, dijo con su habitual tono frívolo. De una dirigente de este pelaje se espera cualquier exabrupto, pero comparar lo que sucedió el domingo en Madrid con el asedio que sufrió Sarajevo es banalizar la violencia hasta límites nauseabundos. Durante cuatro años, la ciudad bosnia padeció un hostigamiento brutal por parte del ejército serbio. Murieron 12.000 personas, hubo 50.000 heridos y todavía recordamos con horror las imágenes de francotiradores serbios matando a civiles que cruzaban la calle. Decía el lunes en este periódico Pablo Oñate, catedrático de Ciencia Política de la Universitat de València, que la comunicación política se ha convertido en un espectáculo. Deplorable espectáculo, habría que añadir.

viernes, 12 de septiembre de 2025

Dopaje

Yeray Álvarez, central del Athletic, confesó el miércoles que su positivo por dopaje se debe a un “error humano”. A raíz del tumor testicular que sufrió en 2016, comenzó a tomar una pastilla contra la alopecia. El caso es que su pareja inició el mismo tratamiento en diciembre pasado. En mayo, el día de autos, Yeray fue a tomar su pastilla, pero al comprobar que se le habían acabado de los dos botes que solían tener, ingirió la de su mujer que, casualidad, contenía una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). La UEFA le ha impuesto un castigo de diez meses al considerar que es una “infracción no intencionada”. No hay motivos para no creer la versión de Yeray, aunque lo cierto es que abundan los casos de deportistas que han ofrecido explicaciones de lo más variopintas para explicar sus positivos. LaShawn Merritt, campeón olímpico en los 400 en Pekín, aseguró que había seguido un tratamiento para alargar su pene, lo que se confirmó y le valió para reducir la sanción a tres meses. Daniel Plaza, campeón de los 20 kilómetros marcha en Barcelona ’92, dio positivo por nandrolona, y argumentó que se debía a que le había practicado sexo oral a su pareja embarazada (fue absuelto por un defecto de forma). Pero la madre de todas las excusas la expuso a patinadora rusa Kamila Valieva, que achacó su positivo por trimetazidina a que había bebido del vaso de su abuelo, que contenía restos de su medicina para el corazón.

viernes, 5 de septiembre de 2025

Neutralidad política

En marzo de 2022, con los tanques de Putin entrando en Ucrania, la Unión Ciclista Internacional (UCI) prohibió competir a los seis equipos profesionales rusos y suprimió todas las pruebas previstas en el país. A los mandamases del ciclismo les faltó tiempo para “condenar enérgicamente la agresión” (así rezaba su comunicado) de Rusia a Ucrania. El Gazprom–RusVelo, un equipo que solo conocían los muy cafeteros del ciclismo, perdió su licencia UCI y al poco tiempo desapareció. Que la UCI, como si fuera el Gobierno de Suiza, apele ahora a la “neutralidad política” para lavarse las manos y no expulsar al Israel Premier-tech, es tan hipócrita como las actitudes que muestran todos los organismos deportivos mundiales desde que el Gobierno de Netanyahu decidió arrasar Gaza. El año pasado, cuando los muertos en la Franja ya se contaban por miles, ningún gobernante con mando en plaza abrió la boca para impedir la presencia de deportistas israelíes en los JJOO de París. Estos días Israel está disputando el Eurobasket, del mismo modo que el Maccabi de Tel Aviv es un fijo en la Euroliga y el CSKA de Moscú fue excluido hace tres años. Se aplica una doble vara de medir. Y pagan justos (los deportistas) por criminales (Netanyahu o Putin). 

lunes, 1 de septiembre de 2025

'Los ministros del caos'

El canal Arte emitió hace ya tiempo un reportaje, Los ministros del caos, que ofrece varias claves que explican la inexplicable masacre diaria que comete Israel en Palestina desde hace casi dos años. El título es lo único que cojea en el documental porque en estos tiempos vale para cualquier desaguisado que cometa el gabinete de cualquier gobierno. En el caso que nos ocupa, hace referencia a dos ministros israelíes que no aparecen en los titulares de las informaciones que recibimos pero cuyo papel en el genocidio es capital. Se trata de Bezalel Yoel Smotrich, ministro de Finanzas, e Itamar Ben-Gvir, ministro de Seguridad Nacional. Son extremistas religiosos, ultraderechistas, racistas, mesiánicos, criminales y supremacistas. No lo digo yo (que también), lo comenta en el documental Ehud Barak, ex primer ministro de Israel. Smotrich y Ben-Gvir que, cómo no, son unos populistas de libro, representan solo al 10% del electorado pero actúan como sostén de Netanyahu. Si caen ellos, cae Netanyahu. En su ideario, es primordial lo que denominan la reconquista de Gaza, que pasa por aniquilar al pueblo palestino. Su objetivo es crear la Gran Israel, es decir, anexionar todos los territorios limítrofes posibles (Jordania, Siria, Líbano...). Lo están haciendo a ojos de todo el mundo (y cada vez con menos testigos. Han asesinado a 245 periodistas) sin que ningún país ponga pie en pared y detenga esta atrocidad.