Si pensabas que en los dos años largos de pandemia lo habías visto todo, siempre llega la vida misma o un fenómeno de la naturaleza para recordarte que la realidad a veces supera a la ficción. Te levantas un sábado, consultas el móvil y un compañero de la redacción te ha escrito: “Egun on, Juanma. ¿Cómo estáis?”. Cuando estás a punto de responderle que “muy bien, con algo de resaca”, ves que tienes otros 50 mensajes en varios grupos de WhatsApp. Y compruebas, entre asombrado, nervioso y preocupado, que mientras dormías ha caído encima de tu cabeza el diluvio universal, la madre de todas las trombas de agua. 116 litros por metro cuadrado en cuestión de dos o tres horas. Así que tu primer impulso es asomarte al balcón, ver cómo baja la regata Zia y comprobar con cierto alivio que va con mucha fuerza y mucha agua, pero que sigue su curso. Las imágenes del desastre te recuerdan a las de 1983, cuando se desbordó la misma regata y destrozó y anegó todo lo que encontró a su paso. Como sucedió entonces, ahora también el pueblo se ha remangado y ha tirado de auzolan para ayudar a quienes han sufrido, muchos de ellos pequeños comerciantes castigados ya antes por la pandemia. En las desgracias, afortunadamente, sale a flote lo mejor del ser humano.
viernes, 26 de mayo de 2023
viernes, 19 de mayo de 2023
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viernes, 12 de mayo de 2023
'Míchel parla en català'
Miguel Ángel Sánchez Muñoz, Míchel, entrenador del Girona, visita mañana Anoeta. Su todavía corta pero brillante trayectoria en los banquillos se resume sobre todo por los tres ascensos a Primera con los tres equipos a los que ha entrenado (Rayo Vallecano, Huesca y Girona). Nacido y criado en Vallecas, triunfó en el equipo de su barrio (es el tercer jugador con más partidos en la historia del club) y en 18 temporadas como profesional sólo vio una tarjeta roja, curiosamente en un encuentro en el que era suplente. En el verano de 2021 fichó por el Girona y está demostrando que es un fenómeno dentro y fuera de los terrenos de juego. Desde el primer día se ha empapado de la lengua y la cultura de Catalunya en una inmersión lingüística que no suele abundar. En la prensa catalana es habitual y natural que el periodista pregunte en catalán y su interlocutor responda en español si no domina la lengua de Llull. Míchel hace tiempo que en las ruedas de prensa habla catalán con cierta soltura. “Quien no entienda por qué quise aprender catalán desde que llegué es porque tiene la mente corta”, suele explicar. La educación y el respeto con el que se maneja Míchel contrastan con el desprecio a otros idiomas que no sean el español que muestran determinados informadores monolingües de la prensa madrileña.