lunes, 31 de octubre de 2011

Fórmula 1

Un colega de profesión afirmaba hace ya unos cuantos años, cuando casi nadie sabía qué era un pit-lane y creíamos que alerón era una zona de nuestro cuerpo que se asomaba por los sobacos, que la Fórmula 1 no era un deporte. "Si eso es deporte", acostumbraba a decir, "lo mismo se puede decir del ajedrez". Como discutir sobre qué es y qué no es deporte nos puede llevar a escribir varias Mesas de redacción, lo dejaremos para otra ocasión. No diré tanto como aquel compañero, pero sí, al menos, que la Fórmula 1 es un tostonazo. Hace tiempo que ni entretiene ni tiene un mínimo de emoción, dos ingredientes imprescindibles para atrapar a un espectador como un servidor, capaz de ver por televisión hasta la Champions de las canicas. Y no hablo solo de esta temporada que está a punto de bajar la persiana. Por más vueltas que Bernie Ecclestone le da al circo, no acaba de dar ni con la fórmula. Creo que no soy el único espectador que solo presencia la salida de los grandes premios por si se monta un pifostio de mil pares en la primera curva. Y creo que tampoco soy el único que se queda perplejo cuando una carrera se decide porque unos tipos de buzo tardan media milésima de segundo más que sus colegas en cambiar cuatro neumáticos. Entre esa salida y las paradas en boxes, habitualmente todo lo que hay es el vacío y, si me apuras, un par de adelantamientos... a los doblados. Si a este espectáculo le sumas los comentarios de un tipo que defiende al piloto patrio lo haga bien o lo haga mal, apaga y vámonos... a jugar al ajedrez.

jueves, 27 de octubre de 2011

Banda sonora

He aquí un texto coral, escrito por una persona pero elaborado con las aportaciones de varias voces. Hace unos días propuse a amigos y lectores que eligieran una canción para componer la banda sonora del nuevo tiempo que se alumbró en este país hace poco más de una semana. ¿Qué tema os gustaría escuchar de fondo mientras leéis los periódicos del 21-0, con un café con leche y un croisán sobre la mesa? De esa propuesta nace esta mesa. Jon, que confiesa ser un poco rarito, elige el grupo corso I Muvrini y el tema Goioia (Alegría) porque "no podemos estar sino felices y contentos". Mari, y Bea y Raúl, que dicen sentirse melancólicos, se decantan por Oi ama eskual herri, de Benito Lertxundi, aunque no le hacen ascos ni a Baldorba ni a Herribehera. El mismo cantante escogen Ana y Mari Carmen, que eligen la preciosa Oi kanta berri del bardo de Orio. Ainara, más cañera, apuesta por Pakean utzi arte, de Hertzainak, "no tanto por su significado sino para ser conscientes de lo que éramos, lo que somos y lo que podremos lograr por otros caminos". Alberto se decanta por Itxaropena, de Su ta gar, porque "hay esperanza de que esto salga bien", y Peio y Amaia prefieren Txoria txori, de Mikel Laboa, "una canción que ha marcado una época". Felipe y Mariyou traspasan fronteras y escucharían de fondo Imagine, de John Lennon, un clásico, y Erika y Xabi vuelven al euskera con Izarren hautsa, escrita por Lete y cantada antes por Laboa y ahora por Ken Zazpi. Proponen incluso un extracto del poema: Gu sortu ginen enbor beretik sortu dira besteak, burruka hortan iraunen duten zuhaitz-ardaska gazteak.

viernes, 21 de octubre de 2011

Paz

Recordaba hace unos días un veterano periodista que el fin de ETA político-militar se escenificó en una multitudinaria rueda de prensa en Biarritz con la comparecencia de sus dirigentes a cara descubierta. Corría 1982. Por entonces uno era lo que hoy se llama preadolescente y seguramente estaba más preocupado por los títulos de la Real que por la violencia. Casi 30 años después, el fin de ETA militar ha llegado vía Internet. Recordaremos para siempre dónde estábamos el 20 de octubre de 2011 cuando, a las 19.00 horas, conocimos el comunicado que más hemos esperado en nuestras vidas. La paz es el legado más valioso que podemos dejar a nuestros hijos como herencia. Como dice un colega de profesión, las generaciones que nos suceden crecerán en un ambiente respirable. Crecerán en paz, en la tan ansiada paz.

sábado, 15 de octubre de 2011

Txistorra para todos

Se supone que cuando creas un blog, partes de la nada para darle contenido. Vamos, que es como levantar una casa. Primero los cimientos, luego las plantas y, al final, el tejado. Si habláramos de un blog, seguramente primero escribiríamos una entrada y luego le añadiríamos fotos, vídeos, comentarios, enlaces… No es el caso. Este blog viene ya con empacho. Completo. En lugar de ir alimentándolo día a día, semana a semana, durante meses he ido recuperando todos los artículos que he escrito desde que en noviembre de 2005 nació NOTICIAS DE GIPUZKOA. Artículos cortos, la mayoría mesas de redacción publicadas en la página 3 del periódico, y algún que otro reportaje. En total, 285 (los he contado).
Aunque mis habilidades informáticas son más bien escasas, el blog me lo he fabricado yo solito con mis dedos índices (por si alguien no lo sabe, para escribir en el teclado solo utilizo los dedos índices). He tenido  algún que otro asesoramiento de Jurdan Arretxe y Juan G. Andrés (gracias), dos expertos en estas redes sociales que nos tienen atrapados. Así que, nada, quedáis todos invitados al estreno (se servirá txistorra de Bera).

viernes, 14 de octubre de 2011

Bidegorris de Irun

"Si tienes que hacer una crítica en el periódico, habla de los bidegorris de Irun", me dice un familiar que reside en el País del Bidasoa. Cojo el guante. Si José Antonio Santano me permite la comparación, no sé si exagerada, Irun es a Donostia en los bidegorris, lo que la selección inglesa a la española en el baloncesto. Circular en bici por Irun puede convertirse en un deporte de alto riesgo si se hace en convivencia con coches, motos y camiones. En realidad, la red de bidegorris de Irun, si es que se puede llamar así, deja bastante que desear. Es un quiero y no puedo, o no me atrevo. Abundan las vías en la periferia y en las nuevas zonas residenciales, pero prácticamente no existen en el centro de la ciudad. La ambiciosa y participativa reforma del paseo Colón no contempló la construcción de un bidegorri (a cambio hay las aceras más anchas de Gipuzkoa) y ahora se ha pintado en el asfalto (literal) un ¿carril-bici? en la calle más transitada por vehículos de la ciudad. Puede alegar el Ayuntamiento que Irun no tiene la orografía de Donostia (aunque tampoco es San Francisco) y que hay terrenos en los que tienen algo que decir hasta cuatro administraciones, pero resulta llamativo que no muestre más sensibilidad por los bidegorris. No hay enlace ni con Hondarribia ni con Behobia ni con Hendaia. Que tres municipios que han dado muy buenos ejemplos en mancomunar sus servicios no dispongan de un bidegorri que los conecte solo se entiende desde la falta de voluntad. Lo que daría uno por ir en bici de la playa de Hondarribia a la de Hendaia por el viejo puente de Santiago sin tener que pelearse con los conductores.

viernes, 7 de octubre de 2011

Juanito

Un habitual de Twitter escribió lo siguiente tras conocerse el pasado miércoles que Juanito Oiarzabal había coronado el Manaslu: "Tras llevar al altar a la duquesa, Alfonso Díez ayudará a Juanito Oiarzabal a descender del Manaslu". Las penurias que está sufriendo el alpinista vitoriano en las bajadas de sus últimos éxitos en los ochomiles están acabando en puro pitorreo para el común de los mortales. Se diría que le cuesta más bajar que subir, lo cual, a simple vista, parece un contrasentido. Y con tantos problemas que está padeciendo en sus descensos, corre el riesgo de que quien conoce el mundo del himalayismo por lo que lee, ve o escucha, tienda a infravalorar el mérito que tiene cada una de sus ascensiones a un ochomil. Subir 26 ochomiles tienen su aquel, está al alcance de un puñado de alpinistas, por más que Oiarzabal no haya destacado, sobre todo en sus últimas expediciones, por aportar un plus de originalidad, ya sea en el estilo o en la ruta. Seguramente su mérito tiene más que ver con la determinación (llámenle cabezonería) con la que afronta el reto de ser el primer ser humano que completa dos veces el álbum de las catorce montañas más altas del planeta. Erre que erre, se ha empeñado en ser el primero, y nadie ni nada se lo va a impedir. Juanito es así. Sin embargo, parece que su proverbial aclimatación a la altura (no hay más que ver el programa El conquistador del Aconcagua para comprobar que se mueve como pez en el agua cuanto más metros asciende) se ha encontrado con un rival difícil superar: la resistencia física.