viernes, 28 de diciembre de 2018

12 meses, 12 montes

En enero de este año me propuse un pequeño “reto”: subir cada mes un monte. Solo tenía que autocumplir dos condiciones: que la salida y llegada fuera desde un pueblo y que fuera una montaña algo exigente. Vamos, que no fuera una excursión de una hora, pero tampoco de cinco. Algo intermedio. En un alarde de originalidad, al “reto” le puse hasta nombre: 12 meses, 12 montes. En enero subí el monte Larun, en un día espléndido, con nieve en la cumbre más urbanizada de Euskal Herria. Allí se me ocurrió que haría una foto panorámica de cada cima que pisara. En febrero llovió (no sé si lo recuerdan pero estuvo cuatro meses seguidos lloviendo), así que subí y bajé empapado Peñas de Aia desde Irun. En marzo siguió lloviendo, así que me calé hasta los huesos desde Arantza a Mendaur y vuelta. En abril, un día de tregua, disfruté de la ida y vuelta desde Urnieta al Adarra. En mayo tocó volver a Arantza para subir y bajar al Ekaitza, y en junio descubrí el Uzturre desde Tolosa y la panorámica de Tolosaldea desde el Uzturre. En julio y agosto fue el turno de dos imprescindibles;Txindoki desde Abaltzisketa y Aizkorri desde Arantzazu. En septiembre me estrené en Alkurruntz desde Urdazubi, en octubre recorrí la larga travesía desde Hernialde al Hernio, en noviembre subí a Beriain (San Donato) desde Unanue y en diciembre a Manttale desde Bera. Todos a menos de hora y media en coche desde casa. En 2019, otros doce.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Miedo

"Anoche, salí del portal en el momento en que subía por la calle una chica joven. Íbamos en la misma dirección y caminaba detrás de ella. Hasta que me di cuenta de que estaba acelerando el paso. Giré en la siguiente esquina. Nunca había sido consciente de que yo pudiera dar miedo". La reflexión, publicada en Twitter, es de Xavier Aldekoa, corresponsal de La Vanguardia en África. Más de una, más de dos y más de tres veces he tenido la misma sensación que describe Aldekoa. Y no solo porque soy un tipo más bien grande (mido más de 1,85). Más de una, más de dos y más de tres veces he sido consciente, cuando caminaba por detrás de una mujer, cuando me acercaba a un ascensor y en la puerta había una mujer esperando, o cuando iba a buscar el coche a un aparcamiento subterráneo, de que hay situaciones en las que damos miedo. Como en el caso que cuenta Aldekoa, suelo optar por cambiar el paso o por esbozar una sonrisa. No es una cuestión de paternalismo. Y no es tampoco cuestión de infundir aún más temor en ellas. No conozco a ninguna mujer que alguna vez no haya sentido miedo cuando va sola por la calle. Antes fueron nuestras madres, y ahora son nuestras mujeres, hermanas, cuñadas, tías e hijas. Hasta que no escuchamos el ruido de las llaves abriendo la cerradura, no descansamos tranquilos.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Los 28 de 28 del Barça

El Barça de balonmano ha ganado los 28 títulos en juego de las competiciones españolas desde 2011. Entre esa veintena de trofeos se incluyen las últimas ocho ligas, las últimas cinco Copas, las últimas ocho Copas Asobal y las últimas siete Supercopas. Un pleno tan deslumbrante para el club blaugrana como descorazonador para la Liga Asobal, que malvive sin cumplir una de las normas básicas del deporte: la competencia. Cuando en septiembre arranca la Liga, ya se sabe el ganador. Desde mayo de 2013, el Barça solo ha perdido un partido de los últimos 174. Maneja un presupuesto de nueve millones de euros, muy por encima del segundo club más acaudalado, que puede superar por poco el millón de euros, o, por ejemplo, del Bidasoa, que se está luciendo con 761.000 euros en el bolsillo. No hay color. Es una tendencia que también se observa, con matices, en el fútbol y el baloncesto. Barça y Madrid, con la excepción del Atlético en 2014, se han repartido los títulos en los últimos 14 años. En baloncesto, solo Valencia y Baskonia (dos veces) han tosido a merengues y culés desde 2006. El dinero manda más que nunca, pero manda sobre todo en el balonmano, donde cualquier tiempo pasado fue mejor. Sin competencia es complicado enganchar al aficionado.

viernes, 14 de diciembre de 2018

#spacing 7.0

Hay una máxima en el periodismo que suelen, o solían, comentar los dinosaurios de la profesión y que, palabra arriba, palabra abajo, viene a decir lo siguiente: “Escribe de manera que pueda entenderlo tu madre”. Las madres, ya saben, son nuestras más fieles seguidoras, las que recortan nuestros artículos y los guardan en una carpeta. “Escribir para que lo entienda tu madre” debería ser una norma a seguir, no solo en el periodismo sino en cualquier formato informativo. Desde una web hasta un cartel o un folleto. Si quieres que tu mensaje cale, hazlo digerible. Por razones que se me escapan, el mundo de la cultura a veces es un filón de lo que se podría llamar información indigerible. Por decirlo finamente, te encuentras con, por ejemplo, un texto sobre una exposición y no hay por dónde cogerlo. A lo sumo aciertas que es sobre escultura. Abunda el lenguaje barroco o una de las modas de este siglo: mezclar anglicismos, palabros que no entiende ni dios, números tipo 2.0 o 6.0, signos como asteriscos y almohadillas, y verbos que no existen en el diccionario. Así que, nada, sepan que quedan invitados el próximo lunes al featuring con artist guest que tendremos dios mediante en nuestro cool #spacing 7.0. Imprescindible diccionario.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Planchar o no planchar

Hace la tira de años, Josu Jon Imaz, entonces presidente del EBB del PNV, confesó en la contraportada del El País su afición oculta: planchar. “Me plancho siempre los pantalones los domingos por la noche viendo la CNN, practicando mi inglés. Me relaja un huevo”, dijo. En ese mismo espacio, Odón Elorza había asegurado un año antes que los políticos deberían masturbarse con más frecuencia para aliviar tensiones, pero eso es harina para otro debate porque hoy hemos venido a hablar de planchar. Planchar o no planchar, he ahí la cuestión. “¿Están los millennialsmatando la industria de la plancha?”, se preguntaba el otro día una mujer en Twitter. A decir de una encuesta interna que hemos hecho en nuestro periódico, se diría que sí. Al menos dos redactores de esta casa no tienen una miserable plancha en su casa. Corren malos tiempos para la plancha, una tarea ingrata para sus detractores;relajante para sus defensores, entre los que me incluyo. Entre cocinar y planchar, dame montañas de ropa. En Argentina, hace unos años se celebró el Día de la Camisa Arrugada, una iniciativa de organizaciones no gubernamentales para desconectar la plancha por un día. El fin era ecológico: salvar el planeta. ¿Pero quién salva a la plancha?

viernes, 30 de noviembre de 2018

Euskera y pudor

El otro día el expelotari Juan Martínez de Irujo comentaba en una entrevista que, a pesar de que ha estudiado euskera durante tres años en un euskaltegi de AEK, no se arranca a hablarlo en público. Ni siquiera con los chavales a los que entrena todas las semanas. Le vence la vergüenza. No es el único. Diría que abundan quienes entienden euskera, pero tienen pudor a hablar con euskaldunes con quienes tratan a diario. Por miedo a equivocarse, por no hablar de una manera fluida, por no meter la pata, porque no lo han hecho nunca o por todo a la vez. Seguramente, también por comodidad, por no abandonar lo que ahora se llama zona de confort. No sucede lo mismo cuando te cruzas con alguien que no conoces. Cada individuo tiene sus particularidades y su forma de abordar un idioma, pero para alguien que no domina euskera como le gustaría, es más sencillo hablarlo con un euskaldun con el que se cruza por primera vez que con alguien con el que siempre ha hablado en español. Cuesta cambiar el registro. Los niños suelen tenerlo más claro. Saben con qué familiares se entienden en español y euskera, y con quiénes solo en euskera. Si Euskaraldia ha servido para que salgamos de nuestra zona de confort, bienvenidos sean los siguientes 354 días.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Gobierno 'Black Friday'

Pedro Sánchez anunció el pasado mes de junio la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos. Cinco meses después, la momia sigue ahí. Casi desde su toma de posesión, Sánchez se comprometió a activar la negociación de las transferencias pendientes entre el Estado y Euskadi, entre ellas las más avanzadas: un tramo de autopista y dos líneas de tren. Ahí siguen. Hace nada, el Gobierno socialista y el de Navarra acordaron que el Ejecutivo foral asuma en su totalidad la competencia de Tráfico. Dios dirá. Hace un par de semanas, el Gobierno central anunció que en 2040 no circulará por las carreteras ningún vehículo que no sea eléctrico. Ver para creer. Y, por acabar, a principios de esta semana, el ministro de Fomento insinuó que el 26 de mayo de 2019 podrían coincidir tres citas electorales, con sus correspondientes cinco urnas (Senado, Congreso, europeas, forales y municipales), lo que provocó que temblaran las redacciones de los medios de comunicación. Debe ser la nueva política. Una especie de política de Black Friday. Ofertas irresistibles para que muerdas el anzuelo y luego ya se verá. Como programa de campaña electoral, queda precioso, muy bonito, apañao. Como acción de gobierno, ya si tal lo dejamos para mañana.

sábado, 17 de noviembre de 2018

Malaga Euskadi da

Durante años, en una pared de Málaga se podía leer Malaga Euskadi da. La pintada formaba parte de una iniciativa de Agustín Parejo School, un transgresor colectivo cultural que permaneció activo de 1982 a 1994 y que, entre otras acciones, se propuso vestir a vendedoras de claveles con txapela y a aizkolaris con traje de faralaes. Te pones ahora, en pleno siglo XXI, a pintar en cualquier lugar de la piel de toro una frase similar en un mural y, como poco, acabas declarando ante un juez en la Audiencia Nacional. Se lleva el trazo grueso. No hay más que repasar la sarta de improperios que ha recibido el PSOE de La Rioja por proponer -proponer, no imponer- que el euskera y el español fueron incluidos en el nuevo Estatuto de la comunidad “como un elemento esencial de su acervo histórico y cultural, constituyéndose así como lugar de encuentro de todas las lenguas españolas”. Los de siempre salieron en tromba como un elefante en una cacharrería para atizar a los socialistas manipulando lo que hiciera falta. Porque una cosa es la propuesta del PSOE (que puede ser acertada o no), otra acusarle de querer imponer el euskera en La Rioja y el más allá es lo de Pablo Casado, que dijo que se buscaba la equiparación del euskera con el español.... en La Rioja. Si es que da la risa. Pues eso. Malaga Euskadi da.

viernes, 9 de noviembre de 2018

El francotirador

Los medios de comunicación, como el teatro y el Real Madrid, estamos siempre en crisis. Cuesta horrores cuadrar balances, en los medios, digo, no en el Madrid, que maneja un presupuesto de casi 700 millones de euros. A lo que iba, que me disperso. No estamos en los medios de comunicación para muchos dispendios, pero no estaría de más contratar a expertos para separar el grano de la paja, para conocer qué es real, qué es una noticia pura y dura con sus fuentes, sus confirmaciones y demás, y qué es una invención, un montaje o una mentira de las de toda la vida. Las fake news han existido desde tiempo inmemorial, pero el problema se ha amplificado por mil con la expansión de Internet y las redes sociales. Ya dudas hasta de tu sombra. Así que ayer te topas con un titular que dice que la Audiencia Nacional descartó acusar de un delito de terrorismo a un ultra francotirador, o a un francotirador ultra, que lo mismo da, que tenía “clara voluntad” de atentar contra Pedro Sánchez, y no te lo crees. No andan sus señorías (en especial los magistrados del Supremo) en su mejor momento, pero no te acabas de creer que la Audiencia Nacional, tan contundente a la hora de encarcelar a ocho jóvenes por una pelea en un bar, rechace investigar a un tipo que, según los Mossos, estaba dispuesto a matar al presidente del Gobierno.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Polifacético como pocos

Perejil en todas las salsas, Josu Goia era capaz una misma mañana de tocar la Diana con los txistularis en la festividad de San Esteban, sentarse en la parroquia en el asiento reservado al alcalde o a los concejales, interpretar varias piezas al órgano durante el oficio religioso, bajar las escaleras de la iglesia junto al resto de la Corporación y tomarse luego unos vinos en el Errekalde con amigos y vecinos. 
Polifacético es quedarse corto. Fue alcalde, concejal, parlamentario, bombero voluntario, músico, director de la banda, escultor, escritor y un montón de oficios más, pero fue también, junto a un buen número de beratarras con inquietudes sociales y culturales, el precursor de iniciativas que han enriquecido la vida de una localidad que en los 80 supo recuperar tradiciones que se habían perdido durante la dictadura franquista. El Glin-Glan o los Iñudek eta artzaiak son solo dos muestras de las raíces que Josu Goia y compañía rescataron del olvido y se mantienen hoy. O Berako Oihua, el programa de fiestas, que no nació como un programa sino como una revista. O Iamotenea, la sede del Gure. O dantzas, o piezas musicales, o decenas de proyectos culturales que se han transmitido luego de generación en generación. 
“Era como Dios, estaba en todas partes”, dice una vecina sobre Josu. Su impronta se deja ver nada más llegar a Bera, con la escultura en recuerdo a los Baroja. La talla de piedra o de madera fueron solo dos de las habilidades de un hombre capaz de interpretar diez instrumentos y de hablar con erudición de lo divino y lo humano. Si tenías de visita a amigos, te daba diez folios en los que explicaba la historia de Bera a modo de itinerario turístico. Incontables las veces que ha tocado el órgano de la parroquia que hoy sonará en su honor. Lo mismo daba una tema de Benito Lertxundi, que una jota o una salve rociera, cuando ese órgano suena se te ponen los pelos de punta aunque seas el más agnóstico de los fieles. 
 Abertzale y euskaltzale, fundador de HB, no rehuía la polémica, propia y ajena. Hombre de mil anécdotas, dos de sus pasiones eran el monte y esquiar. Suele contar un amigo que en cierta ocasión fue a esquiar a los Alpes en cuadrilla con Josu. Como era conocida la propensión de Josu a roncar (fuerte), nada más llegar al apartamento en el que se alojaban, sacó de los bolsillos varios pares de tapones que repartió entre los presentes. La sinfonía nocturna fue de las de recordar. 
Goian bego, Josu.

sábado, 3 de noviembre de 2018

'Ttipi-Ttapa'

Nació en 1982, cuando Itoiz tocaba la banda sonora de nuestras vidas, desde la modestia de una publicación local en un municipio de no más de 4.000 habitantes. Hoy, 36 años después, tiene 6.000 suscriptores y 29.000 lectores. Hablamos de Ttipi-Ttapa, la revista quincenal que hace una semana recibió uno de los diez galardones en los premios de periodismo Rikardo Arregi. No es sencillo abrirse camino en el mundo de los medios de comunicación, menos aún si es con una publicación íntegramente en euskera y menos aún si es íntegramente en euskera y en Navarra. Pasito a pasito, Ttipi-Ttapa ha ido marcando hitos hasta lograr lo que todo medio pretende: que tu público potencial haga suyo el proyecto. Primero se expandió fuera de la comarca de Bortziriak hasta abarcar un campo amplio que va desde Bera a Elizondo, y de Azkaine a Lei-tza, traspasando mugas con un idioma común. En 1994 pasó del blanco y negro al color y dos años más tarde fue pionera en difundir sus contenidos por Internet ( www.erran.eus). Ttipi-Ttapa cumple de sobra la función de acercarte la información más próxima. En ocasiones con sorpresa, como cuando descubres en su sección de Zerbitzuak que un amigo se ha casado de tapadillo. Zorionak Ttipi-Ttapa eta aunitz urtez!

viernes, 26 de octubre de 2018

Profesores

Crecí en colegios, institutos y universidades públicas en los que el respeto a los profesores no diré que era norma común, pero sí habitual. Más allá de las trastadas propias de la adolescencia, no se discutía el temario que impartía cada docente. Si había que leer El miedo a la libertadde Erich Fromm, se leía y punto. Si tocaba aprender de memoria una tabla, se aprendía y punto. Si el profesor ponía deberes, fueran muchos o pocos, se hacían y punto pelota. Lo que decía el profesor iba a misa, no ya porque fueran profesores de ordeno y mando (que no lo eran), sino porque era una autoridad y tenía un prestigio que no se discutía. Había buenos, mediocres y malos, como en botica, pero por encima de todo estaba su magisterio. Por supuesto, si elevaba alguna queja, el muy manido “el profesor me tiene manía”, mis padres salían en defensa del docente. Lógico y normal. Las tornas han cambiado y hoy, por lo visto, los padres han perdido el respeto a los profesores. No lo digo yo. Lo dice una encuesta de Cambridge University Press. El 78% de los profesores vascos consultados creen que los progenitores han perdido el respeto y la confianza hacia ellos. Es una muestra mínima (59 profesores de Euskadi de un total de 1.133 encuestados en el Estado), pero los números dan que pensar y reflexionar.

lunes, 22 de octubre de 2018

Todo o nada

en los últimos años se ha puesto de moda en el fútbol de elite que jugadores y técnicos se pongan la mano en la boca cuando hablan entre ellos para que los programas de televisión no destripen sus palabras con lectores de labios. Las conversaciones suelen ser banales, pero dan mucho juego en ese nuevo periodismo televisivo que consiste en convertir una anécdota en noticia. La docuserie All or Nothing: Manchester City, que emite Amazon Prime Video, sorprende por lo contrario. Nadie se tapa la boca. Fluyen las conversaciones y el telespectador conoce en ocho capítulos los entresijos de un club de fútbol como pocas veces se ha visto. Las motivadoras charlas antes, durante y después de los partidos de Pep Guardiola, qué pasa cuando un jugador se lesiona en mitad de un encuentro y es atendido en el vestuario, la soledad de la recuperación en el gimnasio rodeado de un ejército de auxiliares especializados en mil materias, o cómo se fragua un fichaje en los despachos (en este caso la contratación del exjugador del Athletic Aymeric Laporte) salpican un relato que engancha. Lógicamente, no se cuenta todo, pero es un buen ejemplo de la transformación que está viviendo el fútbol profesional de elite, dominado por un puñado de multimillonarios clubes.

viernes, 19 de octubre de 2018

En Turquía no se atreverían

Dos de los jueces de la Audiencia Nacional que revisarán la sentencia que condenó a los jóvenes de Altsasu a penas de entre dos y trece años de cárcel por una trifulca con dos guardias civiles y sus parejas fueron en su día condecorados... por la Guardia Civil. Como comentaba hace unos días el periodista Guillermo Nagore, en Turquía no se habrían atrevido a montar un juicio semejante con jueces semejantes. Llueve sobre mojado porque la jueza que condenó a los jóvenes de Altsasu, Concepción Espejel, también fue condecorada por la Guardia Civil (se ve que hay afición) y está casada con un coronel de la Benemérita. La falta de neutralidad parece evidente, así que las defensas pidieron antes del juicio recusar a la jueza (se lo denegaron por presentar la petición fuera de plazo) y lo han vuelto a hacer ahora en el caso de los dos magistrados. Mil a cien a que no prospera el recurso. A todo esto, tres de los jóvenes de Altsasu (Adur Ramírez de Alda, Jokin Unamuno y Oihan Arnanz) llevan hoy 705 días en prisión. Más de 23 meses. Por comentar, José Barrionuevo, condenado por el Tribunal Supremo a diez años de prisión por el secuestro de Segundo Marey, reivindicado por el GAL, permaneció tres meses en la cárcel. Nada más que añadir, señoría.

domingo, 14 de octubre de 2018

'Everestización'

Lo contaba ayer en estas páginas el montañero Patxi Goñi con profusión de detalles sobre su última mala experiencia en el Manaslu: las montañas más altas de la Tierra se han convertido en una romería de turistas. Los montes que antaño estaban reservados solo para que ascendieran unos elegidos, son hoy resorts repletos de nuevos ricos que suben ochomiles como quien se compra un capricho caro. El romanticismo ha desaparecido frente al poder de los dólares. Nada de recorrer un valle de Nepal, conocer a sus gentes y disfrutar de su exuberante paisaje hasta llegar al campo base para intentar luego ascender a la cima. Hoy lo que se lleva es montar en helicóptero para alcanzar el campamento base en un pis pas, subir el ochomil de turno por la vía normal y, agarrado a las cuerdas fijas instaladas previamente por los sherpas, enchufarse a la botella de oxígeno para llegar calentito a la cumbre. Arriba, una fotito, a ser posible enviada al instante y subida, cómo no, a las redes sociales para fardar con los amigotes, y vuelta al punto de partida. El Manaslu (octava cumbre más elevada del planeta) sufre lo que en el mundo del montañismo se conoce como Everestización, un aluvión de ascensiones de nulo valor que tiran por tierra las grandes gestas que el alpinismo ha protagonizado en el Himalaya y el Karakorum.

viernes, 5 de octubre de 2018

#Zaidsequeda

Se llama Zaid Ait Malek. Llegó a España hace 14 años desde Marruecos escondido en los bajos de un camión, y hoy es uno de los mejores corredores de montaña del mundo (19º en el ranking mundial). Allí donde corre, Zaid derrocha energía y simpatía. Es uno de los corredores más queridos en el mundillo de lo que internacionalmente se conoce como trail running, en los últimos años ha ganado más de 80 carreras, entre ellas la Zumaia Flysch Trail o la Camille Extreme de Isaba, y ha sido cuatro veces top 10 en la Zegama-Aizkorri. Zaid pertenece al equipo Buff, lo que no quiere decir que viva de correr. Al contrario, se cuentan con los dedos de una mano los corredores que se ganan el pan corriendo por el monte. Un buen ramillete (caso de Zaid) tienen un patrocinador, pero no ganan un sueldo. Las victorias y los numerosos podios que ha logrado (el fin de semana pasado fue segundo en la prestigiosa Ultra Pirineu de Bagà, en Barcelona) no son suficientes para que la Administración le renueve su permiso de residencia. No ha sumado el número de días de trabajo necesarios para validar la autorización y se expone a una expulsión del país. El plazo vence hoy. Las redes sociales se han volcado en su apoyo. Si fuera jugador del Madrid, Florentino lo arreglaba con una llamada.

sábado, 29 de septiembre de 2018

Películas en 9,7 pulgadas

Ver una película en una pantalla de 9,7 pulgadas y con auriculares debe ser el equivalente a leer en un periódico solo el horóscopo, las esquelas y el tiempo. Así que poco tengo que reprochar a los lectores que, entre las decenas de páginas que publicamos los diarios, escogen únicamente las que les informan sobre quién ha muerto, si viene sol o lluvia, o si la jornada les será propicia o para olvidar. En casa tengo a mano una pantalla de televisión de un tamaño tirando a grande, pero llevo ya meses viendo series y películas en una pantalla pequeña... con auriculares. Supongo que me pierdo mil matices. Detalles que se me escapan. Un contrasentido, vamos. No sé si es comparable a lo que sucede desde hace un tiempo en los festivales de cine, que proyectan estrenos de series de televisión (pantalla pequeña) a la altura de estrenos de cine en pantalla grande. Hoy, por ejemplo, se exhibe Gigantes en horario estelar en el cubo grande del Kursaal. Hace ya un tiempo que las series se han abierto camino en los certámenes más prestigiosos (poderoso caballero es don dinero) y no da la impresión de que haya vuelta atrás. Así que supongo que los cinéfilos deberán acostumbrarse a la cohabitación de series (algunas de ellas de gran calidad, por cierto) y películas. Continuará...

viernes, 21 de septiembre de 2018

'Margolaria'

No hace falta ser fan de Mikel Urdangarin, ni siquiera conocer y disfrutar de su amplio repertorio de canciones, para que te guste Margolaria, la película dirigida por Oier Aranzabal que se estrena mañana en el Zinemaldia. Pero tras asistir a la hora y media pasada de proyección, casi por inercia escuchas en bucle el tema que da título al filme. Aunque no seas fan de Urdangarin, y aunque no conozcas su larga y exitosa trayectoria. Después de un trabajo de más de dos años, Aranzabal ha trazado con delicadeza el proceso de creación que lleva a Urdangarin a componer un tema o a preparar una gira de conciertos. Nos muestra lo que hay detrás de un artista. El silencio al llegar a su casa en el casco viejo de Gasteiz tras una actuación, “la resaca del aplauso”, como lo define el propio cantante, las dificultades para terminar de crear un tema o, en su caso, la incomprensión que vivió hace 20 años cuando, en contra de la opinión de sus más allegados, decidió dejar un trabajo fijo y dedicarse por entero a la música. Margolaria retrata con sutileza las luces y las sombras a las que se enfrentan los creadores, sean cantantes, pintores, escritores o escultores, ante el lienzo en blanco, el folio desnudo o el pentagrama sin notas. Si no la han visto, ya están tardando.

viernes, 14 de septiembre de 2018

'Fusilar'

Hace unos años trabajaba con un colega de profesión que solía comentar que si para escribir un reportaje recurría a tres libros, aquello no era un reportaje sino un trabajo de investigación. Era broma, claro. Hoy sería un trabajo de investigación. Entre bulos, hoy llamados fake news, plagios, másteres que no son másteres, tesis en solfa, tesinas y currículums que mienten más que hablan, esto es un sinvivir. Como leí el otro día en Twitter, “verás cuando se acabe con los másteres y empiecen a revisar lo de nivel alto de inglés”. Somos muy de hinchar expedientes con habilidades que no dominamos, y también muy de copiar. En el mundo del periodismo, por ejemplo, se lleva lo que en el argot llamamos fusilar, que no es otra cosa que coger el texto de un compañero de otro medio y copiarlo como si no hubiera un mañana. O firmar como propia una información que no has escrito tú. En aquellos tiempos en los que mi colega hacía reportajes como si fueran trabajos de investigación, yo solía escribir crónicas en la sección de Deportes que al día siguiente las locutaba otro periodista en su medio de comunicación. Sin mi permiso, claro. El hombre leía párrafos enteros que había publicado yo esa mañana en mi periódico. Ahora que lo pienso, esta misma columna creo que ya la he escrito antes. Hace unos años.

viernes, 7 de septiembre de 2018

Material para 'Fariña'

Los episodios de Narcos destilan tal crueldad que, cuando hace unos meses vi la serie casi de tirón, al acabar alguno de los capítulos consultaba al señor Google para comprobar si realmente lo que se contaba en la ficción había sucedido en la realidad. Casi siempre la realidad era equiparable a la ficción. Ocurre lo mismo con Fariña, la serie basada en el libro del Nacho Carretero. También he recurrido al buscador de buscadores para cerciorarme de que lo que sucedió en la costa gallega, aquí al lado, a 800 kilómetros, fue tal y como se relata en la serie. Si es cierto, por ejemplo, que el entonces presidente de la Xunta se reunió en Portugal con los capos del narcotráfico gallego que se encontraban huidos de la Justicia. “No me tengo que avergonzar por hablar con unos señores que podían ser o no delincuentes”, dijo meses después sin un ápice de rubor Xerardo Fernández Albor en una respuesta en el Parlamento gallego. Hablamos de hace más de 30 años, pero parece que fuera hoy. Sito Miñanco, actualmente entre rejas, está acusado de blanquear desde la cárcel diez millones de euros procedentes del narcotráfico, y Laureano Oubiña, que hace nada ha salido de prisión, anda vendiendo su libro de memorias por mercadillos de pueblo. Fariña tiene material para alguna temporada más.

viernes, 31 de agosto de 2018

Rectificar

A veces el deporte es como la vida. Está lleno de contradicciones. Hoy te topas con una normativa absurda, pero mañana descubres un gesto hermoso. La tenista francesa Alizé Cornet recibió el miércoles una llamada de atención del juez de silla por cambiarse la camiseta durante el partido que le enfrentaba a Johanna Larsson en el US Open. Por ridículo que parezca, en el torneo neoyorquino las mujeres tienen prohibido mudarse de camiseta en la pista, algo que no ocurre en el caso de los hombres. Las quejas (multiplicadas por mil en las redes sociales) por la sanción a la tenista fueron tales que la organización del US Open rectificó a las pocas horas, cambió el reglamento y desde ahora también les permite a ellas cambiarse de camiseta cuando estén descansando en la silla entre set y set. Frente a esa norma que parece sacada de otro tiempo, el piragüismo ha ofrecido estos últimos días uno de esos gestos que llaman la atención por inusual y porque dignifica el deporte. El piragüista noruego Eivind Vold logró el fin de semana en el Mundial de Portugal la medalla de bronce en K1 5.000 metros, pero tras una maniobra ilegal (se saltó una boya). Vold no solo ha renunciado a la presea en favor de Javier Hernanz, sino que su federación, además, ha pedido disculpas al palista asturiano. De chapeau.

miércoles, 29 de agosto de 2018

Toros a la baja

La afición a los toros cotiza a la baja por estas tierras. No lo digo yo, que de tauromaquia sé lo justito. Lo subrayan los cronistas que, llegados de la Villa y Corte, han cubierto este verano las ferias de Donostia y Bilbao. Media entrada (peligro inminente), titulaba hace unos días Antonio Lorca en El País su texto sobre una de las corridas de Vista Alegre. Los rectores del coso pusieron ayer la asistencia negro sobre blanco con cifras. La feria bilbaina ha perdido un 12% de público en un año y eso que, según los datos del Ayuntamiento de Bilbao, más de un millón de personas han visitado la capital vizcaina en fiestas, 200.000 más que en 2017. Los toros están en el menú diario de la Aste Nagusia (hay corridas todos los días), pero salta a la vista que no es plato de gusto para el respetable. La feria de la Semana Grande de Donostia, más corta (cinco jornadas), tampoco se salva del naufragio. Si nos atenemos a las crónicas de Zabala de la Serna en El Mundo, hubo más cemento que público en Illunbe. A lo sumo, dos tardes se completaron tres cuartos del coso, en otras dos solo un tercio y en la inaugural hubo media entrada. Sin entrar a valorar la ola antitaurina y defensora de los animales que ha llegado para quedarse, los números hablan por sí solos.

lunes, 27 de agosto de 2018

Los huesos de Franco

Visto que la familia de Franco no está por la labor de hacerse con los restos del caudillo, en tertulias y redes sociales han surgido propuestas varias a analizar. A saber. Hay quien plantea que el cadáver, o lo que sea que haya ahí abajo, se lleve al plató de Cuarto Milenio, que seguro que Iker Jiménez y sus huestes tienen algo que decir al respecto. Joseba Azkarraga, el exconsejero de Justicia, apostaba hace unos días por dejarse de contemplaciones y depositar los huesos a las puertas del domicilio de los Franco: “Y si quieren que hagan caldo con ellos”. Otro tuitero proponía ayer enterrar los huesos en el estadio del Valladolid, el José Zorrilla, por aquello de que los agujeros ya están hechos de antemano. Alguien planteó también que lo lanzaran al mar, como a Bin Laden. Varios proponían dejarlo delante de la sede del PP, o de la de Ciudadanos, que tanto monta, monta tanto. Otro sugería convertir el Valle de los Caídos en un pantano, y hay quien confesó que lo único que le preocupa cuando se exhumen los restos es si, como decía la canción, el culo es blanco. En fin, que quizás el problema no es qué hacer con los restos de Franco, sino con los restos del franquismo. Que haberlos, haylos, como comprobamos a diario.

viernes, 24 de agosto de 2018

Carmena tenía razón

El 44% de los vascos asegura en una encuesta de SEO/Birdlife y Ecoembes que no tendría problema en agacharse a recoger un papel del suelo aunque no fuera suyo, de lo que deduzco que el 66% restante solo lo haría si ese papel fuera un billete de, pongamos, diez euros. Yo tengo la manía (raro que es uno) de recoger los papeles que me encuentro en el camino desde mi casa a la pila de contenedores cuando salgo a echar la basura. Tampoco es que me encuentre toneladas. Generalmente son envoltorios. Viene bien para estirar los brazos. Luego hay otro tipo de gente que no es que no se agache, es que directamente te deja su mierda a tu paso. Todas las semanas, grupos de chavales cenan en las escaleras de acceso a esta redacción. Rara vez dejan el lugar como lo han encontrado. Así que, cuando salimos de trabajar, están desparramados por el suelo restos de pizzas, latas y cajas de cartón. La mundial le cayó a Manuela Carmena cuando propuso que los universitarios barrieran las calles de Madrid como un servicio social. Todo mi apoyo. De mecenas le puede servir Amancio Ortega, que era noticia ayer (sí, noticia) porque de paseo con su perro por la Ciudad Vieja de A Coruña se agachó para recoger las heces del chucho. Ya tienen temón para Sálvame.

jueves, 16 de agosto de 2018

Gefirofobia

Conozco a más de una y de dos personas que lograron hace muchísimos años aprobar el examen de conducir, pero nunca se han puesto al volante de un coche. De tanto pensárselo, el permiso hace tiempo que caducó. Como tenemos la bendita costumbre de poner nombre a todos nuestros miedos, al temor a conducir le llamamos amaxofobia. El pavor a cruzar puentes también tiene sudenominación de origen: gefirofobia. No hay que ser muy avispado para intuir que en los próximos días hablaremos del pánico que sienten algunas personas a atravesar puentes, viaductos y similares. A ver cómo les explico ahora a mis próximos, a los que en las tertulias familiares me dicen siempre que no se subirían a tal puente, tal torre o tal rascacielos por el temor a que se derrumben, que no hay nada de lo que preocuparse. Que basta con no mirar hacia abajo. O a aquellos dos amigos que, allá por finales de los 80, me dejaron tirado a las puertas del teleférico de Fuente Dé, en Cantabria. Se negaron a subir, no fuera que el artilugio, me dijeron todo serios, se fuera a caer. Solito que subí y bajé tras disfrutar del maravilloso paisaje que se contempla desde sus 1.800 metros de altura mientras ellos sufrían, sin saberlo, eso que se da en llamar acrofobia.

lunes, 6 de agosto de 2018

El cuarto poder

No hay ninguna norma escrita que diga que a los periodistas nos deban gustar las películas, las series o los documentales que abordan las distintas aristas de nuestra profesión. Para gustos están los colores, así que a unos les encantará, otros pasarán y a los terceros ni fu ni fa. Pero si les gustan las historias sobre periodismo y periodistas, sean o no plumillas, ya están tardando en ver el documental El cuarto poder. Vale, el nombre no es muy original, pero la cinta merece mucho la pena. Son cuatro capítulos (disponibles en la plataforma de Movistar Plus) en los que la directora de cine Liz Garbus retrata el día a día de The New York Timesy la cobertura que hace de la presidencia de Donald Trump durante su primer año en la Casa Blanca. El documental omite algunas escenas que se viven en la redacción para no desvelar las fuentes, pero es un excelente termómetro para comprobar lo esperpéntico que resulta el mandato de Trump y la guerra diaria que mantiene con sus cinco enemigos: el Times, The Washington Post, la CNN, ABC y CBS. Considerado el diario de referencia en EEUU, el Times nos anuncia lo que está por llegar en el mundo del periodismo y nos enseña también que las grandes discusiones en torno a una mesa de redacción son muy parecidas en los periódicos, independientemente de su tamaño.

viernes, 27 de julio de 2018

El bucle de Zuraide

La Real jugó su último partido en Atocha el 13 de junio de 1993. Antes de que las máquinas entraran a derribar el viejo campo para levantar bloques de pisos, el terreno de juego (o lo que quedaba tras llevarse la masa blanquiazul trozos de césped) permaneció en una especie de limbo. Se jugaron partidos de Regional y hasta de solteros contra casados. Por regla general, los estadios de fútbol no se alquilan para pachangas. Vamos, que si quieres darte el capricho y jugar unpenaltis y pases con tu cuadrilla en el nuevo estadio que se está levantando en Anoeta, va a ser que no. Vayamos al ciclismo, uno de los pocos deportes en los que puedes disfrutar (y sufrir, sufrir mucho) en el mismo escenario que los profesionales. Puedes ascender los grandes colosos de Pirineos, Alpes y Dolomitas (si hablamos del Giro) y pensar cómo demonios los ciclistas suben por sus rampas a 20 km/h si tú apenas superas los 5 o 7 km/h. O puedes recorrer la contrarreloj de mañana entre Senpere y Ezpeleta mapa en mano, porque dichoso el que encuentre el bucle de cinco kilómetros en Zuraide entre un laberinto de caminos vecinales. Luego, te echas una birra y esperas en la cuneta el paso de los ciclistas. Y no, no hay que tocar a los ciclistas como si fueran ganado. Basta con animarles. Del primero al último.

viernes, 20 de julio de 2018

Los seis millones de Karpin

En el mercadeo del fútbol de elite, pagar seis millones de euros por un jugador, no diré que es poca cosa, pero sí que es bastante común. En el verano de 1996, seis millones de euros eran 1.000 millones de pesetas. Un pastizal. El Valencia pagó esa cantidad, la cláusula de rescisión, por fichar al centrocampista de la Real Valery Karpin, que solo nueve meses antes había ampliado su contrato con el club donostiarra. El culebrón se resolvió en unas pocas semanas, pero en una de las ruedas de prensa de esos días en las instalaciones de Zubieta, Karpin, con ese rictus de tipo mosqueado que solía gastar, dirigió una pregunta a un periodista (creo recordar que de ETB), que llevaba implícita una comparación bastante desafortunada. Como el personal no entendía que Karpin dejara la Real por irse al Valencia, el jugador ruso se dirigió al plumilla de esta guisa: “Y tú, ¿no dejarías ETB por ir a Tele 5?”. La cara de póker que puso el periodista fue su mejor respuesta. Entonces, como ahora, los futbolistas también besaban el escudo de la camiseta. Hoy el del Murcia y mañana el de la Fiorentina. Los románticos del fútbol, con excepciones, se retiraron en los años 80. Karpin, por cierto, no triunfó en el Valencia sino en el Celta y colgó las botas... en la Real.

jueves, 12 de julio de 2018

Retos

32 mujeres de Orio de entre 36 y 58 años inician a primera hora de hoy un reto en el que llevan trabajando varios meses. Quieren cubrir en cuatro días la travesía entre su municipio y Bilbao, y vuelta, remando en una trainera. Más de 1.200 corredores afrontarán este fin de semana en Beasain tres carreras de montaña a cada cual más dura: la Ehunmilak, de 168 kilómetros;la Goierriko Bi Haundiak, de 88;y la maratón Marimurumendi, de 42. La vida está llena de retos, dice ese topicazo que lo mismo se aplica en el deporte que en un libro de autoayuda. En algún momento de su desafío (a todos nos ha pasado), las 32 mujeres de Orio y los cientos de participantes en la Ehunmilak se preguntarán quién les habrá llamado a meterse en semejante berenjenal con lo bien que se está tumbado en el sofá de casa. Como decía aquel, qué necesidad. Frente a las dudas que nos asaltan, está la satisfacción que experimentas cuando acabas un objetivo por el que has estado peleando durante meses, o el placer de compartir esfuerzos con compañeros a los que aprecias. Yo, mismamente, estoy embarcado en un modesto reto que comencé en enero. Ya voy por la mitad. Espero concluirlo en diciembre. Ya si eso les cuento entonces.

sábado, 7 de julio de 2018

15.400 kilómetros

El otro día circuló en las redes sociales un mapa aéreo de Europa en el que estaban marcados en rojo los carriles-bici. Holanda era un manto rojo y el centro del continente estaba salpicado de motas del mismo color. Francia, España e Italia destacaban sobre el resto de países por la escasez de manchas rojas en comparación con las de los países del centro y norte europeo. La imagen que coloca a Holanda como el paraíso para circular en bici coincide con la propuesta que ha hecho el Gobierno de este país a las empresas para que paguen a sus empleados por ir a trabajar en bici. Como contábamos hace unos días en este periódico, el Ministerio de Infraestructuras y Agua plantea abonar 0,19 euros a cada trabajador por cada kilómetro diario y reembolsarle también el precio de una bici nueva, en un momento en el que las bicis eléctricas están ganando terreno. Hagan sus cálculos. Yo he visionado mentalmente mi recorrido diario al trabajo: debo subir un alto de tercera categoría y tengo una tachuela a cinco kilómetros de la “meta”. 35 kilómetros de ida y otros 35 de vuelta. Hora y media de ida y otro tanto de vuelta calculo por lo bajini. 350 kilómetros semanales, 1.400 mensuales y 15.400 anuales (descontadas las vacaciones). Unos 2.900 euros a la buchaca al final de año y una forma física que no veas. Eso sí, que vayan preparando vestuarios y duchas en la redacción, que soy de sudar mucho.

viernes, 29 de junio de 2018

Metro y medio

Metro y medio es la distancia mínima de seguridad que debemos guardar entre nuestro vehículo y una bicicleta cuando adelantamos a un ciclista. “En metro y medio cabe una vida”, reza el eslogan que trata de concienciar a los conductores de la importancia de respetar a los aficionados al ciclismo en las carreteras. Todavía hay conductores que desconocen que en una calzada en la que los dos sentidos están separados por una línea continua, al rebasar al ciclista (dejando el pertinente metro y medio) se puede pisar la línea continua e incluso ocupar parte o todo el carril contrario. Que desconocen que los ciclistas tienen permitido circular en paralelo, siempre que sea en fila de a dos. Que transitar en paralelo, como el metro y medio, es una medida de seguridad porque obliga al conductor a frenar. Que cuando se realiza un adelantamiento a un ciclista, hay que señalizarlo. O que un pelotón tiene el mismo derecho a circular por una carretera que una moto, un coche o un camión. Se llama respeto. Respeto mutuo. De los conductores a los ciclistas y de los ciclistas a los conductores. Porque también hay ciclistas que se saltan cedas al paso, no respetan los pasos de cebra o creen que los semáforos se hicieron solo para regular el tráfico de vehículos. El ciclista no es un estorbo. Es el eslabón más débil. Basta con guardar un metro y medio de distancia para salvar vidas.

viernes, 22 de junio de 2018

Andar corriendo

La estampa hubiera sido perfecta, casi idílica, si Mariano hubiera llegado a su nuevo puesto de trabajo en bicicleta. En plan político nórdico. Bici, maletín y casco. Bueno, Mariano no, don Mariano Rajoy Brey, el señor expresidente de la nación, no sea que luego haya rapapolvos como el de Emmanuel Macron, el nuevo Luis XIV de Francia. Que ya nos han dicho que nos tenemos que dirigir a los cargos públicos como hablaba nuestro padre a su madre (o sea, mi amatxi): de usted. Ni en esos programas de la tele en los que el invitado llega hecho un adefesio y sale como un pincel se conocía semejante transformación. Hace cosa de un mes, Rajoy era el tipo más feliz del mundo, con su Madrid ganando la decimonosecuantaChampionsy el partido aprobando los presupuestos de 2018. En un santiamén ha pasado del palacio de La Moncloa a un despacho en Santa Pola. Insólito. Ninguno de los cinco expresidentes españoles había vuelto a su actividad profesional. Ni puertas giratorias, ni Telefónicas, ni gaitas. Regresa al trabajo que dejó hace 28 años. Cobrará más y, mira tú por dónde, en Santa Pola hay un largo paseo marítimo en el que podrá dar rienda suelta a esa afición tan suya de andar corriendo o correr andando. Ya me entienden. Qué cosas.

jueves, 14 de junio de 2018

Màxim, 'El Breve'

Hay políticos que tienen tal verborrea, que hablan tanto y tantos días que, al final, quedan atrapados por sus palabras. Pongamos, por ejemplo, a Inés Arrimadas y Albert Rivera. Muy cargantes ambos. Muy cansinos. Están todo el día rajando. No callan ni debajo del agua. Tan pronto opinan sobre el nuevo entrenador del Madrid como critican la última decisión de Torra. Aquí, en casa, somos más de figurar. Nuestros políticos son más de aparecer en las fotos, si puede ser todos los días, mejor, y echar un pequeño discurso. Hasta hace nada, Pedro Sánchez era también de la especie de políticos pegados a un micrófono. Hablar y hablar, y prometer, también suelen ser mucho de prometer. En febrero de 2015 Sánchez dijo: “Es inmoral tener al número tres de tu organización que ha creado una sociedad interpuesta para tributar la mitad de lo que le correspondería. Esa persona al día siguiente estaría fuera de mi ejecutiva”. Se refería a Juan Carlos Monedero, que meses después dimitió de sus cargos en Podemos. Màxim Huerta se ha convertido en menos de una semana en el Monedero del nuevo Gobierno socialista. De récord mundial lo de Màxim El Breve. Y, por cierto, un periodista que en su comparecencia de ayer no admitió preguntas. De libro.

viernes, 8 de junio de 2018

Un plato es un plato

La nueva ministra italiana de Sanidad, Giulia Grillo, licenciada en Medicina y Cirugía con especialidad en Medicina Forense, considera que vacunar a los niños no debe ser obligatorio por ley. El nuevo ministro español de Cultura y Deportes, Màxim Huerta, licenciado en Ciencias de la Información, no tiene ni repajolera idea de deporte (de practicarlo ni hablamos), y en un tuit que publicó hace años llegó a comentar que lo odiaba. Cosas veredes, amigo Sancho. Como ya sabrán a estas alturas, el nuevo periodismo consiste en rescatar tuits del pasado para fustigar al personaje de la actualidad de turno. La competencia o incompetencia de Huerta y Grillo se demostrará con el tiempo y los hechos. Que se lo digan a Ana Mato, flamante ministra de Sanidad que fue apartada de la gestión de la crisis del ébola y que acuñó la célebre frase: “No hay cosa que tenga más valor que una medicina que cura enfermedades”. En fin, que si aspira a ser ministra o ministro, sepa que tiene mucho trecho ganado si es licenciado en Derecho (con máster o sin máster): doce de los nuevos ministros tienen este título. Y es que ya lo dijo don Mariano Rajoy, ese famoso filósofo español de finales del XX y principios de XXI: “Un vaso es un vaso, y un plato es un plato”.

jueves, 31 de mayo de 2018

De la cincha a la cercha

De la cincha a la cercha, vamos a seguir, estamos siguiendo ya, la reconstrucción de Anoeta al segundo. La reforma del estadio nos va a tener entretenidos unos cuantos meses, hasta 2019 tirando por lo bajini. Así que, prepárense, porque van a conocer hasta si los nuevos retretes son de Roca o de Villeroy &Boch. No se recuerda un seguimiento semejante a una obra desde que se estaba levantando el Kursaal que, por cierto, tuvo uno de esos percances que con el tiempo se olvidan. A un año y medio de su inauguración y solo tres días después de que se empezaran a colocar en la fachada las 10.000 piezas de vidrio traslúcido, se desplomó la escalera de hormigón del cubo grande. Ocurrió, afortunadamente, un domingo por la noche, con la obra parada. El asunto se recompuso, y aquí paz y después gloria. Confiemos en que los trabajos de Anoeta transcurran como hasta ahora, sin incidencia alguna y, como manda el tópico, a buen ritmo. El marcaje a las obras de Anoeta se puede seguir en Twitter como si fuera un carrusel, con fotos del estado de los trabajos casi de cada jornada. Así que, nada, dentro vídeo, que nos ha quedado muy chula la cinta de cómo se coloca la cercha de 400 toneladas sobre los pivotes. Ingenieros, que somos unos ingenieros.

jueves, 24 de mayo de 2018

El idioma sherpa

Cuenta Felipe Uriarte en el libro SOS Himalaya. Relatos solidarios que el extraordinario crecimiento que ha experimentado desde hace años el turismo de montaña en la zona sur del Himalaya ha provocado que el idioma sherpa (no confundir con el nepalí) haya pasado en los últimos tiempos de hegemónico a minoritario. La mayoría de los sherpas habitan en el distrito nepalí de Solu-Khumbu, situado en las proximidades del Everest, donde el sherpa era hasta hace nada la lengua materna y dominante, a pesar de ser un idioma sin tradición escrita, solo oral. El caso es que numerosas familias, al contar con más ingresos económicos, optan por que sus hijos cursen sus estudios superiores en Katmandú, íntegramente en nepalí. Los chavales apenas vuelven a casa, por lo que se está perdiendo la transmisión de la lengua de padres a hijos. La comunidad sherpa trata de salvaguardar su idioma antes de que sea tarde. No sé si en Nepal hay un UPN, un PP o un PSN agitando el patio y azuzando al personal con patrañas y supuestas imposiciones lingüísticas que no son tales. Solo sé que un idioma, sea el sherpa, el euskera, el nepalí o el castellano, es un patrimonio, un tesoro que hay que cuidar, conservar y promocionar. Y si es minoritario, con más razón aún.

miércoles, 23 de mayo de 2018

La solidaridad mueve montañas

 UNA TREINTENA DE ALPINISTAS ESCRIBEN SOBRE SUS VIVENCIAS EN LAS ALTURAS EN EL LIBRO ‘SOS HIMALAYA. RELATOS SOLIDARIOS

En el valle del Makalu, en el Himalaya, un servicio tan básico y corriente en Occidente como un hospital o un pequeño centro sanitario es un lujo. Y no precisamente asiático. En el valle del Makalu no hay un solo hospital. Si un sherpa quiere acceder a una consulta médica (en Nepal la sanidad y la educación son de pago), debe caminar cuatro o cinco días para llegar a la ciudad más próxima y tomar un autobús con destino a Katmandú. Para paliar esta situación que provoca, entre otras consecuencias, que el índice de mortalidad infantil sea muy elevado, la Fundación SOS Himalaya se ha propuesto convertir un edificio en ruinas en la aldea de Seduwa en un pequeño hospital de doce camas con un equipo quirúrgico, un médico, una enfermera y un auxiliar.
Toda ayuda es poca, así que la fundación ha reunido a la crème de la crème del alpinismo para dar forma al libro de relatos SOS Himalaya. Relatos solidarios y cuya recaudación se destinará al proyecto de hospital. La fundación materializa sobre el terreno, en Nepal, el sueño de Iñaki Ochoa de Olza (de cuya muerte mañana se cumplen diez años) de mejorar las difíciles condiciones de vida en una de las zonas más pobres del mundo.
Una treintena de montañeros han aportado sus textos y han cedido sus derechos de autor para engrosar esta obra que se presenta esta tarde en el Aquarium de Donostia (19.30 horas).
DE FELIPE URIARTE A KILIAN JORNET El libro está editado por Sua, que también cede al proyecto los beneficios por la venta de la publicación, y reúne a montañeros de la talla de Felipe Uriarte, Juanito Oiarzabal, Alberto Iñurrategi, Edurne Pasaban, Nives Meroi, Òscar Cadiach, Ramón Portilla, Koldo Aldaz, Carlos Pauner, Alex Txikon, Josu Bereziartua, Jordi Tosas, Kike de Pablo, Carlos Suárez, Araceli Segarra, Chus Lago, Juanra Madariaga, Mikel Zabalza y Jordi Corominas;históricos como Julio Villar, Juanjo San Sebastián, Jordi Pons, Gregorio Ariz y Josep Manuel Anglada, así como a personas ligadas al mundo del montañismo que estuvieron vinculadas con Ochoa de Olza o su fundación como Silvia Vidal, Óscar Gogorza, María Climent, Xavier Arias, Sebastián Álvaro, los hermanos Iker y Eneko Pou, y Kilian Jornet. A todos ellos, los coordinadores del libro, los periodistas Juanma Sotillos y Txusma Pérez Azaceta, solo les pusieron un requisito: que el texto versara sobre el Himalaya.
El resultado es un compendio de escritos sobre sus experiencias en la cordillera más famosa del planeta, el montañismo, la vida y la muerte, Nepal, el Annapurna, la palabra sherpa (didáctico y delicioso el texto de Felipe Uriarte), los intentos de ascender a cimas que se quedaron en eso, en intentos;y decenas de vivencias. Como no podía ser de otro modo, en el libro se intercalan fotografías de Nepal y sus moles blancas, y contiene también joyitas como los clásicos dibujos con los que Julio Villar acompaña sus textos.
Sherpa Pasang, hijo adoptivo de Koldo Aldaz que trabaja junto a SOS Himalaya, y Mingma Dorjee Sherpa, cocinero de Iñaki Ochoa de Olza en sus expediciones, firman el prólogo del libro, junto a Juanma Sotillos.
Precisamente, Mingma Dorjee Sherpa trabaja actualmente mano a mano con el alpinista y médico ovetense Jorge Egocheaga (amigo de Ochoa de Olza) para, junto a la Fundación SOS Himalaya, instalar campos médicos en el valle del Makalu y dar una cobertura sanitaria básica a sus habitantes.
La iniciativa de levantar el hospital es el siguiente paso pero, para que el sueño sea una realidad, la fundación calcula que necesitará 140.000 euros para afrontar la primera fase del proyecto, y otros 96.000 para la segunda. Cerca de 4.000 familias se beneficiarán de un servicio que se construye también libro a libro (cada ejemplar cuesta 21 euros). Relatos cargados de solidaridad para recaudar fondos y dignificar las condiciones de vida en el valle del Makalu.

viernes, 18 de mayo de 2018

Baño de sangre en Gaza

En una escena de La lista de Schindler, el comandante nazi Amon Göth (interpretado por Ralph Fiennes) practica desde un balcón el tiro al judío mientras fuma un pitillo. Göth coge su escopeta y dispara contra los prisioneros que caminan junto a los barracones como si cazara conejos. La maldad en estado puro. Cómo no recordar la escena estos días en los que el Ejército israelí ha convertido la Franja de Gaza en una carnicería. Desde que hace siete semanas los palestinos iniciaron las marchas para conmemorar el 70º aniversario de la Nakba, han muerto 114 personas y 10.000 han resultado heridas por disparos de militares de Israel. Solo la matanza del lunes se cobró 60 víctimas, de ellas ocho niños. El Ejército actuó como Amon Göth, con francotiradores que masacraron a todo aquel que se acercara a la valla que separa Gaza de Israel. La impunidad con la que mata el Gobierno sionista de Netanyahu (el miércoles dijo que en “en Gaza pruebas métodos no letales y no funcionan”) y su crueldad es propia de psicópatas. Raya la política de exterminio. Al explosivo cóctel de Oriente Medio solo le faltaba un pirómano como Trump. El cuanto peor, mejor, siempre ha sido un buen aliado de los fanáticos que anidan y gobiernan a ambos lados de la Franja.

sábado, 12 de mayo de 2018

Apologista del silencio

Mondragon Unibertsitatea ha organizado el 26 de mayo en el campus de Eskoriatza una jornada titulada Viaje al silencio: reflexiones sobre las claves de un desarrollo humano pleno. El silencio. Un compañero que reside muy cerquita de Polloe dice que no hay como vivir al lado de un cementerio para disfrutar del silencio. Con los años, me he convertido en un apologista del silencio. En concreto, del silencio entre las 22.00 y las 8.00 horas. Entre esas horas, minuto arriba, minuto abajo, debería estar prohibido hasta pasar las hojas del periódico. Apoyaría una normativa como la alemana, que prohíbe el ruido de lavadoras, teles, lavavajillas y demás aparatos a partir de las diez de la noche, y destierra a las aspiradoras los fines de semana. Hay pocas cosas que te molesten más que tu vecino pateando la casa con zapatos a las tantas de la mañana. Poca broma con el silencio. Decía ayer en La Vanguardia Mariano Bueno, experto en Geobiología, que el ruido por encima de 55 decibelios (el equivalente al que produce un lavavajillas) puede provocar una bajada de defensas, un aumento de enfermedades infecciosas, incremento de la presión arterial y alteración del ritmo cardiaco, una subida del colesterol, además de estrés y ansiedad. Así que mucho ojito, y mucho silencio.

viernes, 4 de mayo de 2018

Buenas noticias

Hace unos años, una compañera de la redacción propuso que dedicáramos un periódico entero a publicar solo buenas noticias. Por si surge algún picajoso, diré que fue antes de 2012. O sea, antes de que la Universidad de Deusto creara El diario Tomorrow, una publicación que reescribía la actualidad en clave positiva. Recogía malas noticias y, con la colaboración de los lectores, las transformaba en mensajes repletos de buenismo. El caso es que la iniciativa de nuestra compañera no se materializó, pero digamos que pasaba por salpicar las páginas del periódico solo con noticias que nos alegraran el día. Desde un avance médico en Sociedad a un logro deportivo en Deportes, un premio a una trayectoria en Cultura, un acuerdo de paz en Internacional, un pacto entre todos los partidos políticos en Política o, en la sección de Economía, una subida salarial de tres años en un sector castigado por los recortes. La idea no fructificó. La realidad es la que es y, en un periódico como el que tiene entre manos (o en una web si está leyendo vía móvil, tablet u ordenador), publicamos a diario de todo, como en botica. Es una utopía publicar solo buenas nuevas, pero la noticia que abre hoy este y otros tantos periódicos vale por muchos periódicos de malas noticias. Es la noticia que varias generaciones de vascos estábamos esperando.

viernes, 27 de abril de 2018

Dimitir

un bufón denteroso que ejerce el pseudoperiodismo y que se jacta de que en el panfleto digital que dirige se publican noticias falsas y mentiras, puso el miércoles la puntilla a la carrera política de una presidenta que roba, pero de manera involuntaria. Cada vez se lo ponen más difícil a los redactores de El Mundo Today. No hay crema regeneradora suficiente en el planeta para lavar la putrefacción en el PP. Les salen manzanas podridas del cesto cada semana y las cuchilladas entre las familias del partido son propias ya de pandilleros. Tras destaparse el falso máster de Cifuentes, un cargo político con dos dedos de frente y un pelín de honradez hubiera dimitido medio minuto después. Los manuales de estilo dicen que si te pillan con las manos en la masa, lo más inteligente (además de decente y ético) es dimitir a la de ya, desaparecer del mapa y ponerte a disposición de la justicia. Recuerden a Javier Otano, presidente de Navarra durante menos de un año. En junio de 1996 se desayunó con un titular en el que se señalaba que una jueza había descubierto que, junto a su mujer, tenía una cuenta bancaria en Suiza con unos 200 millones de pesetas. Para el mediodía ya era un cadáver político: dimitió en un santiamén. Concretamente, ese mismo día. Los jueces, ¿dimiten?

viernes, 20 de abril de 2018

Sant Esteve de les Roures

El universo de Twitter a veces es maravilloso. La cuenta oficial de la Guardia Civil recriminó recientemente al Ayuntamiento de Sant Esteve de les Roures que publicara tuits e imágenes en los que criticaba la actuación de la Benemérita en el referéndum del 1 de octubre. La Guardia Civil entró al debate en la red del pajarito al trapo y a saco, pero ha recibido como respuesta un vendaval de contestaciones humorísticas e ingeniosas como no se recuerda. El Ayuntamiento de Sant Esteve de les Roures no existe. Bueno, solo existe en un atestado (este sí, verdadero) que la propia Guardia Civil envió al juez Llarena en el que detallaba en qué pueblos había intervenido durante el 1-O. En concreto, en el documento se especificaba que en esta localidad que solo figura en el imaginario de la Guardia Civil se habían registrado cerca de 300 episodios violentos. No es la primera vez que la Guardia Civil comete errores de bulto en sus informes. Recuérdese cuando confundió herriko etxea con herriko taberna. Esta vez la bola ha crecido de tal forma que ayer Sant Esteve ya contaba con cuentas en Twitter de su parque de bomberos, su universidad, su hospital, sus medios de comunicación, sus clubes de todo tipo, aeropuerto, centros de investigación, juzgados y, cómo no, una colla de castellers. Muy grandes.

viernes, 13 de abril de 2018

El peso de la ley

El macartismo la emprendió el otro día contra Alberto San Juan y trató sin éxito de que el Ayuntamiento granadino de Pinos Puente prohibiera la representación de la obra de teatro Autorretrato de un joven capitalista español, protagonizada por el actor. La petición llegó de la mano de la Santa Inquisición, ergo el PP, que acusa a San Juan de “ofender de manera muy grave a víctimas del terrorismo, a la Iglesia, al estamento judicial o a la policía”. San Juan salió en su día en defensa de los titiriteros que estuvieron cinco días arrestados por supuesta apología del terrorismo. Aquello le costó una querella que luego fue archivada, como también lo fue el caso de los titiriteros. Curiosamente, uno de los cargos del PP que ha lanzado improperios contra San Juan es Antonio Duarte, su portavoz en Pinos Puente, que en 2003 intentó agredir al lehendakari Ibarretxe cuando se dirigía a impartir una conferencia en la facultad de Derecho de Granada. Al tal Duarte no le cayó encima el peso de la ley, esa expresión que los dirigentes del PP repiten machaconamente día tras día, porque no hubo siquiera una denuncia contra él. El peso de la ley, tan liviano para algunos que se han hecho millonarios robando a espuertas en las instituciones públicas, y tan contundente para chavales como los de Altsasu, que hoy cumplen 515 días en prisión.

lunes, 2 de abril de 2018

Y Cifuentes sin aparecer

Para quienes se fueron el miércoles por la tarde a la Conchinchina, volvieron ayer, y no han leído ni un solo periódico, no han consultado Twitter, ni Facebook, ni han sintonizado la radio, ni han visto ningún informativo en televisión, les resumo estas cinco jornadas en un santiamén. En unos cuantos flashes. El jueves no pasó nada del otro jueves. El viernes, cuatro ministros, cuatro, entre ellos el de Educación y Cultura, cantaron a viva voz en Málaga, junto a la Legión, el himno El novio de la muerte,que es una canción de cuando Franco, aunque dice Rafael Hernandoque es “muy respetable”.Cristina Cifuentes seguía desaparecida. China avisaba (el que avisa no es traidor) de que vagaba por el espacio un satélite que habían dado por amortizado en 2016 y que en cualquier momento podía caer sobre nuestras cabezas. Afortunadamente, cayó ayer en mitad del Pacífico. El sábado volvió la Liga y a eso de las diez de la noche nos las prometíamos felices porque la derrota del Barça mantenía virgen el récord de imbatibilidad de la Real con el que sacamos pecho. Hasta que llegó Messi. El domingo fue ni fu ni fa, y ayer, parecido. En fin, que aquí ha llovido, pero menos de lo que se esperaba. Y, por lo demás, todo bien. En nuestro barrio los bares estaban semivacíos, y sobraban aparcamientos y sin pagar la OTA, oiga. Que ustedes lo disfruten.

miércoles, 28 de marzo de 2018

De Lesaka al Everest

Cuando Martin Zabaleta plantó la ikurriña en el Everest, el 14 de mayo de 1980, yo tenía nueve años. Todo lo que sé de aquella expedición que marcó un antes y un después en el montañismo vasco, lo he ido leyendo, primero en libros, luego en revistas y más tarde en Internet. Uno de los montañeros que participó en aquella gesta era “del pueblo de al lado”, de Lesaka para más señas, así que a los de nuestra generación su nombre se nos quedó grabado de por vida. Xabier Erro se llamaba. Y Erro lo asociábamos al Everest. Uno de los privilegios que tiene nuestra profesión es que te ofrece la oportunidad de conocer a gente interesante que tiene algo interesante que contar. Hace ahora tres años, 38 después de aquella hazaña en el Everest, disfruté de una de esas ocasiones. Dos horas de entrevista con Erro: un repaso a aquella expedición al Everest, a sus experiencias en los volcanes de México, sus viajes a los Andes, a la travesía que realizó desde México al Fritz Roy, en Patagonia, con Martin Zabaleta en un escarabajo, a su labor de guía de montaña en Mendiak eta Herriak, o su vida de jubilado después de trabajar de profesor en el Instituto Pío Baroja de Irun. Un libro abierto al que merecía mucho la pena escuchar. Un placer. Goian bego.

domingo, 25 de marzo de 2018

2:27 de sensatez

Son dos minutos y 27 segundos de discurso. Gustosamente se lo transcribiría íntegro, pero ocupa el doble de espacio que este texto. Es lo más sensato que he escuchado en tiempo sobre deporte, entrenadores, padres y árbitros. Hablo de Frank Martin, entrenador de baloncesto de la Universidad de Carolina del Sur (EEUU), y las declaraciones que realizó en una rueda de prensa. Ese vídeo de dos minutos y pico se ha hecho viral esta semana en las redes sociales porque es puro sentido común. Martin afirma que cuando acude a un partido de baloncesto de sus hijos no abre la boca. Ni para dirigir a sus hijos desde la grada, ni para censurar alguna decisión de los árbitros. Tampoco deja que sus hijos critiquen delante de él a sus entrenadores. Se preocupa por sus hijos si alguien les falta al respeto o fracasan. Martin resume su ideario al final de su speech: “¿Hay alguien que está dedicando su tiempo libre en un domingo casi gratis para ayudar a los hijos de otras personas, y vamos a tener a los adultos en las gradas gritando obscenidades a los árbitros, criticando cada decisión del entrenador, gritando a los chavales?” A veces hay personas que explican en público aquello que tú piensas y no sabes cómo expresarlo. Martin es uno de ellos.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Menos ropa, más educación

De cuando en cuando hacemos limpieza de conciencia y donamos ropa para África. Ropa usada, claro. La que ya no nos sirve, lleva meses colgando del perchero o guardada en el armario. Craso error. Lo explicaba el pasado viernes Javier Colomo, responsable de la ONG Amigos Solidarios, en la presentación de la Carrera de Primavera del Donostiarrak, en la que la asociación portará el dorsal 0. “Cuando mandamos ropa a África, lo que estamos haciendo es dañar al local que tiene un negocio de venta de ropa. En África lo que nos piden es educación y sanidad”. Amigos Solidarios ultima la puesta en marcha de una unidad pediátrica en Lokitaung, en la región de Turkana, al norte de Kenia, una zona en la que un 35% de los niños menores de cinco años están desnutridos. Colomo fue desgranando datos que ponían los pelos de punta. Lokitaung se encuentra cerca de la frontera con Sudán del Sur, donde se estima que si continúa la hambruna pueden morir 5,5 millones de personas. “Siempre nos piden escuelas”, explicó Colomo. Un colegio de preescolar como el que Amigos Solidarios levantó en Bujagali (Uganda) cuesta 19.000 euros con material y trabajadores locales. Y un curso completo de preescolar, 40 euros. Con qué poco podemos hacer tanto. Mucho.

miércoles, 7 de marzo de 2018

De la cabina al móvil

Cuando éramos niños, nos solíamos reír de Jexux, un hombre que se pasaba horas y horas hablando por teléfono en una cabina. Todo el pueblo sabía que aquel hombre no hablaba con nadie. Que mantenía una conversación imaginaria con alguien imaginario. Con su paraguas colgado a la espalda, Jexux hablaba y hablaba en la cabina mientras nosotros reíamos al pasar. Aquel hombre se partiría la caja si nos viera hoy, colgados como estamos del móvil a todas horas. Esta paradoja, la de Jexux, la cabina y los móviles, se cuenta en un pasaje de la obra de teatro Txoriak eta zauriak, escrita por Gaizka Sarasola e interpretada de manera sobresaliente por Mairu Antzerki Tailerra, un grupo de actores y actrices amateurs formado por Juanan Saralegi, Ritxi Abril, Ainara Ribera, Josune Etxepare, Gotzone Rekondo y el propio Sarasola. Desde su cabina, Jexux fliparíaal comprobar que nos hemos convertido en autómatas que caminamos por la calle con los ojos pegados a la pantalla del móvil. Según el último informe Mobile Economy de la GSMA, la asociación que organiza el recién concluido Mobile World Congress de Barcelona, el número de tarjetas SIM se eleva ya a 7.800 millones y ha superado por primera vez la población mundial (7.600 millones de personas). El móvil es ya un apéndice más de nuestro cuerpo.

viernes, 23 de febrero de 2018

Sentido del humor

Católicos, judíos, musulmanes y cristianos evangélicos han hecho esta semana causa común y han firmado un comunicado conjunto en el que denuncian las “constantes y reiteradas ofensas” a los símbolos y sentimientos religiosos, y critican la “tolerancia social incomprensible” hacia lo que consideran ataques a sus creencias. Los máximos representantes de las cuatro confesiones religiosas mayoritarias en el Estado van más allá y piden a políticos, jueces y fiscales que tomen cartas en el asunto. La gota que ha colmado el vaso religioso ha sido el último Carnaval, sobre todo el pregonero de Santiago de Compostela que se vistió de apóstol e insultó a la virgen de El Pilar, y una drag queen de Las Palmas de Gran Canaria que se disfrazó de virgen María. La Iglesia católica se siente atacada porque considera que se traspasa la línea que separa la libertad de expresión y el respeto de la ofensa a símbolos sagrados. Sagrado es también pagar impuestos como el IBI. A mí no me hace gracia que la Iglesia católica no pague el mencionado impuesto o que tampoco abone la tasa sobre construcciones, instalaciones y obras, o que goce de privilegios en la famosa casilla del IRPF. Pero debe ser que yo no tengo sentido del humor.

viernes, 16 de febrero de 2018

Pleno al quince

Tanta lluvia no puede ser buena. Como en la Quiniela, en febrero hemos logrado el pleno al quince. Ha llovido los quince primeros días de mes (ayer, de madrugada, unas gotitas). Un día sí, otro también. En enero solo hubo cuatro días sin precipitaciones, en diciembre cinco y en noviembre, glorioso mes, trece. O sea, que ha llovido 85 de los últimos 107 días. Los datos son de la web de Euskalmet. Concretamente, de la estación del Añarbe. De agua vamos sobrados, para llenar 100 pantanos, pero supongo que de horas de sol andamos justitos. No sé si tanto como en Bélgica, donde, según contaba hace un par de semanas La Vanguardia, el sol solo lució 30 horas entre diciembre y enero, cuando la media hasta ahora era de 103. Un visto y no visto. Sabido es que el sol, tomado en pequeñas dosis, es bueno para la piel, los huesos, las defensas, el estado de ánimo y hasta la vida sexual. Así que en Bélgica no se andan con chiquitas y han causado furor unas gafas lumínicas que se colocan encima de las cejas y están provistas de pequeñas bombillas led y espejos. Las lentes engañanal cerebro haciéndose pasar por luz solar. En el caso de los niños belgas, se suele aconsejar que tomen vitamina D, no solo en invierno sino durante todo el año. Hoy, sol..

viernes, 9 de febrero de 2018

'Loz Eredia'

Hace unos quince años, una cuadrilla de amigos nos disfrazamos de gitanos. Éramos Loz Eredia. Y para que no hubiera dudas, el nombre estaba escrito en el carromato con el que recorrimos las calles, una y otra vez, de arriba a abajo, durante el Lunes de Carnaval. El carromato estaba tirado por un caballo y era full equip: tenía chimenea, un compartimento, tenderetes con ropa colgando, etc. La idea era que nos acompañara también una cabra, pero la muy cabrona seguramente se olió el percal y la víspera desapareció del monte. Fue la primera y única vez que he poteado a rondas de Tío Pepe. Teníamos nuestro patriarca (Amador) y nuestra matriarca, y luego una prole que daba grima vernos. Qué pintas. Pocas veces he echado tantas risas. Un clan, vamos. Quince años después, no sé si podríamos repetir disfraz en esta sociedad tan políticamente correcta, tan absurda a veces. Te disfrazas de gitano e igual te expones a una sanción por maltrato animal (carromato tirado por caballo) y por atentar contra los derechos del pueblo gitano, y te vienen los forales porque el carro no llevaba la pegatina de la ITV. Vete tú a saber. Una familia de gitanos, vecinos de todos nosotros, payos, se descojonaba cada vez que nos veía pasar con el carromato. Pero de aquello hace ya quince años.

viernes, 2 de febrero de 2018

Mi primera vez

Mi sobrino Peru va a ir hoy por primera vez a Anoeta. Ayer nos llamó su madre para ver si teníamos un gorro o una bufanda de la Real. No tengo claro cuál es el equipo preferido del chaval, Gure Txokoa al margen. Le he visto vestido con la equipación entera de la Real, con la de Osasuna (la del portero Nauzet, de amarillo de arriba a abajo), la del Barça, la de la selección italiana, la de Portugal y la del PSG (unos gayumbos). El verano pasado, en vísperas de su cumpleaños, nos pidió que le regaláramos la camiseta de Dybala, el argentino de la Juventus. El caso es que no tenemos ni gorro ni bufanda de la Real. Tengo una bandera txuri-urdin que cayó en mis manos hace más de 25 años, en aquel derbi de San Mamés en el que el recordadoTxipirón Atkinson marcó un txitxarro que no fue suficiente para ganar al Athletic. Ahogamos aquellas penas con una farrilla estudiantil por el Casco Viejo. Mi primera vez, como la de hoy de Peru, fue ante el Espanyol (entonces Español de Barcelona) en Atocha. No recuerdo que vistiera la camiseta de la Real. Si tuviera que comprar ahora una, sería sin publicidad, sin serigrafiar ningún nombre (que luego pasa lo que pasa) y, a poder ser, de los años 80. A lo sumo, rotularía en la espalda el nombre de Genaro Celayeta. Pero no hay mejor debut que con un triunfo. Así que Peru, hoy toca ganar.

viernes, 26 de enero de 2018

Prensa en papel para ESO

"¿Cómo os ha afectado a la prensa escrita la expansión de Internet y la digitalización de los medios? ¿Te gustaría ser corresponsal de guerra? ¿Se viaja mucho siendo periodista? ¿Qué noticia es la más rara que has cubierto? ¿Te llevas mucho trabajo a casa?" Dos grupos de alumnos de primero de ESO del instituto Toki Ona (bonito nombre para un centro educativo) me sometieron hace una semana a un cariñoso tercer grado. Ya sea ante una audiencia de chavales o frente a un grupo de adultos, no resulta sencillo relatar el día a día de esta bendita profesión, tan mitificada a veces. Ni antes era sencillo explicar nuestro trabajo, ni lo es ahora, en plena ebullición digital. Como no sabía si los chavales de primero de ESO (12-13 años) leen prensa (en papel, digital o al gusto del lector), me planté en el aula con quince periódicos bajo el brazo, todos diferentes: locales, regionales, españoles, vascos, deportivos, económicos, en euskera, en catalán... Toda una declaración de intenciones. Ante chavales que en el futuro seguramente leerán la prensa en tablet y móviles, no se me ocurrió otra cosa que llevarles un muestrario de periódicos. Prensa en formato papel. Nostálgico que es uno. Ah, y por si leen los alumnos estas líneas, la charla no caerá en el examen. Era vacile.

viernes, 19 de enero de 2018

No hay semana sin control. Generalmente, en la vuelta a casa después del trabajo. Suele ser rutinario. De dónde viene, adónde va. “Vengo de recoger 30 kilos de coca, señor agente. Comprúebelo usted mismo en el maletero”, digo para mis adentros. Si llevas bien puesta la pegatina de la ITV, tienes el salvoconducto. Hace unos meses batí mi propia marca. De regreso a casa, también después del trabajo, de una tacada y en menos de media hora pasé tres controles de tres cuerpos policiales distintos. Bingo. Suele decir un amigo que Euskadi es, de largo, el país en el que nunca se le ocurriría atracar un banco. “Cuando entres en la sucursal con tu capucha y tu pistola simulada, tendrás muchas probabilidades de que un agente de paisano esté sacando dinero en el cajero”, dice. Anteayer supimos que desde que ETA anunció en 2011 el cese de su actividad armada, el número de guardias civiles y policías nacionales ha descendido un 20% en la CAV. También ha bajado la cifra de militares. Si sumamos la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Ertzaintza y las policías locales, hay unos 15.000 efectivos en total, casi siete agentes por cada mil habitantes, la tasa más alta de Europa. Siete años después del fin de la violencia, no se entiende que la presencia policial no se haya adecuado al nuevo contexto. Mucha Policía...

viernes, 12 de enero de 2018

El 'kit' completo

Muchas risas el miércoles con el tuit (luego borrado) que publicó la Dirección General de Tráfico en la que recomendaba llevar siempre en el coche un kit antinevadas. Aconsejaba portar hasta 18 artículos: cadenas, pinzas, una linterna, una pala, barritas energéticas, un silbato, una radio, un botiquín, un kit de herramientas, enganches para el remolque, un traje de agua, gorro, guantes, chaleco reflectante, un móvil y su correspondiente cargador, agua, una manta y, ya puestos, el historial médico y medicamentos que nos haya prescrito el doctor. Ante la cascada de chanzas, la DGT aclaró que se trataba de una propuesta orientativa. No sé qué lleva cada cual en su coche. En el mío no suelen faltar el gorro, dos pares de guantes, una gorra, las cadenas, el chaleco, un botiquín (gentileza del concesionario en el que compré el coche), el móvil (que hace a su vez de linterna), el cargador del móvil, una manta, un paraguas, una toalla, los triángulos y, a falta de un historial médico, hay una prueba de esfuerzo que suele estar dando vueltas en el maletero. Tampoco faltan nunca un periódico viejo y algún libro. Y antiguamente, hasta el obligatorio recambio para los juegos de luces. Así que en nada compraré el resto: la pala, el silbato, las herramientas, las pinzas y el enganche para el remolque. Equipo completo, equipo Comansi.

viernes, 5 de enero de 2018

Tres paradojas, tres

El otro día me preguntaron si la camiseta de la Real se puede comprar en Women’secret. Como es lo más parecido a un pijama de rayas... Se da la paradoja de que la Real ha decidido que el próximo domingo en Leganés no lucirá en su horrenda elástica la publicidad de su patrocinador chino, pero sigue vendiendo la prenda en sus tiendas... con el dichoso logo en la pechera. Pocas veces resulta tan apropiado hablar de la mancha publicitaria. Segunda paradoja. La Fundación Kirolgi, presidida por el diputado foral de Cultura y Deportes, firmó hace un mes un convenio de colaboración con una casa de apuestas, nuevo mecenas de esta entidad que apoya al deporte de elite guipuzcoano. Hay quien considera que la ludopatía es comparable a la adicción al tabaco, el alcohol o las drogas. Si la publicidad de alcohol y tabaco esta erradicada del deporte, ¿es lógico que se mantenga la de las apuestas deportivas? Ahí lo dejo. Tercera y última paradoja, propia de sinvergüenzas. Días antes de que el Banco Santander comprara el Banco Popular, 68 grandes empresas e instituciones públicas (con información privilegiada) retiraron fondos por valor de más de 4.000 millones. El Gobierno llamaba a la calma y pedía tranquilidad a los clientes particulares. Primos, que somos unos primos.