viernes, 25 de agosto de 2023

Sin gobierno

Los ciudadanos de Murcia votaron el pasado 28 de mayo para elegir el nuevo parlamento de la región. Tres meses después (se cumplirán este lunes), la autonomía sigue sin gobierno y se mantiene en funciones el gabinete de Fernando López Miras, del PP, ese señor que tiene un parecido físico razonable con el padre de Mari Luz. Las elecciones generales se celebraron el 23 de julio. El primer pleno de investidura está previsto para los días 26 y 27 de septiembre y, en el caso de que ni Feijóo ni Sánchez consigan suficientes apoyos, se convocarían nuevos comicios para el 14 de enero. Casi seis meses después de las elecciones. Lo único potable de esta ensalada de fechas es que, como sería una repetición de elecciones, la campaña electoral se reduciría a una semana, aunque sería de agradecer que se la fumaran por completo. De paso nos ahorraríamos bastante gastos superfluos, mucho papel y bastantes promesas que se quedan en eso, en promesas. Ya puestos podrían cambiar la ley y designar a los presidentes de gobierno como se hace con los alcaldes. Hay tres semanas entre las elecciones y la votación para designar nuevo alcalde. Aquí es al revés y cada vez más se estila el modelo belga. Los belgas estuvieron 650 días sin gobierno entre 2018 y 2020, pero no hay mal que por bien no venga: mejoraron la corrupción, el paro y la economía.

viernes, 18 de agosto de 2023

'Padre nuestro'

El domingo ardieron las redes sociales al difundirse un vídeo en el que los jugadores del Athletic rezaban el Padre nuestro en el vestuario minutos antes de enfrentarse al Real Madrid en San Mamés. Es un ritual que se pierde en el túnel del tiempo y que no tiene una fecha concreta de inicio, aunque hay quien sostiene que la tradición se remonta a hace unos cien años. Me sorprende que sorprenda pero no porque sea demodé sino porque se celebra desde hace casi un siglo y hay quien se enteró el domingo. Hace unos días, la plantilla al completo de Osasuna se desplazó al Castillo de Javier. Lo hace todos los años, encabezada por el presidente de turno, para asistir a una misa en la basílica y realizar una ofrenda floral al santo. Hasta hace nada, los jugadores, los técnicos y la directiva de la Real acudían a la basílica de la Virgen del Coro para la tradicional misa antes de iniciarse la temporada. Y en 2010, el año del ascenso, el recorrido triunfal de la Real por Gipuzkoa finalizó con una ofrenda a la Virgen de Arantzazu. En una sociedad vasca cada vez más alejada de la Iglesia católica (en 2022 se estimaba que el número de católicos en Euskadi había caído hasta el 55% y que los no creyentes crecían hasta el 40%) llama la atención la vinculación entre el fútbol y el catolicismo. Ya lo decía La Polla Records: “Gol en el campo, paz en la tierra”.

miércoles, 16 de agosto de 2023

Cebralín

El otro día se difundió desde una cuenta de Twitter radicada en México un bulo que anunciaba el fallecimiento de José Luis Perales. El cantautor no estaba muerto, estaba de parranda en Londres, desde donde envió un vídeo en el que, con tono de humor, decía: “Estoy más vivo que nunca, estoy más feliz que nunca”. La falsa noticia de la no muerte de Perales, que al parecer nació y se propagó por las redes sociales, sobre todo por medios latinoamericanos, vuelve a evidenciar que las reglas del periodismo que han servido toda la vida ahora son papel mojado. Decenas de medios publicaron obituarios, pésames y perfiles de Perales sin contrastar la información. La palma se la llevó la agencia de noticias Quadratín México con este titular: Y se marchó... El cantautor español José Luis Perales ha muerto a los 78 años. La mismísima Wikipedia actualizó sus datos sobre el artista para publicar que había muerto el 7 de agosto de 2023. Hubiera bastado una llamada telefónica para desmentir la noticia. Al contrario, lo habitual en las redes sociales es replicar una información sin contrastar, basándose simplemente en lo que han publicado otros. Se crea una bola de nieve y, como en Internet todo desaparece con la tecla de borrado, no queda rastro. En papel, ni envolviendo lechugas con un periódico consigues borrar una noticia falsa. La mancha queda de por vida. No la quitas ni con Cebralín.