viernes, 29 de diciembre de 2023

12 meses, 12 montes (VI)

Por estas fechas es ya costumbre describir las doce salidas montañeras que hemos hecho en 2023. Todas con la misma premisa: una excursión cada mes y con inicio y llegada en un núcleo urbano. Empezamos en enero con la subida a un Pagoeta nevado desde Zarautz. En febrero tocó todo un descubrimiento, Haltzamendi, desde la localidad de Otzaize, en Lapurdi. Urdaburu, un clásico, tomó el relevo en marzo con Hernani como punto de partida y llegada. Un espléndido día de abril subimos a Buetraitz desde Oñati, previo paso por Aloña. Otro clásico, Buruntza desde Andoain, fue el elegido en mayo, y en junio regresamos a Lapurdi para subir el precioso Buztanzelhai desde Baigorri. En julio llegó el plato fuerte del año: el Orhi, pero no desde el puerto de Larrau sino desde el pueblo de Larraine, una subida no muy larga pero muy vertical. En agosto ascendimos al modesto Urtsua desde el municipio de Makea y en septiembre Aitzorrotz desde Eskoriatza. El buen tiempo de octubre nos permitió hacer cima en el Pene Blanque, un pico a la sombra del Anie y la Mesa de los Tres Reyes. En noviembre volvimos a Debagoiena para estrenarnos en el monte Elorrieta y pasar también por Kurutzebarri saliendo desde Eskoriatza, y cerramos el año en Baratxueta, en una excursión que arrancó y acabó en la localidad navarra de Etsain. En 2024, otros doce.

viernes, 22 de diciembre de 2023

'PEC'

Una chavalota que en un mes cumplirá 21 años me dijo hace unos días, con cara de asombro, que desconocía que Zuhaitz Gurrutxaga había sido futbolista profesional antes que humorista. Para ella, Zuhaitz es (era) la pareja del no menos grande Mikel Pagadi en Herri Txiki, Infernu Handi. Cuando me puse en plan abuelo Cebolleta y le recordé que Gurrutxaga debutó con la Real en un partido ante el Atlético en el que acabó expulsado, pero que esa tarde secó a un armario empotrado de nombre Jimmy Floyd Hasselbaink, ya se quedó a cuadros, que es una expresión que creo que ya no se lleva. “También jugó en el Real Unión”, le dije ya de corrido. A veces nos separa un mundo de aquellos a los que llevamos 30 o 40 años. Si estos próximos días tienen la suerte de compartir mesa y mantel con la chavalería, sepan que utilizan expresiones para las que no hay diccionario que valga. Por ejemplo, PEC, que es un acrónico de “Por el culo” (con perdón) y que lo usan cuando algo les gusta. O sea que si oyen “croquetas PEC”, es que las croquetas de la amona son cojonudas, que es como lo diríamos nosotros, los viejunos. Si escuchan “servir coño”, les puede parecer soez pero en realidad ellos y ellas quieren expresar que se sienten poderosos. También usan “Y la queso”, que no sabría explicarles qué significa, pero que aquí se dice “Eta gazta”.

viernes, 15 de diciembre de 2023

Funerales irlandeses

Shane MacGowan, el líder de los Pogues, odiaba los funerales pero, será por aquello de llevarle la contraria, el sábado pasado le tributaron una despedida preciosa. De todas las imágenes que han trascendido de la ceremonia, sobresale por emotiva la interpretación que Glen Hansard y Lisa O’Neil hicieron de la célebre Fairytale Of New York, sin duda el más bonito de los himnos navideños. La revista Ruta 66 explica en un artículo cada detalle del homenaje, que estuvo presidido por una foto del cantante con una copa de vino y un pitillo, junto al féretro de mimbre, que fue paseado por las calles como si se tratara de un funeral de Estado. Como pasa con casi todo en estos tiempos, Victoria Mary Clarke, la mujer de MacGowan, ha tenido que desmentir que, tras el funeral, los asistentes acudieran a un pub en el que el cantante había dejado 10.000 euros para que se lo gastaran en cerveza. Dada la afición del finado al alcohol y las drogas, tampoco es que nos hubiera extrañado, pero no, la viuda asegura que el último brindis de su marido fue por la paz y el amor en el mundo. Seguramente, nadie (los británicos juegan en otra liga) entierra a sus muertos como lo hacen los irlandeses, que en pocos años han dicho adiós a Dolores O’Riordan, Sinéad O’Connor y Shane MacGowan.

miércoles, 13 de diciembre de 2023

Aitor Zabaleta

Poco más se puede añadir a los tres testimonios que hemos publicado a lo largo de esta semana en este periódico con motivo del 25º aniversario del asesinato de Aitor Zabaleta. Maider Gorostidi, presidenta de la peña Izar; Iker Zabaleta, hermano de Aitor; y Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, han explicado al detalle tanto la encerrona mortal que sufrió el aficionado de la Real y quienes le acompañaban, como toda la farsa que rodeó al juicio posterior. Aitor Zabaleta, además de dar nombre a la grada más bulliciosa de Anoeta, se ha convertido en un símbolo de la hinchada txuri-urdin. A Aitor no sólo le mataron sino que luego, durante años, mancillaron su nombre cada vez que la Real visitaba el estadio del Atlético de Madrid. Los insultos hacia la figura de Aitor han sido constantes y el club colchonero, que no se ha destacado precisamente por desterrar a los ultras de sus gradas, ha mantenido un silencio cómplice. 25 años después, desgraciadamente, a nadie le extrañaría que se repitiera un crimen similar. Los ultras siguen campando a sus anchas por los campos de fútbol de Europa. En manos de los clubes que les amparan está erradicarlos. ¿Se acuerdan de los Ultrasur y los Boixos? Desde que las directivas que los tutelaban les retiraron su apoyo, están desaparecidos del mapa. Así de sencillo.

viernes, 1 de diciembre de 2023

Transporte público

En medio del debate sobre si el transporte público debe ser gratuito para todo quisqui, el metro de París ha tomado la medida contraria. Durante los Juegos Olímpicos del próximo verano, el precio de los billetes se duplicará. Los tiques sencillos se venderán a cuatro euros, frente a los 2,10 euros actuales, y el bono de diez viajes pasará de los 16,9 euros a los 32 que costará durante las dos semanas olímpicas. Los responsables del suburbano argumentan que los ciudadanos de Île-de-France, la región con epicentro en París, no tienen por qué pagar el sobrecoste de 200 millones de euros que supondrá para el transporte público la celebración del acontecimiento deportivo por antonomasia. Los visitantes que acuden a la Ciudad de la Luz dispondrán de una tarifa plana de 16 euros al día o 70 euros a la semana. Nada que objetar si no fuera porque los organizadores habían prometido celebrar los JJOO más ecológicos y sostenibles de la historia... con el transporte público gratuito. En realidad, da la impresión de que los organizadores están empeñados en que cuantos menos visitantes acudan a París, mejor. Ayer, las entradas para la ceremonia de apertura costaban a 1.600 euros en la web de París’24. O debe ser que la fama que tienen los parisinos de ser gente de lo más antipática la van a llevar hasta su máxima expresión.

sábado, 25 de noviembre de 2023

Móviles y menores

Desde esta semana, Italia impide por ley que los menores de edad accedan a través de sus móviles u otros dispositivos a contenidos inapropiados, ya sea de violencia, pornografía, juegos de apuestas, mensajes de odio o discriminación, webs que promocionan trastornos alimentarios o páginas de sectas. Las operadoras de telefonía activan el bloqueo de manera automática y a través de la tarjeta SIM, de manera que se impide al menor navegar por los bajos fondos de Internet, si se me permite la expresión. Los expertos aseguran que la medida no es la panacea, pero menos es no hacer nada. Hecha la ley, hecha la trampa, porque el bloqueo tiene sus limitaciones: sólo funciona si la tarjeta SIM está a nombre del menor. El control de los contenidos que ven nuestros hijos e hijas se puede regular por ley, pero somos los padres y madres los que tenemos la obligación de velar por que hagan un uso racional de los móviles. En teoría, es sencillo. Basta con recurrir a la educación y los valores, aquello que nos transmitieron nuestros padres y madres. En la práctica, se complica. Muchas veces no tenemos ni idea de qué contenidos ven en sus móviles. Les facilitamos, cada vez a una edad más temprana, una herramienta que se convierte en un arma de propagación de lo peor de la sociedad.

viernes, 17 de noviembre de 2023

Ayunar 14 horas

Si eres un lector empedernido de periódicos (cuanto más variados, mejor), te encuentras con informaciones, reportajes y entrevistas que te dejan ojiplático. Ya sea si lees de adelante hacia atrás o viceversa (yo soy más de viceversa), no hay día que no descubras nuevas palabras, personajes variopintos o sesudos informes. Vamos allá. Ai Futaki, que se define como mensajera subacuática, documentalista y fotógrafa marina, asegura que es sintoísta. ¿Sinto qué? Sintoísta, persona que cree que el espíritu está en todo y que todos somos iguales. Me deja frío el tema. Sigamos leyendo. Una investigación del King’s College de Londres ha concluido que ayunar durante 14 horas (entiendo que seguidas) regula el hambre y mejora el estado de ánimo y el sueño. He hecho cálculos (aquí somos de letras), y eso supone que, si cenas a las 21.00 horas, hasta las 11.00 horas del día siguiente no pruebas bocado. No me convence. Mi estómago no está preparado para tanto vacío. Siguiente. ¿Alguna vez se han preguntado cuánto vale una gasolinera? ¿Han tenido el capricho de comprar una? He aquí la respuesta: un millón de euros, céntimo arriba, céntimo abajo. Es el precio que va a pagar Cepsa por cada una de las 230 gasolineras low cost de Ballenoil. Al precio que está la gasolina, me parece hasta barato.

lunes, 13 de noviembre de 2023

Un tesoro a conservar

En busca de la Behobia era el lema este año de la carrera más popular, en el más amplio sentido de la palabra, entre las populares. El lema era un guiño al icónico Pirata, el no menos popular personaje que desde 1992 anima a los participantes en la bajada de Gaintxurizketa con una enorme bandera pirata, una ikurriña y sendos bafles con los decibelios a tope de rock y heavy. Cuando vas en busca de la Behobia, te encuentras un tesoro. Porque es un tesoro correr en mitad de un pasillo humano que no para de animar durante tres horas. Porque es un tesoro que cientos de voluntarios estén pendientes de cada uno de los participantes en avituallamientos, consignas, cruces, salida, meta… Porque es un tesoro el ambiente que se vive dentro y fuera. Tras el boom que se vivió hace unos años en las carreras populares, cuando medio mundo se echó a correr, con el paso del tiempo esa moda se ha estabilizado y un buen número de pruebas han perdido gancho (ahora lo que se lleva es andar en bici, un deporte menos lesivo). La Behobia es una de las excepciones. No sólo mantiene el tirón sino que atrae a nuevos participantes. Ayer casi la mitad eran debutantes. Hace tiempo que se convirtió en algo más que una carrera, en un acontecimiento social, un tesoro deportivo, cultural y económico a conservar.

viernes, 10 de noviembre de 2023

Cinco momentos para disfrutar (y sufrir) en la Behobia

La Behobia tiene tantos momentos como corredores y espectadores. Se calcula que cerca de 60.000 personas ven el paso de los miles de participantes (hay 30.000 inscritos, aunque el día de la carrera, por diversas circunstancias, causan baja unos pocos miles), así que tenemos miles de momentos, miles de detalles que hacen que esta prueba sea, además de un reto deportivo, un acontecimiento social. Hay momentos para disfrutar y otros momentos para sufrir. Aquí va una selección de cinco. 

1.La salida (para disfrutar) 

 La salida de la Behobia es un espectáculo en sí mismo. Pantallas gigantes con imágenes en directo, música con los clásicos hits de la carrera que pinchan Joseina Etxeberria y Mikel Apaolaza, y miles de corredores que van de aquí para allá forman un paisaje que se extiende por todo el barrio de Behobia, y que tiene su máxima expresión en la larga recta de salida. Durante hora y media se van sucediendo las salidas por grupos, 19 en total. 

De hecho, la Behobia es una de esas pocas carreras en las que el corredor es a la vez espectador. Si, pongamos, tu hora de salida es a las 10.50, puedes presenciar desde las 9.30, cuando salen los corredores con discapacidad, cómo va arrancado la carrera poco a poco y se va estirando el enorme pelotón. Por ese motivo, conviene ir con tiempo y, por su puesto, calentar un ratito. 

En los últimos años se ha puesto de moda sacarse fotos junto a la señal indicativa de Behobia, frente a la isla de los Faisanes. 



2. El paso por Errenteria (para disfrutar)

En 2014 el Fortuna decidió cambiar el recorrido de la Behobia. Desde entonces, la carrera ya no transcurre por los toboganes de Lezo y el puerto de Pasaia, sino que, una vez alcanzado el alto de Gaintxurizketa (km 7), se sigue por la N-I para atravesar Oiartzun, Errenteria y Pasai Antxo.Desde que se estrenó este trazado, impresiona correr en el tramo que va desde el polígono oiartzuarra de Lintzirin hasta la subida de Capuchinos.

Impresiona por la tantísima gente que hay en las aceras, sobre todo cuando se pasa a la altura de la Alameda de Errenteria.

Una avalancha de público que no para de animar, algo que es una constante a lo largo de los 20 kilómetros. Se viene uno arriba entre tantos gritos de ánimo, un chute de energía extra para subir Capuchinos, uno de tantos repechos que hay entre Behobia y el Boulevard. 

Por cierto, justo antes de entrar en el caso urbano de Errenteria, frente a la antigua gasolinera de Gabierrota,Salvamento Marítimo Humanitario coloca una lona azul que simboliza el mar para recaudar dinero, así que conviene llevar unos euros en el bolsillo para lanzarlos al pasar. 




3.La subida a Miracruz (para sufrir) 

A la altura de la estación del Topo de Herrera, con 15 kilómetros ya a la espalda, comienza la parte más dura de la carrera, más incluso que la subida a Gaintxurizketa. 

Arranca el ascenso al alto de Miracruz, una cuesta de un kilómetro que se hace eterno y que acaba al llegar al restaurante Arzak. Es el Tourmalet de la carrera, aunque, todo sea dicho, la Behobia no tiene un acusado desnivel positivo. 

Son apenas 192 metros (frente a los 164 metros del recorrido que se hacía hasta 2013), pero se suben y bajan tantas tachuelas que da la sensación de ir montado en una montaña rusa. 

Así que hay un truco mental que no falla y que consiste en marcarse una sucesión de pequeñas metas a lo largo del recorrido. Primero llego a Bentas de Irun, luego a Gaintxurizketa, sigo hasta Rente, Capuchinos, la cuestita de Buenavista (otra más), y así hasta Arzak, la última cuesta si descartamos la avenida de Navarra (entre los kilómetros 18 y 19), que al principio pica hacia arriba, y a esas alturas todo cuenta y todo se nota. 

Como sucede en otros tantos tramos, la subida a Miracruz es menos subida por el gentío que suele haber en las aceras. 






 4. Las tres últimas rectas (para sufrir y disfrutar) 

Los tres últimos kilómetros de la Behobia son prácticamente tres rectas. La primera, la bajada de Miracruz por la avenida José Elosegi, un tramo que agradece el cuerpo, ya cansado, y que acaba casi al llegar al último de los siete avituallamientos, el siempre animado puesto junto a la rotonda del reloj de Ategorrieta. 

La segunda recta, la avenida de Navarra, se recorre con el depósito ya al límite, antes de tomar la curva que conduce al paseo de la Zurriola y el larguísimo final (parece que no llega nunca) en el Boulevard. La carrera ya es entonces un pasillo humano, un griterío en el que se mezclan los constantes ánimos de los espectadores (un mundo de gente) con la emoción por atravesar la línea de meta en el Boulevard. 

 Es precisamente en estos tres últimos kilómetros donde más conviene hacer caso al cuerpo y no a la cabeza, donde conviene tirar de sensatez y no forzar la máquina si se siente que el físico no responde como debiera. Es, de hecho, la zona donde se producen más desfallecimientos. Una bajada de ritmo a tiempo es una victoria. 




5. El tercer tiempo (para disfrutar) 

Rebasada la meta, toca desperdigarse por un par de calles que, paradójicamente, están vacías de público. Se reservan para los corredores, que van recogiendo sus recompensas. Primero, la medalla, que se recibe de manos de voluntarios de Atzegi y que desde hace ya unos años está elaborada en madera por aquello de preservar el medioambiente. 

Luego, una bolsa con unos refrigerios, algo de comer y un poncho impermeable que acabas usando cuando llueve en alguna excursión traicionera de verano. Atravesada la Plaza de Gipuzkoa, se puede hacer cola para recibir un masaje o pasar por una carpa grande en la que, entre otras viandas, se ofrecen bocadillos de atún (después de 20 kilómetros comes lo que sea). 

Como colofón, sobre todo quienes pasan el fin de semana en Gipuzkoa, toca disfrutar del tercer tiempo behobiero, una comida normalmente copiosa, a veces rematada con algún pelotazo.




Gente de bien

La morralla que durante estos días se manifiesta ante la sede del PSOE Madrid supongo que es esa a la que Alberto Núñez Feijóo se refirió hace unos meses, en un debate en el Senado, como la “gente de bien”. Esa gente de bien que considera que la policía está para apalear a independentistas catalanes pero no para proteger la sede de un partido de hordas de ultras. Esa gente de bien del ordena y mando, del atado y bien atado, esa gente de bien que exhibe la bandera con el pollo, vomita su bilis homófoba y xenófoba, putodefiende España y corea un discurso del odio alentado por gentes como Esperanza Aguirre y su discípula Díaz Ayuso. Porque la calle, ya lo dijo Fraga, es suya. Es esa gente de bien que está todo el día con la matraca del Estado de Derecho, pero que cree que todo gobierno es ilegítimo si no es el de los suyos. Es esa gente de bien que desde las altas instancias de la judicatura, desde la mayoría conservadora del CGPJ, se pronuncia contra una ley de amnistía que ni siquiera se ha redactado. Es esa gente de bien que no acepta el juego democrático si no son ellos los que suman la mayoría. Es esa gente de bien a la que se ensalza desde los medios afines a la derecha y la ultraderecha, tan dados a atizar a nacionalistas, socialistas y gentes de izquierdas, como a disculpar a gente de bien como Javier de Andrés, que considera “sanas” y “buenas” las algaradas en la calle Ferraz.

jueves, 2 de noviembre de 2023

Rugby: buenas prácticas

Sam Cane, capitán de Nueva Zelanda, vio la tarjeta amarilla a los 28 minutos de la final del Mundial de rugby del pasado sábado. Cinco minutos después, previa supervisión del TMO (que en el rugby es el equivalente al VAR del fútbol), la tarjeta amarilla pasó a ser roja y fue expulsado porque en la revisión de las imágenes consideraron que, al golpear con un hombro en la mandíbula a un jugador de Sudáfrica, hubo “un alto grado de riesgo para el rival”. Más allá del debate que hay en el rugby sobre cómo el videoarbitraje está condicionando un deporte esencialmente de contacto, me quedo con la actitud de Cane. Ni un solo gesto de reproche al árbitro. En el rugby, lo excepcional es que un jugador proteste una decisión. Como estamos acostumbrados a que en otros deportes se monte un pollo con cada acción polémica, a los espectadores esporádicos, como yo, nos llama la atención el código de buenas prácticas que se maneja con el balón oval de por medio. Los valores predominan por encima de todo. El Mundial ha dejado un puñado de gestos de deportividad, como la visita de los ingleses al vestuario de Chile para beber todos juntos unos botellines de cerveza después de que los británicos arrasaran a Los Cóndores (71-0). Y, por supuesto, en las gradas las aficiones se mezclan. Ni un solo incidente en los 48 partidos del Mundial. Definitivamente, el rugby juega en otra liga. 

viernes, 27 de octubre de 2023

Al monte, con periódico

No es la primera vez que vengo aquí a exponer las utilidades que tiene el periódico en formato papel una vez que hemos leído todo lo que nos interesa. Se puede usar para múltiples funciones: desde envolver lechugas hasta como material para trabajos manuales. Kepa Lizarraga, médico, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte, y montañero, explicó hace unos días en un práctico texto los usos que le ha dado a los periódicos, ya fuera en salidas montañeras al lado de casa o en expediciones al Everest y el K-2. En emergencias por un accidente, ha solido recurrir al papel del periódico para confeccionar férulas de fortuna en caso de fracturas y como hemostático si se producen pequeñas heridas. No me pregunten qué es una férula de fortuna. No tengo ni idea. También ha usado periódicos como cortavientos entre capas de ropa, como abanico, como aislante bajo la ropa, como protector solar, para aislar del calor la cantimplora o la botella de vino, para prender fuego y encender una hoguera, para hacer anotaciones, para envolver el bocadillo, para limpieza y secado si surge un apretón y, convenientemente triturado, para hacer marcas y señalizar un recorrido. Todo por el módico precio de 1,80 euros de lunes a viernes.

viernes, 20 de octubre de 2023

Jubilarse a los 65

Pedro Subijana (74 años) dijo la semana pasada lo siguiente (cito textualmente): “No me pienso jubilar, pero me duele y me molesta cuando la gente a los 50 está pensando a ver cómo se jubila, y yo digo que así no hay un país que salga adelante. Europa se está haciendo vieja y cascarrabias y aquí no pasa nada”. Por alusiones (tengo 52 años) y sin acritud, discrepo. Pongamos que firmas tu primer contrato de trabajo a los 22 años después de formarte durante dos décadas en la escuela, el instituto y la universidad. La edad de jubilación está fijada en los 65 años y, por cierto, aumenta poco a poco cada año. Con (mucha suerte), si no pisas las oficinas del paro, acumularás 43 años trabajando, con varias crisis económicas de por medio y, aunque cada empleo es un mundo diferente, con muchas jornadas llegando a casa a rastras por el cansancio físico y mental. ¿Cuarenta y tantos años de trabajo no son suficientes? Cada uno es libre de prolongar su vida laboral hasta cuando quiera, pero jubilarse a los 65, o incluso pocos años antes, no es ninguna bicoca. Hay tantas jubilaciones como personas y jubilarse es también, si la salud te lo permite, ayudar a los demás, en el voluntariado, por ejemplo, e invertir tu tiempo en aquello que no has podido hacer antes. Jubilarse es no estar pendiente del despertador. Porque, ¿vivimos para trabajar, trabajamos para vivir?

lunes, 16 de octubre de 2023

'Ochomiles' de velocidad

Anna Gutu y Gina Marie Rzucidlo, dos montañeras de EEUU, han llevado hasta las últimas consecuencias la pugna entre ambas por convertirse en la primera mujer de su país en ascender los catorce ochomiles. En su frenética carrera por lograr este hito, el 1 de octubre Rzucidlo holló el Cho Oyu, su decimotercer ochomil, y, solo un día después, Gutu coronó también la misma montaña y tachó también el monte número 13 de su lista. Les quedaba por ascender el Shisha Pangma, curiosamente, el más pequeño de los ochomiles (8.027 metros), pero no van a vivir para contarlo. Gutu murió el pasado sábado sepultada por una avalancha a 7.800 metros. Solo dos horas después, un alud atrapó a Rzucidlo, que se encuentra desaparecida y extraoficialmente ha fallecido. Frente a la cada vez más habitual moda de intentar batir récords de velocidad en las cimas más famosas del mundo, hay quien opta por todo lo contrario. Los navarros Mikel Zabalza e Iker Madoz y el alavés Juan Vallejo se encuentran desde hace unas semanas en Nepal para tratar de ascender el Phurbi Chhyachu (6.637 metros), un pico que solo se ha subido una vez. En el periodo de aclimatación han aprovechado para hollar una montaña virgen de 6.140 metros a la que han bautizado como Phurbi Txiki. La cima era tan pequeña, que para hacerse fotos se tenían que turnar. Es otra manera de enfocar el alpinismo.

viernes, 6 de octubre de 2023

En la punta de la lengua

El centro de investigación Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL por sus siglas en inglés. Perdón por la broma) ha puesto en marcha un proyecto para descifrar por qué nos cuesta recordar el nombre de ese pueblo que visitamos en verano, el título de la película que vimos hace un mes o el intérprete de la canción que escuchaste en un bar hace dos semanas. La iniciativa tiene el original nombre de ¡Lo tengo en la punta de la lengua!, y el centro donostiarra busca a personas de entre 18 y 40 años que sean diestras (los zurdos no pueden porque muchos de ellos tienen la red cerebral del lenguaje cambiada. No lo digo yo, ¡eh!. Lo dicen los expertos). Una pena que este plumilla sobrepase la edad de 40 años por el pelo de una gamba. Sería una buena cobaya para el experimento porque el fenómeno que investigará el BCBL lo experimento a diario, valga la redundancia. A veces empiezo a hablar a algún compañero de la redacción con el que llevo aquí más de 18 años y, al dirigirme a él, se me olvida su nombre. Lo tengo en la punta de la lengua... pero no me sale. Al contrario, soy capaz de recordar algo que sucedió hace 30 años como si fuera hoy. Y con los nombres de actores y actrices de Hoyllyood ni te cuento. El otro día estuvo en Donostia Dominique West, y hasta que no vi su foto, no supe que era el Jimmy McNulty de The wire, y el Noah Solloway de The affair. Ese fenómeno de no saber cómo se llama un actor seguro que también tiene nombre.

viernes, 29 de septiembre de 2023

Ligeras como una pluma

En el tiempo que invierte en leer este texto (si llega al final) y el editorial (tres minutos en total, a ritmo pausado), Tigst Assaefa ya ha corrido un kilómetro. No le seguimos ni en moto. La atleta etíope trituró el domingo en Berlín el récord del mundo de maratón y logró un estratosférico crono de dos horas, once minutos y 53 segundos. En Alemania, territorio de Adidas, Assaefa corrió con unas zapatillas de la marca del trébol que no llaman tanto la atención por su precio (500 euros) o porque son casi de un solo uso, sino por su peso: 138 gramos. Un guante de plumas en los pies. Durante los últimos años, en el deporte profesional de elite, en el atletismo y el ciclismo, por ejemplo, se libra una batalla contra el peso. Se lima el peso de las zapatillas y de las bicicletas al máximo para alcanzar el máximo rendimiento. Ninguna bici puede pesar menos de 6,8 kilos. En algunos casos el peso se convierte en una obsesión. No hay más que ver a los ciclistas (cada vez menos) que en mitad de una etapa tiran a la cuneta todo lo que llevan en los bolsillos para ir más ligeros. En el caso de las zapatillas de Assefa, a la ligereza se le suma un efecto rebote que permite al atleta maximizar su energía. Luego ya está la potencia de cada corredor. Pruebe a correr al ritmo de Assefa: 19,2 km/h. Un kilómetro tras otro hasta el 42. Casi nada.

viernes, 22 de septiembre de 2023

Trampas al solitario

Gutmaro Gómez Bravo, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid, era hasta el curso pasado uno de esos docentes que tanto gustan a quienes tienen aversión a los exámenes o a quienes consideran que un examen no es la mejor prueba para conocer si un estudiante ha interiorizado lo explicado en clase. Gómez Bravo, con 17 años de experiencia en la universidad pública, evaluaba a sus alumnos cada cuatrimestre con trabajos sobre cuatro libros de ensayo y época. Este curso, el profesor ha vuelto a la vieja receta de los exámenes al comprobar que un 10% de los alumnos había recurrido a la inteligencia artificial (IA) para elaborar los trabajos. La ley del mínimo (nulo) esfuerzo o, lo que es lo mismo, hacer trampas al solitario, porque presentar un trabajo hecho por una máquina es no entender nada de lo que significa aprender. Desde la eclosión de la inteligencia artificial, llama la atención el uso perverso que se hace de una herramienta que en teoría está llamada a hacernos la vida más fácil y a aportar más beneficios que desventajas. No hay más que ver lo ocurrido con los falsos desnudos de Almendralejo. Sin principios éticos y sin una regulación, la inteligencia artificial se puede convertir en un arma de manipulación masiva.

viernes, 15 de septiembre de 2023

Una experiencia 'premium'

Hasta hace dos teleberris, la vida consistía en ir acumulando experiencias. Sin intermediarios de por medio. Ahora las experiencias se compran, se venden y se regalan. Pruebe a teclear en San Google la frase “Vive una experiencia única”. Salen 57.700.000 resultados en 0,43 segundos. Hay tantas experiencias como planes de ocio y disfrute pueda imaginar. Porque, salvo excepciones, todas están enfocadas al goce. Desde saltar en paracaídas hasta ver una puesta del sol con un cubata, pasando por el clásico de los pintxos, que da para una tesis doctoral. Hay hasta quien vende como una experiencia única correr una carrera de 64 kilómetros y 12.000 metros de desnivel, aunque digo yo que en semejante reto hay más sufrimiento que felicidad. Como aquello del todo incluido quedó viejuno, ahora lo que se lleva son las experiencias premium, deluxe, gold, elite, plus, y todo lo que suene a lujo. Cuanta más pasta tengas y puedas gastar, más premium. Si eres un básico (andas más pelado de dinero), pues te tiras a lo basic. Este verano, en uno de esos días de calorazo, al atardecer subimos a la Muga 8, a 600 metros. Llevamos una botella de vino, jamón, chorizo y pan. De noche, con 25 grados y con una luna preciosa, al fondo veíamos las luces de Irun, Hendaia y Hondarribia. Durante las dos horas largas que pasamos allí arriba, hasta bien entrada la noche, seguramente fuimos las personas más felices del mundo. Fue una experiencia premium... y gratuita.

domingo, 10 de septiembre de 2023

El banco de Agiña

En los primeros años de la posguerra, 4.000 presos del régimen franquista construyeron a pico y pala la carretera que une Oiartzun y Lesaka por los altos de Aritxulegi y Agiña. Son 22 kilómetros de cuestas y curvas que el Ejército del dictador mandó levantar ante las dificultades que tenía para mover a sus tropas de Donostia al norte de Navarra por el puente de Endarlatsa. Los prisioneros recordaban años después que cada día debían perforar 60 centímetros en el túnel de Aritxulegi, que une Gipuzkoa y Navarra, so pena de sufrir castigos y más hambre. Paradojas de la vida, cientos de aficionados al ciclismo disfrutan cada año subiendo y bajando Aritxulegi y Agiña. La cima de Agiña, muy abierta, ofrece una vista espectacular. Enfrente están las Peñas de Aia y por encima del túnel de Aritxulegi se abre una enorme ventana por la que ves al fondo el mar. En ese lugar, a escasos metros del conjunto artístico que Jorge Oteiza y Luis Vallet crearon en 1959 en homenaje al Padre Donostia, había hasta este pasado fin de semana un banco en el que te sentabas, descansabas y le pegabas un par de tragos al botellín mientras disfrutabas del panorama. Alguien decidió que el banco sobraba, lo arrancó de cuajo y lo destrozó. Un impresentable. 

domingo, 3 de septiembre de 2023

Exjefes

La escritora Marta Jiménez Serrano lanzó hace unos días, a raíz del caso Rubiales, esta pregunta en su perfil de Twitter: “¿De qué (ex)jefe os estáis acordando hoy?”. Ayer se contabilizaban casi 600 respuestas. Un repaso de varios, muchos, de los testimonios, te produce escalofríos. Serían necesarias varias páginas para exponer los casos que se relatan, la inmensa mayoría de mujeres que han sufrido vejaciones en su lugar de trabajo. No hay mucho espacio en este txoko, pero ahí van algunos ejemplos: “Yo me acuerdo de dos. De uno que dijo en una comida de empresa que entre él y yo había una tensión sexual no resuelta. De otro que me dijo que me iría mejor si me operara los pechos, tocándome para decir que sí, que más grandes mejor” (Alba del Campo). “Del que me sacaba 30 años y me pasaba notitas diciéndome que necesitaba besarme. Yo era su becaria” (Paula Púa). “De aquel que, en nuestra primera reunión sobre el proyecto, desvió el tema para hablarme de su fascinación por la sexualidad femenina y preguntarme si yo sabía de la existencia de mujeres eyaculadoras y otras que necesitan tener siete orgasmos al día” (Pampa G. Molina). “Aquel jefe que me preguntaba por el color de mi ropa interior, que me tocaba el culo en los pasillos, que se despedía diciendo: ve por la sombra, que por el sol los bombones se derriten” (Marta Nieto Díaz).

viernes, 25 de agosto de 2023

Sin gobierno

Los ciudadanos de Murcia votaron el pasado 28 de mayo para elegir el nuevo parlamento de la región. Tres meses después (se cumplirán este lunes), la autonomía sigue sin gobierno y se mantiene en funciones el gabinete de Fernando López Miras, del PP, ese señor que tiene un parecido físico razonable con el padre de Mari Luz. Las elecciones generales se celebraron el 23 de julio. El primer pleno de investidura está previsto para los días 26 y 27 de septiembre y, en el caso de que ni Feijóo ni Sánchez consigan suficientes apoyos, se convocarían nuevos comicios para el 14 de enero. Casi seis meses después de las elecciones. Lo único potable de esta ensalada de fechas es que, como sería una repetición de elecciones, la campaña electoral se reduciría a una semana, aunque sería de agradecer que se la fumaran por completo. De paso nos ahorraríamos bastante gastos superfluos, mucho papel y bastantes promesas que se quedan en eso, en promesas. Ya puestos podrían cambiar la ley y designar a los presidentes de gobierno como se hace con los alcaldes. Hay tres semanas entre las elecciones y la votación para designar nuevo alcalde. Aquí es al revés y cada vez más se estila el modelo belga. Los belgas estuvieron 650 días sin gobierno entre 2018 y 2020, pero no hay mal que por bien no venga: mejoraron la corrupción, el paro y la economía.

viernes, 18 de agosto de 2023

'Padre nuestro'

El domingo ardieron las redes sociales al difundirse un vídeo en el que los jugadores del Athletic rezaban el Padre nuestro en el vestuario minutos antes de enfrentarse al Real Madrid en San Mamés. Es un ritual que se pierde en el túnel del tiempo y que no tiene una fecha concreta de inicio, aunque hay quien sostiene que la tradición se remonta a hace unos cien años. Me sorprende que sorprenda pero no porque sea demodé sino porque se celebra desde hace casi un siglo y hay quien se enteró el domingo. Hace unos días, la plantilla al completo de Osasuna se desplazó al Castillo de Javier. Lo hace todos los años, encabezada por el presidente de turno, para asistir a una misa en la basílica y realizar una ofrenda floral al santo. Hasta hace nada, los jugadores, los técnicos y la directiva de la Real acudían a la basílica de la Virgen del Coro para la tradicional misa antes de iniciarse la temporada. Y en 2010, el año del ascenso, el recorrido triunfal de la Real por Gipuzkoa finalizó con una ofrenda a la Virgen de Arantzazu. En una sociedad vasca cada vez más alejada de la Iglesia católica (en 2022 se estimaba que el número de católicos en Euskadi había caído hasta el 55% y que los no creyentes crecían hasta el 40%) llama la atención la vinculación entre el fútbol y el catolicismo. Ya lo decía La Polla Records: “Gol en el campo, paz en la tierra”.

miércoles, 16 de agosto de 2023

Cebralín

El otro día se difundió desde una cuenta de Twitter radicada en México un bulo que anunciaba el fallecimiento de José Luis Perales. El cantautor no estaba muerto, estaba de parranda en Londres, desde donde envió un vídeo en el que, con tono de humor, decía: “Estoy más vivo que nunca, estoy más feliz que nunca”. La falsa noticia de la no muerte de Perales, que al parecer nació y se propagó por las redes sociales, sobre todo por medios latinoamericanos, vuelve a evidenciar que las reglas del periodismo que han servido toda la vida ahora son papel mojado. Decenas de medios publicaron obituarios, pésames y perfiles de Perales sin contrastar la información. La palma se la llevó la agencia de noticias Quadratín México con este titular: Y se marchó... El cantautor español José Luis Perales ha muerto a los 78 años. La mismísima Wikipedia actualizó sus datos sobre el artista para publicar que había muerto el 7 de agosto de 2023. Hubiera bastado una llamada telefónica para desmentir la noticia. Al contrario, lo habitual en las redes sociales es replicar una información sin contrastar, basándose simplemente en lo que han publicado otros. Se crea una bola de nieve y, como en Internet todo desaparece con la tecla de borrado, no queda rastro. En papel, ni envolviendo lechugas con un periódico consigues borrar una noticia falsa. La mancha queda de por vida. No la quitas ni con Cebralín.

viernes, 28 de julio de 2023

Cables

Hace unos años, Juan Mari Ansa, un montañero que se ha pateado todo el país, publicó un gran libro (no sólo por su tamaño) sobre las Malloas de Aralar. La publicación reúne itinerarios, historias y leyendas del valle navarro de Araitz, y mil detalles sobre sus gentes. El libro incluye también un desplegable con todas las cimas de las Malloas. Cuando uno lo abre, llaman la atención las líneas rectas que cruzan algunos de los senderos, muy similares a las líneas que se dibujan en los planos de las pistas de las estaciones de esquí. En este caso las líneas son cada uno de los cables que se usaban en el valle para bajar la hierba o la madera desde las zonas de monte más escarpadas hasta prados más accesibles. Este ancestral sistema de transporte permitía salvar los fuertes desniveles de las Malloas y funcionó hasta los primeros años 70 del siglo pasado. Desde hace seis años el valle recrea este sistema de cables en una jornada que sirve para transmitir a las nuevas generaciones este patrimonio cultural. En el monte Larun, hasta hace unos años cada una de las tres bentas que hay en la cima usaban un sistema muy similar, con cables, para transportar los productos (sobre todo tabaco y Ricard) que venden a los turistas franceses. El cable desapareció y hoy es el día que la mayoría de quienes suben a Larun desconocen que hasta hace nada la mercancía llegaba vía cable. Si se asoman a la vertiente sur, todavía se aprecian algunos restos.

viernes, 21 de julio de 2023

Garrapatas

Un día estás sentado en la hierba comiendo un bocata de txistorra con tu cuadrilla en esos comedores que se improvisan en los fiestas, y al día siguiente estás en urgencias con una picadura de garrapata. La profesional sanitaria, con mucho cuidado, te saca el diente de la garrapata que se te ha quedado clavado en las lumbares, te receta antibióticos y ya si eso te abonas a la cerveza sin alcohol hasta el Pobre de mí. Los bichos nos atacan por tierra, mar y aire. Por el aire, las mordeduras de garrapatas, cada vez más comunes, son cosa seria. Por mar llegan las carabelas portuguesas, que ya solo con su nombre acojonan. Por tierra, insectos varios. A las garrapatas y las carabelas no las ves venir, aunque toda precaución es poca. Las garrapatas pueden llegar a transmitir la enfermedad de Lyme, una patología difícil de detectar y diagnosticar, contra la que lucha y previene Alyme, la Asociación Enfermedad de Lyme País Vasco. Durante los últimos meses, Alyme y otras asociaciones han llevado a cabo la campaña de concienciación LYMEtro para dar a conocer la enfermedad de Lyme crónico, reconocer que es una patología emergente en toda Europa y pedir que sea incluida por la Seguridad Social. La iniciativa ha servido también para recordar a Ander y Jessica, que perdieron la vida en su lucha contra esta enfermedad.

domingo, 16 de julio de 2023

Siete ciclistas, dos triunfos

Siete corredores vascos tomaron la salida del Tour en Bilbao hace catorce días. Por poner el número en perspectiva, Italia contaba también con siete ciclistas entre los 176 que partieron de la capital vizcaina, la misma cifra que Alemania o Gran Bretaña, que en la última década se ha convertido en una de las potencias mundiales gracias al equipo Ineos Grenadiers, fundado hace solo trece años. De los siete vascos, dos (Pello Bilbao y Ion Izagirre) han logrado sendas etapas, un hito histórico. “El Tour vasco”, relataba ayer un comentarista británico en un canal internacional. Bilbao (33 años) e Izagirre (34)pertenecen a la misma generación y ambos militaron en el Euskaltel-Euskadi, fuente inagotable de buenos ciclistas. Curtidos en una época en la que el ciclismo vasco nadaba en la abundancia, Bilbao e Izagirre disfrutan de los últimos años de su carrera sin que el relevo generacional esté asegurado como antaño. El ciclismo de base, el que moldea a las figuras del futuro, no pasa por su mejor momento. “Cuando el Tour vuelva a Euskadi, igual no hay ciclistas vascos”, afirmaba hace unos días en estas mismas páginas una voz autorizada como la de Abraham Olano, director técnico de la Federación Guipuzcoana de Ciclismo. Urgen las soluciones y no estamos hablando solo de apoyar este deporte con más dinero sino de poner menos trabas al trabajo de base.

martes, 27 de junio de 2023

Al Tour se va de víspera

Fue en el Tour de 2002. En la decimoprimera etapa, el martes 16 de julio. La carrera salía de Pau y finalizaba en la estación de esquí de La Mongie, que está situada cuatro kilómetros antes de la cima del Tourmalet si se asciende por la vertiente que arranca en la localidad de Sainte-Marie-de-Campan. 

No era habitual que una etapa acabara en mitad de un puerto, y menos aún en uno tan mítico (el más mítico) pero, como siempre, era un aliciente para ir a los Pirineos y disfrutar de ciclismo de primer nivel y del ambiente del Tour en primera línea. Entonces no lo sabíamos pero era un Tour con un ganador de mentira, de los que ganó Armstrong. El tejano no nos gustaba un pelo, pero la carrera tenía el acicate de que corrían también Euskaltel-Euskadi y el Once de Joseba Beloki, un tipo que es imposible que te caiga mal. Desplazarse a ver una etapa del Tour, sobre todo si es en un puerto, requiere cierta logística. 

Durante meses le di la tabarra a uno de mis cuñados para que fuéramos a La Mongie. El plan era irrechazable. Diría más, infalible. Saldríamos de casa a las 5 de la mañana y en apenas tres horas nos plantaríamos en la vertiente del Tourmalet que arranca en Luz Saint Sauveur, por la que no iba a pasar el pelotón. 

Sobre el papel, un plan sencillo. “Subimos en coche el Tourmalet por la vertiente de Luz, y ya veremos luego hasta dónde nos dejan bajar los gendarmes”. Perfecto. En el coche, un Ford Focus gris que se convirtió luego, y para nuestra desgracia, en el gran protagonista de la historia, cargamos incluso una bici con la ilusa idea de subir en bici parte de la ascensión al Tourmalet. 

Tal y como estaba previsto, a eso de las cinco de la mañana pasé a recoger a mi partenaire ciclista y emprendimos la marcha hacia Luz Saint Sauveur. Como la bici no cabía en mi coche y no la quería desmontar porque igual no sabíamos montarla, pedimos prestado un vehículo más grande a un familiar. El dichoso Ford Focus. Fue nuestra perdición. 

A la altura de Argèles-Gazost, a escasos 20 kilómetros de Luz Saint Sauveur, que pasaría ser nuestro campo base desde el que, recuerden, atacaríamos el Tourmalet para luego descender hasta la meta de La Mongie, situada al otro lado del puerto, paramos en una gasolinera a repostar. Mientras mi partenaire iba a asearse a los lavabos, yo eché gasolina alegremente. Llené el depósito de gasolina… pero el coche era diésel (lo supe después). Y lógicamente, aquel coche no arrancó (si a alguien le ha sucedido este equívoco alguna vez, sabe de qué hablo). 

Así que a las 8 de la mañana de un martes de julio estábamos en una gasolinera de Argèles-Gazost, con un coche con la gasolina equivocada y con cara de la hemos cagao. Tiramos de llamada al seguro (los móviles afortunadamente ya existían), que nos mandó gentilmente una grúa y de ahí fuimos a un garaje para que vaciaran el depósito. 

Ahí arrancó la segunda parte. Había que ir desde el garaje a una gasolinera, pillar en un pequeño depósito de plástico un poco de gasolina con la que salir del garaje y volver a la gasolinera del lugar de los hechos para, esta vez sí, repostar diésel. 

 Entre llama a la grúa, vacíame el depósito y arranca de nuevo el coche, se nos fue la mañana y también nuestro infalible plan de ver el final del Tour en La Mongie. Así que tiramos de rutómetro, ya saben, ese papel en el que te ponen a qué hora y por dónde pasa una carrera, y vimos que a pocos kilómetros de la gasolinera circulaba el pelotón a primera hora de la tarde. 

Gracias a un mapa, localizamos una zona, nuestro plan B, donde presenciar el paso del pelotón. Una cuesta de 200 metros pero que, al menos, estaba en mitad de un pueblo con bar y bastante animación. Así que allí paramos, vimos pasar, primero la caravana y luego a los ciclistas camino de La Mongie, y el resto de la carrera por la tele de un bar, rodeados por aficionados franceses que echaban cabezadas entre cerveza y cerveza. 

Eso sí, no me resistí a dejar la bici en el maletero y la saqué pasear al menos para subir aquella tachuelilla de octava categoría. En el puerto de verdad, ese Tourmalet que no vimos ni de lejos, ganó el arrogante Armstrong, que sacó siete segundos de ventaja a Beloki. Al Tour, recuerde, se va de víspera.

viernes, 23 de junio de 2023

Asfaltado Tour

En el último Giro, las cámaras de la RAI enfocaron la fachada de una casa de la que colgaba una pancarta con el siguiente texto: “Grazie Giro d’Italia per l’asfalto nuovo”. El irónico mensaje tenía su explicación. Hay vecinos que, sean del país que sean, pueden estar años reclamando que se arregle la carretera que usan a diario como quien predica en el desierto. Pero basta que las autoridades pidan la salida o la llegada de una etapa para que las carreteras brillen como la patena. En 2018, en las semanas anteriores al Giro se asfaltaron en Sicilia 160 kilómetros de los cerca de 400 que la carrera recorrió por la isla. Y, si no me falla la memoria, en 1992, en la etapa del Tour que salió de Donostia y acabó en Pau, los corredores atravesaron los puertos de Aritxulegi y Agiña, que lucían un asfalto en el que se podía merendar en el suelo sin poner mantel. El problema suele ser que en este país llueve (o llovía) mucho, y esas mismas carreteras que ahora están relucientes (el alto de Aztiria acaba de estrenar asfalto porque el domingo 2 pasa el Tour, noski) acaban agrietándose. Es lo que sucedió con el paso de los años en Agiña y Aritxulegi, una zona preciosa para disfrutar de la bici sin tráfico, por cierto. Resultó que años después una etapa de la Euskal Bizikleta tenía que atravesar los puertos citados... y se tuvo que cambiar el recorrido porque el asfalto estaba en unas condiciones penosas.

viernes, 16 de junio de 2023

‘Be happy, my friend’

Hace 40 años, Tinder era llevar uno de los picos de la camisa por fuera del jersey. Aviso para millennials y demás: si llevabas el pico fuera del jersey, estabas buscando novia o novio. Yo siempre he sido más de niquis que de jerseys, y no sé si ahora eso tiene también su significado. Si un amigo llevaba un pañuelo al cuello, eso ya quería decir que le habían hecho un chupón de aquí te espero. Hace unos días, sentados en una mesa media docena de personas que superamos los 50 años, alguien dijo que entre la chavalería está de moda subir a las redes fotos del sunset y la golden hour. La golden hour vendría a ser ese momento en el que estás sentado en una terraza con varias personas y a ti te está dando el sol en toda la jeta y no llevas gafas de sol. Ese molesto momento en el que tratas sin éxito de evitar los rayos de sol, pero que en el mundo de la fotografía, por ejemplo, es muy apreciado para obtener buenas imágenes. ¿Y el sunset? Pues, el atardecer. Una puesta de sol de toda la vida. En Ibiza suelen aplaudirlas aunque, que yo sepa, no son exclusivas de ningún lugar. Bajando del alto de Lizuniaga o en la Muga 8, en verano suele haber unos espectaculares atardeceres con Peñas de Aia como telón de fondo. Qué digo atardeceres, sunset. Be happy, my friend.

viernes, 9 de junio de 2023

Perurena en el Mortirolo

El ciclismo es de esos deportes en el que un profesional se retira de la competición pasados los treintaipico años, pero nunca deja de andar en bici. Así que un día cualquiera te puedes cruzar con Indurain en la carretera de Huarte a Zubiri, o con Olano subiendo Mandubia.Txomin Perurena colgó la bici en 1979 y nunca más se subió a una, hasta que en 2019 Paco Rodrigo, dueño de Etxeondo, le propuso que, ya que iba a acudir a presenciar el paso del Giro por los Dolomitas, probara a ascender el Stelvio en una bici eléctrica. Una paradoja para un tipo como Perurena, un cazatriunfos tremendo, sobre todo en llegadas que picaban precisamente para arriba. El caso es que no subió el mítico Stelvio, uno de los puertos más bonitos y duros de Europa, porque lo impidió la nieve, pero se desplazó hasta el cercano Mortirolo y se plantó en la cima con la bici eléctrica. Capaz de contar mil anécdotas, jatorra, con carisma, Perurena era de esa clase de personas que te caían bien aunque no hubieras tratado nunca con él. Sólo había que escucharle con su voz grave o leer las historias que contaba de un deporte siempre ligado a la épica, más antes que ahora, que se calcula todo al milímetro. 156 victorias de profesional están al alcance de muy pocos. Un mito.

viernes, 2 de junio de 2023

Coldplay

Abro paraguas por si acaso atacan los odiadores. Me gusta Coldplay. Qué digo gustar, me encanta. También me gusta escuchar a Benito Lertxundi, Frank Sinatra, U2 (que también tiene su tropel de odiadores), Itoiz y Janus Lester. La música es como los colores. Unos te pirran, otros no te dicen nada y algunos los aborreces. En los últimos años se te echan encima los apóstoles de la corrección musical si dices que te gusta la música de Coldplay o la de U2. Hace años que U2 no publica un tema de esos que se convierten en himnos y Bono se ha convertido en una especie de embajador del mundo mundial. De acuerdo. Pero te pones a escuchar cualquier canción del U2 de los 80 y 90, y le da mil vueltas a los temas que encabezan hoy las listas de éxitos. Coldplay es de otra galaxia. Sus directos son una combinación de música y show casi a partes iguales. Un mayúsculo espectáculo en el que las canciones se acompasan con la imagen multicolor que se crea en la pelouse y las gradas con las pulseras que recibe cada asistente en la entrada al estadio (y que hay que devolver a la salida). Como se estila en los cines, un espectáculo para todos los públicos, muy visual, con unos efectos de imagen y sonido apabullantes. Dos horas que pasan volando, inolvidables, de una banda que cumple de sobra y más las expectativas que genera.

viernes, 26 de mayo de 2023

Si pensabas que en los dos años largos de pandemia lo habías visto todo, siempre llega la vida misma o un fenómeno de la naturaleza para recordarte que la realidad a veces supera a la ficción. Te levantas un sábado, consultas el móvil y un compañero de la redacción te ha escrito: “Egun on, Juanma. ¿Cómo estáis?”. Cuando estás a punto de responderle que “muy bien, con algo de resaca”, ves que tienes otros 50 mensajes en varios grupos de WhatsApp. Y compruebas, entre asombrado, nervioso y preocupado, que mientras dormías ha caído encima de tu cabeza el diluvio universal, la madre de todas las trombas de agua. 116 litros por metro cuadrado en cuestión de dos o tres horas. Así que tu primer impulso es asomarte al balcón, ver cómo baja la regata Zia y comprobar con cierto alivio que va con mucha fuerza y mucha agua, pero que sigue su curso. Las imágenes del desastre te recuerdan a las de 1983, cuando se desbordó la misma regata y destrozó y anegó todo lo que encontró a su paso. Como sucedió entonces, ahora también el pueblo se ha remangado y ha tirado de auzolan para ayudar a quienes han sufrido, muchos de ellos pequeños comerciantes castigados ya antes por la pandemia. En las desgracias, afortunadamente, sale a flote lo mejor del ser humano.

viernes, 19 de mayo de 2023

Contar hasta diez

Hay una regla no escrita muy sencilla de aplicar cuando se utilizan las redes sociales: contar hasta diez. O hasta veinte. Es muy práctica cuando lees un mensaje que te enciende. El cuerpo te pide que respondas con idéntica bilis, pero la cabeza, después de contar hasta diez, o hasta veinte, te dice que no. Que así no vas a ningún lado. Le das a la tecla de borrar. Como dice la chavalería, recoges cable, y listo. En la jungla de Twitter es fácil caer en la tentación de entrar al trapo porque se encadenan polémicas una tras otra, no hay reglas y se permite todo. Cuando recibes un vídeo como el que circuló el martes pasado el asesinato de Lourdes en Orio, un mínimo de responsabilidad te dice que lo tienes que enviar directamente a la papelera de reciclaje, a la trituradora, a la basura. En este caso, no sólo hay que contar hasta diez, hay que empatizar. Hay que ponerse en el lugar de los hijos, la madre, los familiares y los amigos de la víctima. Pensar qué sentirías tú si se difundiera sin control un vídeo que causa un inmenso dolor en tus personas más allegadas después de un asesinato tan horrible como el que nos ha conmocionado en los últimos días. No es tan difícil. Respeto, educación y civismo. Hay valores que priman sobre todo lo demás.

viernes, 12 de mayo de 2023

'Míchel parla en català'

Miguel Ángel Sánchez Muñoz, Míchel, entrenador del Girona, visita mañana Anoeta. Su todavía corta pero brillante trayectoria en los banquillos se resume sobre todo por los tres ascensos a Primera con los tres equipos a los que ha entrenado (Rayo Vallecano, Huesca y Girona). Nacido y criado en Vallecas, triunfó en el equipo de su barrio (es el tercer jugador con más partidos en la historia del club) y en 18 temporadas como profesional sólo vio una tarjeta roja, curiosamente en un encuentro en el que era suplente. En el verano de 2021 fichó por el Girona y está demostrando que es un fenómeno dentro y fuera de los terrenos de juego. Desde el primer día se ha empapado de la lengua y la cultura de Catalunya en una inmersión lingüística que no suele abundar. En la prensa catalana es habitual y natural que el periodista pregunte en catalán y su interlocutor responda en español si no domina la lengua de Llull. Míchel hace tiempo que en las ruedas de prensa habla catalán con cierta soltura. “Quien no entienda por qué quise aprender catalán desde que llegué es porque tiene la mente corta”, suele explicar. La educación y el respeto con el que se maneja Míchel contrastan con el desprecio a otros idiomas que no sean el español que muestran determinados informadores monolingües de la prensa madrileña.

viernes, 5 de mayo de 2023

Aupa Osasuna!

Hay pocas convocatorias que te motiven menos que una visita de reyes, princesas, infantas o eméritos. O un acto muy protocolario. Habitualmente no aportan nada. Están tan envueltos en celofán como vacías de contenido. Te marean con las acreditaciones, ponen mil barreras de seguridad y de su relevancia informativa mejor no hablamos. Una nadería, salvo que hablemos de Madrid. En el palco de la fiesta del 2 de mayo sólo faltaron el cura, la folclórica y el legionario. Militares hubo a cascoporro. La esperpéntica imagen de Ayuso pasando revista a las tropas junto al jefe del Estado Mayor de la Defensa del Ejército español recordaba a otras antiguallas como el desfile del 12 de octubre en Madrid o el del 14 de julio en París. Protocolaria ha sido también la felicitación de los reyes de España al Bera Bera por su triunfo en la Copa de la Reina, que así se llama el torneo (otra antigualla). Enviaron un telegrama a las oficinas del club. Un telegrama. Siglo XXI. Pensaba que el telegrama, como el fax, había pasado a mejor vida. Sus majestades suelen ser muy selectivas con el deporte. Nunca faltan en la foto si hay que ponerse al lado de Nadal y Alonso, o si huelen una medalla en los JJOO. Tampoco mañana en la Cartuja. Aquí vamos a saco con los rojos. Aupa Osasuna!

viernes, 28 de abril de 2023

Bomberos

En diciembre de 2021, los bomberos de Donostia organizaron una charla abierta para periodistas para sensibilizarnos sobre el tratamiento de las noticias que hacen referencia a incendios en edificios de viviendas. Acudieron tres redactores de este periódico, entre ellos Mikel Mujika, que, fino como él solo, luego elaboró un documento con todo lo aprendido que repartió al resto de la redacción. También publicó un reportaje muy didáctico sobre cómo actuar cuando se desata un incendio en un piso reportaje muy didáctico sobre cómo actuar cuando se desata un incendio en un piso. Entre las pautas que nos aportaron los bomberos figuraba, por ejemplo, que en la narrativa periodística tratáramos con cuidado, por no decir que huyéramos, de dar pábulo a “actuaciones valerosas e impactantes, pero que son innecesarias”. También que no diéramos por bueno cualquier testimonio y que, en un incendio, lo primordial es cerrar las puertas y llamar al 112. El documento que resumía la charla incluía un vídeo de tres minutos en el que un grupo de bomberos mostraba cómo un incendio provocaba que una habitación quedara reducida a cenizas. Me acordé del vídeo cuando un testigo del incendio de la pizzería Burro Canaglia de Madrid dijo que el restaurante se quemó “en diez segundos”. Sólo de pensar el horror que vivieron quienes estaban en el interior del local te entran escalofríos.

lunes, 24 de abril de 2023

La 'opi' de Iñaki

No he trabajado en otro oficio que éste de juntar letras, así que no sé si en otras profesiones se improvisa como lo hacemos a diario en el periodismo. Tú planificas un tema o una cobertura informativa, pero luego la realidad y la actualidad te cambian los planes y toca improvisar. Y cuando toca improvisar, siempre hay alguien en la redacción que unos minutos antes te da la voz de alarma. Ayer, tras el partido de la Real en Anoeta, la dio Ramón Sánchez, nuestro jefe de la sección de Deportes. “Iñaki no ha mandado su opi”, dijo en ese lenguaje que usamos en las redacciones en la que una opinión es una opi, una foto de cara es un careto y un apaño en la maquetación es un recórtame esa foto un poquito para que meta más texto

Era raro que Iñaki no hubiera mandado la opi porque era extremadamente cumplidor. Nunca fallaba. Nunca en los 17 años largos de vida de este periódico había faltado a su cita con los lectores. Mandaba el texto y luego se preocupaba de confirmar que había llegado al destino. Cuando compaginaba la narración de los partidos de la Real con los Beaterios del periódico, preguntaba por la hora de cierre y se aplicaba para mandar su texto una vez acaba la conexión con la radio, los primeros años en Herri Irratia y luego en Onda Vasca. 

En verano, antes de que volviera la temporada de fútbol, nos llamábamos porque siempre preguntaba, como los deportistas, si seguía una temporada más. “Iñaki, estás renovado de por vida, con cláusula automática”, le decía. 

Su proverbial don de gentes hacía que te lo encontraras en pleno casco viejo de Hondarribia ejerciendo de guía turístico de toda la plantilla del Barcelona B de balonmano o comiendo en el Zalain con un campeón del mundo de un deporte minoritario, de esos deportes a los que cuidaba como oro en paño. Cuando era tu cumpleaños -y de eso pueden dar fe decenas de deportistas- era como un reloj suizo: siempre se acordaba de felicitarte.

Gran conversador, el deporte, la comida y los viajes eran, por este orden, sus temas de sobremesa preferidos. Te hablaba de platos exquisitos en restaurantes de los que nunca habías oído hablar, de desplazamientos en coche imposibles, de tiendas donde comprar productos gastronómicos, de anécdotas en hoteles, alguna confesables y otras inconfesables... Si buscabas y no encontrabas un teléfono complicado de conseguir, te lo facilitaba porque su agenda de contactos era infinita. 

Una entrevista no acababa cuando el deportista abandonaba el estudio de radio sino después, con el cafelito, que era cuando se abrían paso las complicidades. Porque callaba más de lo que contaba, bien en las ondas, bien en el papel, negro sobre blanco. Le gustaba que las entrevistas fueran en la radio. Cara a cara. Para conocer al deportista y a la persona. 

Por esa razón, no le gustaba el corsé, las trabas que en los últimos años los clubes nos imponen a los periodistas para realizar entrevistas. Si te encontrabas con él, hablabas de la Real, del Bidasoa, del club de remo de Hondarribia, del trabajo y, cómo no, del buen comer y de la farándula, de Anita Obregón o de lo que terciara. 

 Era de los de sillón-bol, de sentarse y ver una retransmisión tras otra. Hoy, tras preparar alguna receta de las suyas, se sentaría y se metería una buena ración de deporte. Para empezar, la Lieja-Bastogne-Lieja, luego el Barça-Atlético con otro ojo en la final del Godó; a la hora de la merienda el Laso-Altuna y el Mirandés-Burgos (que seguro que algún jugador conocido juega en alguno de los dos equipos), y para cerrar la final de la Copa de balonmano con el Bera Bera. Y mañana de tertulia en el Kai Alde. Genio y figura. 

PD: en la versión en papel de la edición de hoy, la opi de Iñaki ha sido sustituida por lo que en el argot llamamos una plancha o un recurso (una página de promoción del periódico). Iñaki se partiría de risa porque, en el lugar que debía ocupar su Beaterio, casi siempre al lado de Las notas de Mikel Recalde, se ha publicado una página promocionando la Guía Inmobiliaria que publicamos todos los lunes.

sábado, 22 de abril de 2023

'Bideak'

El último fin de semana de octubre de 2019, el pastor Aritz Ganboa unió corriendo la localidad natal de su padre, Arruazu, en la Sakana, y la de su madre, Isaba, en el Roncal. En la mochila cargó un queso Idiazabal que al concluir la travesía de 170 kilómetros intercambió con un queso de Roncal de la pastora Marina Collado. El reto de Ganboa se plasmó en el documental Bideak, dirigido por Xabier Unanue y que se ha proyectado ya en más de 90 localidades de Euskal Herria, y que ha tenido continuidad con un cuento para niños del ilustrador Iker Uribe, la escritora Joana Ziganda y varios bertsolaris, entre otros, Eneko Lazkoz, Onintza Enbeita, Oihana Iguaran, Miren Amuriza, Julio Soto y Maddalen Arzallus. Durante 90 minutos, Bideak muestra el desafío deportivo de Ganboa, pero salpica el recorrido de pueblo en pueblo con un abanico de temas, una especie de minireportajes sobre el futuro del pastoreo y de los baserritarras, la situación del euskera, la pelota, el papel de la mujer en el deporte, la memoria histórica, y el pasado, presente y futuro de los vascos. Como dice el propio protagonista, que en el camino estuvo acompañado por el amezketarra Iker Karrera, se trata de llamar la atención sobre todo ese patrimonio material e inmaterial que hay que salvaguardar: Izan zirelako, gara; garelako, izanen dira.

viernes, 14 de abril de 2023

500 días en una cueva

La alpinista y escaladora Beatriz Flamini saldrá hoy viernes de una cueva de Granada en la que se encuentra desde hace 16 meses. Se cumplirán 500 días desde que se aisló en una cavidad a 70 metros de profundidad para llevar a cabo este experimento de vivir sin contacto con el exterior y en condiciones extremas. La soledad, la oscuridad y el silencio han sido su única compañía durante este largo tiempo en el que no ha tenido referencia de qué día ni hora era en el exterior. El reto ha sido grabado con dos cámaras instaladas por una productora que emitirá una serie documental, y un equipo de psicólogos, espeleólogos y preparadores físicos ha seguido de cerca las evoluciones de Flamini. Desde el exterior, el grupo de apoyo ha suministrado a la montañera agua y alimentos, y retiraba la basura pero sin intercambiar una sola palabra con ella. El reto recuerda al que realizó hace años José Díaz, que vivió 100 días solo en una cabaña del parque natural de Redes, en Asturias, y que plasmó luego en la película 100 días de soledad. Hay días en que a uno también le dan ganas de echarse al monte un mes y vivir alejado del mundanal ruido. Leyendo libros, por ejemplo. 60 ha leído Beatriz Flamini durante estos largos meses. De vista no sé cómo andará, de cultura va sobrada.

sábado, 8 de abril de 2023

Opiniones como culos

Ana Obregón, alias Anita, ha sido abuela de aquella manera a los 68 años y Rupert Murdoch, de 92 años, se lo ha pensado mejor y ha pospuesto la boda que iba a celebrar este verano con Ann Lesley Smith, de 66. La vida después de los 60 se ve que es maravillosa. A cuenta del affaire Obregón, no está de más recordar a otro nonagenario, Clint Eastwood, que en Harry el Sucio dejó una manida frase que viene a cuento en estos casos: “las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene una”. Yo tengo culo pero no tengo una opinión muy formada sobre la cuestión, y además a usted seguramente le importa un higo. Así que le dejo un extracto, muy resumido, de una reflexión que me ha gustado de Verónica Fumanal: “Se compra una nieta con semen de su hijo fallecido (...). Y, además, lo remunera económicamente y le quita a esta criatura con días de vida lo único que iba a tener, que era su privacidad, su derecho a la intimidad. Pienso en esta niña, cuando vaya creciendo, la circunstancia tan tremenda que va a tener que asumir por un capricho que ha podido sufragarse la progenitora de su padre (...). Esta señora no le ha dado la oportunidad de ser una persona mínimamente normal porque le ha metido una cámara en su cara y ha vendido su exclusiva. Para ella ha sido como si fuera una inversión”.

domingo, 26 de marzo de 2023

Promesas tengo

Ayuntamientos, diputaciones, gobiernos e instituciones públicas de todo pelaje y condición están en las últimas semanas en estado de frenesí. Se han puesto a dar salida a proyectos que llevaban años guardados en un cajón y a organizar visitas a obras de todo tipo hasta reventar las agendas. El TAV, seguramente el proyecto que más visitas de periodistas ha recibido en la historia de este país, el Topo, promociones de pisos donde ahora sólo hay un solar, edificios súper inteligentes con infografías muy cuquis, ampliaciones, nuevas carreteras... Todo es bueno para el convento. Quedan poco más de dos meses para las elecciones del 28 de mayo, pero desde el 5 de abril estarán prohibidos por ley los actos de inauguraciones y las campañas institucionales de propaganda. Del montonazo de proyectos que se están presentando, se lleva la palma uno previsto para hoy. El Departamento de Movilidad de la Diputación de Gipuzkoa presentará el bidegorri Donostia-Irun. Desde hace muchos años, en la rotonda de la N-I en Jaizubia hay un cartel que pone Carril bici Irun-Donostia y que lleva a un bidegorri fantasma. Simplemente, no existe. Supongo que hoy se explicarán cifras, costes, kilómetros y tal y tal y tal. Me conformo con que en abril de 2027 no vuelvan a presentar el mismo proyecto y el bidegorri nos lleve de Irun a Donostia.

martes, 21 de marzo de 2023

Pederastia

La Compañía de Jesús en Canadá ha identificado a 27 jesuitas que están acusados de abusar sexualmente de menores durante las últimas décadas. El listado, elaborado a partir de una auditoría que se inició en 2020, especifica incluso la parroquia a la que pertenecieron. El responsable de los jesuitas de Canadá, Erik Oland, explica que han revelado los nombres de los acusados para “promover la justicia y la transparencia” y para reconocer “la magnitud del trauma y el sufrimiento” de las víctimas. El pasado lunes, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, reconoció que los obispos españoles no están colaborando en la investigación que, a propuesta del Congreso de los Diputados, lleva a cabo su institución sobre los abusos a menores en el seno de la Iglesia católica. A su vez, la Conferencia Episcopal Española encargó una auditoría sobre el mismo asunto al despacho Cremades&Calvo-Sotelo en febrero de 2022. Habrá que conceder el beneficio de la duda a la Conferencia Episcopal, aunque los pocos casos que se han conocido (el caso Kakux es el más cercano), casi siempre fruto de investigaciones periodísticas, se han solventado aplicando lo que la Iglesia denomina justicia eclesiástica, que no ordinaria, y que en el asunto mencionado quedó en un destierro en un monasterio. La Iglesia católica de España, Portugal e Italia es la que menos está investigando la pederastia. Francia lo hizo y destapó que alrededor de 216.000 menores fueron abusados sexualmente por al menos 3.000 sacerdotes desde 1950 hasta 2000. Un ejemplo a seguir.

viernes, 10 de marzo de 2023

Voluntarios

Quienes alguna vez han organizado una prueba deportiva conocen de sobra el laborioso trabajo que conlleva. Hay que pedir permisos varios a las autoridades, contratar como mínimo una ambulancia, contactar con todos los patrocinadores, cerrar tratos con los proveedores de los avituallamientos, abrir el plazo de inscripciones, encargar las camisetas para los participantes, actualizar la web, difundir la carrera en los medios y en las redes, y un sinfín de tareas. Desde comprar imperdibles para sujetar los dorsales hasta hablar con el panadero para que te surta de panes para el hamaiketako posterior a la prueba a cambio de poner su logo en los carteles. Hay mil labores a realizar para poner en marcha una carrera pero solo hay una persona esencial: el voluntario. Sin voluntarios no hay carreras. Los voluntarios cubren cruces, reparten comida y bebida en los avituallamientos, distribuyen los dorsales, ordenan los aparcamientos.... Realizan un trabajo impagable, altruista a más no poder. A muchos de ellos ni siquiera hay que comunicarles cuándo se celebra tal o cual prueba. Repiten cada año y no piden nada a cambio, más allá de un bocata para pasar la mañana o una cena con el resto de voluntarios dos semanas después de celebrarse la prueba. Alguien debería tomar nota.

sábado, 4 de marzo de 2023

Ingenuos Olímpicos

Ingenuo de mí, hace unos meses me inscribí al sorteo para la compra de entradas para los Juegos Olímpicos de París ’24. Bingo. Hace unos días me comunicaron que había sido uno de los afortunados y que del 28 de febrero al 2 de marzo dispondría de 48 horas para adquirir las localidades. Pero antes conviene explicar la mecánica del asunto. Los organizadores han dividido la venta en dos fases: desde el 15 de febrero puedes comprar entradas siempre que sean tres paquetes o lotes de localidades de tres deportes distintos, y desde el 11 de mayo se venderán entradas sueltas. París ’24 alardea de que va a sacar a la venta diez millones de billetes (nunca mejor dicho), un millón de ellos a un precio de 24 euros y casi la mitad por menos de 50 euros. Esa es la teoría, pero la práctica es bien distinta. Puesto a comprar los famosos paquetes de entradas, primer chasco. Como la venta empezó el día 15 y te ha tocado el 28, te quedas con las migajas y a un precio que ni en el restaurante de Alain Ducasse. Por ejemplo, un partido de basket de cuartos de final sale a 240 euros cada entrada, una eliminatoria de halterofilia (que no es que me apasione) a 180 euros, y asistir a una sesión matinal de atletismo en el flamante Stade de France cuesta 170 euros por cabeza, 690 euros si es por la tarde. Citius, altius, fortius... y carus.

viernes, 24 de febrero de 2023

Espectáculo

En 1988, el CSKA de Moscú ganó la Copa de Europa de balonmano ante el Tusem Essen tras vencer 18-15 en casa y perder por 21-18 en la cancha alemana. El empate a goles se deshizo por la regla de los tantos a domicilio. Si lograbas más que los que había conseguido tu rival en tu pista, ganabas el título. Los germanos habían eliminado en semifinales a Elgorriaga Bidasoa después de un contundente 22-7 (11-2 al descanso) en el partido de ida. En la final de la Copa de Europa de baloncesto de 1998, en Barcelona, la Virtus de Bolonia venció al AEK de Atenas por 58-44. Hoy es impensable que se registren estos tanteadores bajos. Para primar el espectáculo, prácticamente todos los deportes han cambiado sus normas para que el juego sea más rápido y vistoso. El arte de defender ha perdido peso en favor de los correcalles. En balonmano es habitual que uno o los dos equipos superen los 30 goles por encuentro y hay partidos de baloncesto que son más propios de los Harlem Globetrotters. Dicen que es la forma de enganchar a los jóvenes a los espectáculos deportivos. Piqué y compañía han creado otra fórmula: partidos de futbito de toda la vida que se retransmiten por Twitch, que viene a ser lo que hacíamos de jóvenes (ver en un bar cómo otros jugaban al mus o al tute) pero a través de pantallas de móviles, tablets y portátiles. No sé. No lo veo.

viernes, 17 de febrero de 2023

Candidatos sin siglas

El otro día uno de los candidatos a la Alcaldía de Donostia difundió un vídeo en el que se presentaba ante la ciudadanía y ofrecía un par de apuntes de su ideario. El mensaje duraba un minuto y nueve segundos, pero le faltaba un detallito. Salvo que lo supieras de antemano, era imposible conocer a qué partido pertenece el candidato porque en el vídeo no figuraban ni el nombre de la formación ni las siglas. Es la política de los nuevos tiempos, en la que los aspirantes representan a un partido que no aparece en los soportes multimedia. El sobrevalorado Borja Sémper ya lo puso en práctica hace cuatro años, cuando se presentó a la Alcaldía de Donostia. El PP logró un 1,29% más de votos que en 2015. Sémper tomó posesión del cargo en junio de 2019 y lo dejó siete meses después, en enero de 2020. Todo un récord. Para que luego digan que los políticos tienen apego al cargo. Sus razones tendrán los estrategas de las campañas electorales para que sus candidatos lancen mensajes y escondan las siglas por las que piden el voto. A mí se me escapan. Solo sé que esa apariencia que se da en campaña de que el candidato va por libre desaparece luego en la práctica. Cuando toca votar, no hay verso libre que valga. La discrepancia se llama indisciplina y, entonces sí, hay que obedecer a las siglas (órdenes) del partido.

viernes, 10 de febrero de 2023

'Pause'

Hace unos meses, comentando con un familiar una serie que veíamos ambos, me dijo que en los momentos de escenas tórridas (los protagonistas de esa serie son muy fogosos y entre caricias, besos y demás las secuencias sexuales duran varios minutos), pulsaba el botón de avance y pasaba a otra escena. Hace unos días, una adolescente pegada a un móvil escuchaba a mil revoluciones un audio que acababa de recibir. Como no le interesaba mucho lo que le estaban contando, me dijo, le daba al botón de avance rápido... y a otra cosa mariposa. Vivimos rápido, como si estuviéramos montados en el botón de fast forward. Lo sano sería darle a la tecla del pause, frenar, pensar, descansar y reflexionar, pero vamos por la vida a 3.000 por hora. Así que si tuviera opción, apretaría el botón para que pasara rápido el invierno y llegaran la primavera y el verano. Con los años, uno cada vez es menos oso y más lagartija. Más de calor que de frío. Antes echábamos risas con los jubilados que cogían los bártulos y se piraban durante los meses de invierno a Benidorm, y ahora les envidiamos. Ya lo dice Kazuhiko Nishi (66 años), uno de los inventores de los ordenadores personales: “La juventud no es un periodo de la vida y puedes mantenerte joven cambiando tu forma de pensar”.

viernes, 3 de febrero de 2023

Ok.

Leo entre perplejo y confundido que a la chavalería le sienta fatal que viejunos como yo contestemos a los mensajes que nos cruzamos vía canales como WhatsApp con un “Ok”. Está mal visto. Si respondemos con un “OK.”, es decir, en mayúscula y con punto, es aún peor porque significa que “has declarado la guerra” a tu interlocutor. Para no enfadar a los chavales, que ya sabemos que escriben los mensajes con una pulcritud y una ortografía que ni el maestro don Antonio, hay que responder con un “ok”, en minúscula, o, a ser posible, con un “okk”, con dos “k” (minúsculas). Entendido. Digo, Ok, u okk, yo qué se. Leo en el mismo artículo de prensa que el símbolo de la berenjena o el melocotón, que no tengo ni idea de cuáles son, tienen un significado distinto para un adolescente y para un señor o señora mayorcetes. Para los chavales tienen un significado sexual (😲😲). Sigo leyendo en el mismo periódico, que no es este, una entrevista a un tipo que dice ser coach y especialista en eneagrama, el diagrama de las nueve pasiones humanas, que están divididas en nueve eneatipos: ira, orgullo, vanidad, envidia avaricia, miedo, gula, lujuria y pereza. Y solo me atrevo a responder: Ados. Ok, makey.

viernes, 27 de enero de 2023

Carácter guipuzcoano

Echamos unas risas en septiembre cuando Jokin Aperribay, durante la presentación de Sadiq Umar, desgranó las cláusulas del fichaje del delantero nigeriano. No es habitual que la Real explique al detalle los términos de un contrato pero, vaya usted a saber porqué, ese día Aperri se vino arriba y, en una declaración que se hizo viral, desgranó los conceptos que habían pactado el club donostiarra, el Almería y el jugador. Por momentos dio la impresión de que se le escapaba la risa porque, entre otras variables, figuraba que el Almería cobraría 750.000 euros si Sadiq en un futuro logra la Bota de Oro, otros 750.000 si consigue el trofeo Pichichi y otros 750.000 si la Real juega unas semifinales de la Champions League. La cláusula que más llamó la atención era el millón de euros que ingresaría el Almería si la Real ganara la Liga. Sonó a choteo pero, cinco meses después, la Real es tercera, no anda lejos del Barça y el Madrid, y Aperribay recientemente ha reiterado, rompiendo ese tópico que dice que el carácter guipuzcoano pasa por ser comedido en las palabras, que aspira a ganar la Liga. Si Aperribay lo dice... De momento, a punto de alcanzar el ecuador del campeonato, la Real de Imanol recuerda a la de las mejores tardes de los años 80.

viernes, 20 de enero de 2023

Gallina de piel

Más de un año y más de dos he escuchado el txupinazo de los sanfermines de Iruñea en el coche, de camino al trabajo, con esa emoción que te transmiten los periodistas curtidos en la radio. Lo relatan con tanta pasión que te hacen sentir lo que no puedes ver en ese fugaz instante en el que el cohete se dispara al cielo de la capital navarra. Es un momento emocionante, de esos de gallina de piel, que diría Cruyff. Era mi momento preferido del primer día de sanfermines (solo he vivido una vez in situ la vorágine del 6 de julio en las calles de Iruñea) hasta que hace ya unos años, en uno de esos vídeos que se hacen virales, descubrí que no, que el momento más emocionante sucede cada año unos 20 minutos después del txupinazo en la misma Plaza Consistorial. Salen desde el zaguán gaiteros y más gaiteros, arrancan a tocar el Ánimo pues y te ponen la gallina de piel mientras a su alrededor una multitud brinca de felicidad. Salvando todas las distancias (los sanfermines duran 240 horas y el Día de San Sebastián, oficialmente, dura 24 horas), un momento como ese se vive cada 20 de enero en la Izada de la Consti. No hace falta ser donostiarra para emocionarse cuando empieza a sonar la Marcha de San Sebastián y la ciudad se zambulle en la fiesta.

viernes, 13 de enero de 2023

Leonor

Leonor de Todos los Santos de Borbón y Ortiz cumplirá 18 años el 31 de octubre. En una escala de 0 a 10, en la que 0 equivale a me importa un pimiento y 10 significa que es usted suscriptor del ¡Hola!, puede que el asunto le interese entre muy poco o nada. Pero la mayoría de edad de Leonor tiene su aquel. Para aclararnos, Leonor es la hija mayor de El Estirado, la risueña estudiante a la que le estamos pagando sus estudios en el UWC Atlantic College de St. Donats (Gales), a razón de 76.000 euros cada curso. Afirman sus padres que a cada una de sus hijas le dan una paga de 30 euros por semana. Austeros ellos. El caso es que cuando Leonor cumpla 18 años sucederán dos cosas. 1. Tendrá que jurar la Constitución. 2. Pasará a cobrar también un sueldo del erario público (recuérdese que su padre cobra 258.927 euros brutos; su madre, 142.402 euros, y su abuela paterna, 116.525. El resto vive también a cuerpo de rey, pero oficialmente están desterrados de la familia). La jura de la Constitución se cruza en fechas con la posible campaña electoral de las elecciones generales, con el Congreso y el Senado disueltos y en funciones. Se viene tabarra a la vista de la legión de súbditos del monarca, que a toda costa querrán que Sánchez no les estropee el boato. La moza ya conoce el paño. Cuando cumplió trece años le obsequiaron con un regalo muy especial: leer en público los primeros artículos de la Constitución. Apasionante.

domingo, 8 de enero de 2023

MVDP vs WVA

Como tantos otros deportes, el ciclismo se ha alimentado desde siempre de las grandes rivalidades. Bartali-Coppi, Anquetil-Poulidor, Kubler-Koblet, Merckx-Ocaña, Bahamontes-Loroño, Lemond-Hinault o Van Moorsel-Longo son parejas que no se pueden entender la una sin la otra. Mathieu van der Poel (bajo el acrónimo MVDP) y Wout van Aert (WVA) nos están regalando estas navidades unos espectaculares duelos en las carreras de ciclocross de Bélgica. Separados por apenas ocho meses de diferencia (ambos nacieron en 1995), basta repasar su álbum de fotos para ver que ya rivalizaban sobre el barro en la categoría junior. Neerlandés uno (Van der Poel) y belga el otro (Van Aert), arrastran a multitudes. Van der Poel lleva el ciclismo en los genes. Es nieto de Poulidor e hijo de Adrie van der Poel, campeón del mundo de ciclocross en 1996 y con un amplio palmarés en ruta en los años 80 y 90. Tan pronto gana un sprint como un mundial de mountain bike. Van Aert es la quintaesencia del ciclismo. En un mismo Tour, el de 2021, ganó una contrarreloj, una etapa con llegada en el Mont Ventoux y el sprint final de París. Antológico. En las pruebas de estas navidades, se exprimen durante una hora en un espectáculo que levanta pasiones y en un país, Bélgica, que lleva el ciclismo en su ADN. El ciclismo es una expresión cultural y popular, una fiesta en todos los sentidos. Solo hay que ver las retransmisiones por televisión para sentir envidia sana. Este domingo hay una nueva función, esta vez en Zonhoven.