viernes, 30 de diciembre de 2022

12 meses, 12 montes (V)

Es ya una tradición que por estas fechas recopilemos las excursiones que hemos coleccionado en este reto que hace cinco años bautizamos como 12 meses, 12 montes. Ya conocen la mecánica. Consiste en ascender cada mes un monte distinto con una sola condición: que la salida y llegada sean desde un núcleo urbano. Arrancamos en enero con la ascensión al Txaruta desde Donamaria, un precioso recorrido entre bosques y cascadas. En febrero tocó una cima con mucha historia, Jurramendi (Montejurra), desde Aiegi. No menos historias guarda Kalamua, que optamos por subir en marzo desde Eibar. Ausa Gaztelu, a la sombra del Txindoki, fue el elegido en abril con Abaltzisketa como punto de partida. En mayo nos desplazamos hasta Torralba del Río para ascender el Ioar y sus impresionantes vistas, y en junio, a Zilbeti para subir al Adi. En julio, con un poco de vértigo, nos asomamos al Unzillaitz desde Mañaria y con el caloret de agosto sudamos en Peña Alba desde Elizondo. Abrimos septiembre con una excursión a Gazume desde Errezil y en octubre afrontamos el objetivo más duro: el Arlas desde Lescún. Ya entrados en noviembre, el viento no pudo con nuestras ganas de subir a Leziza desde Ihabar, y cerramos 2022 en diciembre en Aranguren para subir el monte Irulegi y rendir nuestro particular homenaje a la Mano. Sorioneku!

viernes, 23 de diciembre de 2022

'This England'

Boris Johnson pasará a la posteridad de la pandemia por una lapidaria frase que soltó cuando el virus ya había penetrado hasta los tuétanos de la Gran Bretaña. “Muchas familias van a perder a seres queridos antes de tiempo”, dijo el entonces primer ministro, poco antes de reconocer la errática estrategia que siguió su Gobierno para contener la expansión del virus. La serie This England arranca con los primeros meses de Johnson al frente del Ejecutivo, días de vino y rosas en los que el Partido Conservador saboreaba su holgada victoria en las urnas y preparaba el brexit, que se oficializó el 1 de febrero de 2020. Son seis meses escasos de euforia  hasta que el covid se hace cada día más patente e impregna toda la acción política. La serie tiene la virtud de mostrar dos mundos paralelos: por un lado, un Gobierno superado por los acontecimientos y un primer ministro (magistralmente interpretado por Kenneth Branagh) que ignora las recomendaciones de los expertos hasta que los hechos le ponen en evidencia; y, por otro, unos hospitales y residencias que viven el drama minuto a minuto entre la resignación y la falta de medios. No falta el villano de turno, el arrogante Dominic Cummings, principal asesor de Johnson, y solo se echa de menos que el director de la serie, Michael Winterbottom, no se recree en las célebres fiestas que acabaron con la carrera del premier en el 10 de Downing Street.

viernes, 16 de diciembre de 2022

En la pelota no se pita

Hay una regla no escrita en el rugby que dice que un ensayo no se celebra con la efusividad que se estila en otros deportes cuando, por ejemplo, se marca un gol. En el rugby rara vez, por no decir nunca, verán a los jugadores marcándose un bailecito después de transformar un ensayo o hacer gestos con las manos mirando a la cámara de televisión, las fan cámaras que se han puesto de moda en los estadios de fútbol. La pelota también tiene sus propios códigos de conducta. En la pelota no se debe pitar al pelotari cuando ejecuta un saque, algo parecido a lo que sucede en una pista de tenis, donde se guarda silencio. Como recientemente aseguraba el exmanista Mikel Idoate, en la pelota tampoco se aplauden los fallos del rival y tampoco se debe cantar con el partido en juego. Sucede, sin embargo, que desde hace unos años acude a los frontones un público, digamos nuevo, joven, bullanguero, que bienvenido sea porque, junto al de toda la vida, mantiene viva la llama de la pelota, pero que en determinadas ocasiones no respeta esos códigos pelotazales. El sábado, en el Labrit, parte del público silbó a Altuna III cada vez que hacía un saque a raíz de una polémica jugada (una estorbada) con el marcador en 14-13. Sobraban los silbidos. La pelota no es el plató de El Chiringuito.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Los perros muerden

No soy amigo de los animales. Yo nunca los abandonaría porque nunca los adoptaría. Ni perros, ni gatos, ni hamsters, ni pájaros, ni peces en un acuario, ni un inofensivo rebaño de ovejas. Si voy por el monte y me topo con una betizu, ella se va a Boston y yo a California. Huelen mi pánico. Sobre todo, los chuchos. Cuando me cruzo con algún perro que me mira con cara de mala hostia y su dueño me suelta eso de “tranquilo, no muerde, solo quiere jugar”, me temo lo peor. Debo ser un bocado sabroso porque dos veces me han mordido dos perros. Las dos veces con el mismo modus operandi: voy corriendo, paso al lado de una casa y un perro sin atar y con cara de pocos amigos me clava sus colmillos. La última mordedura fue hace cuatro días. Un perro ladrador que no levantaba un palmo del suelo (no me pregunten la raza, no tengo ni idea) me clavó su dentadura en el tobillo. Visita a urgencias (era chapa y pintura), un poco de Betadine y vacuna antitetánica que te crió. Lo desconozco todo sobre el mundo perruno. Tiro de Internet. ¿Por qué muerden los perros? “Tu perro muerde a consecuencia de algo”, afirma contundente un adiestrador en un blog. Palabrita del niño Jesús que no le provoqué. Pero, en fin, que los perros muerden (y los humanos también, que diría el otro).

sábado, 3 de diciembre de 2022

Pablo González

El periodista vasco Pablo González Yagüe cumple hoy 277 días y 277 noches encerrado en la prisión polaca de Radom, a 100 kilómetros de Varsovia. La noche del 27 al 28 de febrero, mientras cubría la invasión rusa, fue detenido por las autoridades polacas en Przemy, en la frontera entre Polonia y Ucrania, bajo la acusación de trabajar para el servicio de inteligencia del Gobierno de Putin. Durante los nueve meses que lleva privado de libertad, Polonia, que conviene recordar que es miembro de la Unión Europea, le ha aplicado el régimen de prisión más severo. Está en una celda de aislamiento, no tiene contacto con ningún otro recluso y solo se le permite salir al patio una hora al día. Durante todo este tiempo, Oihana Goiriena, su compañera, solo le ha podido visitar un vez, el pasado 21 de noviembre y durante dos horas. Estuvo incomunicado durante más de seis meses y sus abogados han tenido serias dificultades para abordar el caso. Solo recibe periódicamente la vista del cónsul español. El fiscal no ha presentado ninguna prueba para que Pablo González pueda defenderse de las acusaciones en un proceso que sea justo y transparente. Se trata de una vulneración de derechos fundamentales de libro pero el Gobierno español, el que más fuerza puede hacer ante Polonia, ni está ni se le espera.