viernes, 24 de septiembre de 2021

Libre como un peaje

El otro día pasé por una de esas áreas de peaje que ahora son gratis. Le cogí tanto gustito, que pasé cuatro veces por la misma autopista, la AP-2, que no sé si ahora se llama A-2 por aquello de que ha perdido la P, que viene de peaje y de pagar. Después de 44 años de gestión de concesionarias privadas, la AP-2 ha vuelto a manos públicas. Así que cuando llegas a los peajes, en lugar de las clásicas señales de parar, te encuentras con indicaciones para que no detengas tu marcha. La alegría no va a durar mucho porque el Gobierno español estudia un sistema para establecer peajes en todas las vías de alta capacidad, autovías incluidas. Aquí mismo, la Beasain-Bergara se denomina ahora A-636, pero en unos meses habrá que apoquinar. Sí o sí. ¿Será AP-636? Desde hace años tenemos asumido que hay que pagar por usar las carreteras. Si bajamos unos escalones, resulta menos comprensible que haya que pagar también por aparcar en un hospital público, y que incluso haya que pagar por enchufar la tele en la habitación de un centro sanitario. Privatizar el espacio público. Viene de los tiempos de Thatcher. Cuando murió la premier británica, Ken Loach propuso homenajearla a su modo y semejanza. "¿Cómo deberíamos honrarla? Privaticemos su funeral. Saquémoslo a concurso público y aceptemos la oferta más barata. Es lo que ella habría querido".

sábado, 18 de septiembre de 2021

Recogida de cable

De los creadores de la palabra racineros, que se refiere a los aficionados a rallys, subidas automovilísticas y demás cacharros a motor, llega ahora la expresión Recogida de cables. Más o menos viene a ser esa frase que se atribuye a Napoleón Bonaparte: "Una retirada a tiempo es una victoria". Aunque podría servir también para poner nombre a los desencuentros que mantienen el Gobierno Vasco y el juez Luis Ángel Garrido desde agosto de 2020. Hasta seis veces ha recogido cable Iñigo Urkullu a cuenta de otros tantos autos del ínclito magistrado. Garrido se ha erigido en el epidemiólogo en jefe de Euskadi (tomo prestada la expresión al profesor Antón Losada, que se suele referir de esta forma cuando habla del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo). Garrido es de los que prefiere ir directamente a ver la película sin necesidad de leer antes la novela en la que se basa el filme. El Gobierno Vasco presentó un recurso ante el TSJPV con, exactamente, 887 páginas de prosa, datos y documentación, y el juez se las ventiló en tres horas. Será de los que lee en diagonal. Respondió el magistrado con un auto de tres folios, "en el que todo está muy clarito", según expresó ante las cámaras de ETB. Clarinete, clarinete.

viernes, 10 de septiembre de 2021

Sergi Enrich

Los hinchas del Schalke 04, también conocido como el equipo de los mineros porque está asentado en Gelsenkirchen, donde antiguamente proliferaban las minas de carbón, han echado abajo esta semana el fichaje de Sergi Enrich. El club alemán pretendía contratar al exjugador del Eibar, pero lo ha descartado por la oposición de sus aficionados, que no quieren que vista su camiseta un futbolista condenado a dos años de cárcel por grabar y difundir una grabación mientras mantenía relaciones sexuales con una joven sin el consentimiento de la víctima. En Alemania no ha pasado desapercibido un nauseabundo episodio que durante cuatro años en el Eibar fue un tema tabú. Durante los cuatro años que duró el proceso que medió entre los hechos y la condena, la directiva presidida por una mujer, no abrió la boca. Estaba en su derecho. A todo acusado le ampara la presunción de inocencia. El Eibar solo condenó los hechos una vez se hizo pública la sentencia. Pero lo cierto es que en ese intervalo de cuatro años (al margen de que renovó dos veces el contrato del jugador), hubo un apunte que dejó en un pésimo lugar al club. Seis meses antes de conocerse la sentencia, no puso ningún reparo a que Enrich fuera elegido capitán. Y el capitán, en cualquier equipo, debe ser un ejemplo dentro y fuera del campo.

Thank you for watching


viernes, 3 de septiembre de 2021

Sentido del humor

Dos de los síntomas más comunes del coronavirus son la pérdida del olfato y el gusto. Quienes han sufrido en sus carnes la enfermedad, aunque sea de manera leve, te cuentan lo raro que resulta no oler nada ni saborear nada. De los cinco sentidos, seguramente el tacto es el que menos nos importa perder y doy fe de que hay más de uno, varios cocineros amigos, que hace tiempo que tiene algún dedo que ni siente ni padece. Le das fuego a su dedo con un mechero y como si pasara un tren. Pero lo de perder el olfato y el gusto, con lo que nos gusta sobre todo saborear la comida, tiene que ser extraño, extraño. Al margen de los cinco sentidos, tenemos también el sentido común (que a veces escasea), el sexto sentido, el sentido de la responsabilidad y otro sentido que también hemos perdido durante los meses de pandemia: el sentido del humor. Se asoma uno a fisgar como un voyeur a las redes sociales y solo lees a gente mosqueada o que contesta como un elefante en una cacharrería. Uno no es la chispa de la vida pero, como diría aquel, aquí va un chistecito blanco e inocuo para despertar el sentido del humor. 

"–Ernesto, ¿tu sueldo es en bruto? 
–Es en neto. 
–Enneto, ¿tu sueldo es en bruto?".