lunes, 22 de julio de 2019

Mariano

“Mira el horario del partido de la Real, pag. 56”. “La clasificación de Primera es de la semana pasada”. De cuando en cuando, Mariano Ferrer enviaba a esta redacción mensajes con errores que aparecían en el periódico. Otras veces llamaba. Con una educación exquisita, casi pidiendo perdón, te comentaba algún gazapo o gazapillo. Como aquel día que telefoneó porque la víspera había ido a ver una película y resulta que llevaba una hora proyectándose en la pantalla: habíamos publicado erróneamente la hora de comienzo del filme en las páginas de la Cartelera, y el bueno de Mariano se había quedado sin película. Desgraciadamente, cada vez quedan menos Marianos que dediquen seis horas los domingos a leer periódicos, como confesaba en una entrevista en diciembre de 2018 en Alda, la revista que edita el sindicato ELA. Y escasean también los analistas finos, brillantes, que verbalizan o ponen negro sobre blanco aquello que tú opinas pero no sabes expresar ni con palabras ni en letra impresa. Mariano Ferrer era uno de ellos. Daba en el clavo, tanto que textos que escribió hace diez o quince años se pueden leer hoy sin que casi hayan perdido actualidad. Solo hace falta cambiar de nombre al partido político o al presidente de turno.

domingo, 14 de julio de 2019

De la denuncia a la nada

Al calor del procés hay decenas de denuncias, querellas y causas judiciales abiertas. Como en botica, hay de todo. Denuncias que copan titulares de prensa y otras que pasan más desapercibidas. En abril de 2018, nueve profesores del Instituto El Palau de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) fueron denunciados por la Fiscalía porque, supuestamente, humillaron a hijos de guardias civiles, estudiantes de educación secundaria del centro, en la jornada posterior al referéndum del 1-O. Como no podía ser de otra forma, los medios de comunicación que han hecho casus belli del procés encontraron en este caso un filón. Lo de contrastar los hechos, pues como que no. A saco contra los profesores. Hubo quien, fuera caretas y escrúpulos, publicó los nombres, apellidos y fotografías de los nueve docentes, como si se tratara de los terroristas más buscados. Año y medio después, la causa ha quedado en nada. Un juez ha archivado esta semana las denuncias contra tres profesores y anteriormente también se dio carpetazo a las piezas contra los otros seis docentes. El magistrado no ve base suficiente para mantener abierta la acción penal. Ahora sería cuestión de pedir perdón y reparar el daño causado a los profesores. Rectificar, dicen, es de sabios.

sábado, 13 de julio de 2019

'Messi', ese cabestro

Mosqueados andan algunos corredores del encierro que estaban acostumbrados a lucir palmito ante las astados. En el Mundial de Atletismo de Cabestros, que es como define al actual encierro nuestro excompañero Guillermo Nagore (suele recordar que en su día recibió una cornada de un morlaco), Messi y Ronaldo son los amos de la barraca. Los dos mansos pertenecen a una ganadería que, cómo no, se llama El Uno, y le han dado la vuelta al calcetín del acontecimiento por antonomasia de los sanfermines. Los bueyes parecen toros y los toros parecen mansos. Lo dijo ayer Javier Solano, la voz de la carrera. En los últimos 20 encierros, solo uno ha superado los tres minutos de duración, lo que da idea de que esto ya no es lo que era. Se llevan los cabestros atléticos, convenientemente entrenados en el campo. Solo les faltan unos tatuajes, un poco de gomina y cláusulas de rescisión de contrato. Arrasan los cabestros, que llevan a rebufo, con la lengua fuera, al rebaño de toros. Y, claro, no es lo mismo. En esencia, el encierro consiste en llevar a los toros desde los corrales a la plaza. Ahora no hay Usain Bolt que supere a semejante cuadrilla de mansos a veintitantos kilómetros por hora. Y me pregunto: ¿Inés Arrimadas, alias la Montapollos, qué tiene que decir al respecto?

viernes, 5 de julio de 2019

La mística del Tourmalet

No hay Tour sin Tourmalet. Es el puerto que más veces se ha ascendido y, sin ser ni el más alto ni el más duro, tiene una mística que engancha. Este año se subirá el sábado 20 de julio por la vertiente de Barèges y será final de etapa. En la cima asomará la escultura Octave, le géant, que honra a Octave Lapize, el primer ciclista que coronó el Tourmalet, el 21 de julio de 1910, en la etapa Baiona-Luchon, después de 326 kilómetros y 14 horas de esfuerzo. La obra se instaló el 21 de julio de 1999. Desde entonces decenas de miles de aficionados han posado ante la escultura tras subir el coloso. Las duras condiciones climatológicas (parte de la carretera del Tourmalet en invierno se usa como pistas de esquí) provocaron que las autoridades decidieran desmontar la escultura. Así, en octubre trasladan al gigante hasta el centro Laurent Fignon, donde descansa hasta la llegada de la primavera. El primer sábado de junio se celebra la Montée de Géant. Más de 1.000 cicloturistas escoltan a la escultura, que viaja en un camión y acompañado por una txaranga, en los 30 kilómetros desde su almacén invernal hasta la cima del Tourmalet. La marcha es gratuita y en el camino se obsequia a los participantes con productos típicos de la zona. Una manera diferente de disfrutar de un cicloturismo cada vez menos turístico y más competitivo.