viernes, 31 de enero de 2020

De la gripe A al coronavirus

Como somos de Ciencias, el otro día estuvimos echando cuentas. Si en China viven 1.400 millones de chinos y las autoridades han decidido confinar a 41 millones de paisanos, eso nos sale a que han puesto en cuarentena al 2,9% de la población. Si hiciéramos una comparativa con Gipuzkoa, hablaríamos de unos 20.000 vecinos encerrados en sus casas. El coronavirus no es ninguna broma, pero a veces da la sensación de que nos invade una histeria colectiva con enfermedades contagiosas que tienen una probabilidad remota de afectarnos y, sin embargo, pasamos de puntillas con otras que sí causan muertes a la vuelta de la esquina. Pongamos que hablamos de la gripe. En la temporada 2017/2018 causó más de 6.000 fallecimientos en España, ya fuera de manera directa o indirecta. Y se calcula que cada año provoca decenas de miles de muertes en el mundo. La cautela no está reñida con la serenidad. En estos casos conviene acordarse de la gripe A. La Organización Mundial de la Salud calculó que habría 150 millones de muertos. Aconsejó a los gobiernos que almacenaran vacunas contra el dichoso virus. Los países hicieron acopio de fármacos por valor de 4.900 millones de euros. En España se usaron solo dos de las trece millones de dosis. Fallecieron 15.000 personas en todo el mundo. Pero la industria famacéutica se hizo de oro.

viernes, 24 de enero de 2020

La N-121

De Mugaire a Bera hay 24 kilómetros. En ambos márgenes de este tramo de la carretera N-121 hay nueve gasolineras. Solo en Bera hay seis gasolineras. Más que farmacias (cinco), que no son pocas desde que Santiago Cervera liberalizó la apertura de boticas en Navarra. No tengo nada en contra ni de las gasolineras ni mucho menos de los trabajadores que se ganan el pan en los surtidores. El aumento del número de gasolineras (algunas casi exclusivas para camiones) en este trayecto de la N-121 permite contextualizar el problema de tráfico y, sobre todo, de peligrosidad, que sufre este vial. Desde que en junio de 2009 se abrieron los primeros kilómetros de la entonces carretera recién reformada, el incremento de camiones es más que evidente. Hoy son 3.000 diarios. Ahorran tiempo al evitar la autovía de Leitzaran, ahorran dinero en forma de peajes en la A-8 y los arcos de la N-I, y castigan menos sus vehículos desde que Belate dejó de ser un puerto de montaña. El problema de la N-121 no es solo la gran cantidad de camiones para una carretera que no se construyó para soportar semejante volumen, pero es un hecho que la siniestralidad descendió cuando hace un par de años se limitó el tráfico de vehículos pesados por las obras de los túneles de Belate. Y ahí, el padre de Mikel Manzano dio en el clavo.

viernes, 17 de enero de 2020

Chhaupadi

Andr por el monte, además de una válvula de escape para ahuyentar malos rollos, sirve muchas veces de terapia. Para mejorar nuestro ánimo, para ganar dosis de autoestima o para amansar a las fieras. En Chhaupadi, el documental dirigido por Migueltxo Molina que tiene como hilo conductor a Edurne Pasaban, el monte, más que una terapia, es una receta contra el machismo. Chhaupadi es una práctica que pervive desde hace siglos en Nepal y que consiste en una discriminación y maltrato bestial contra las mujeres. Por resumir, durante los periodos de menstruación o posparto, se considera que las mujeres son impuras, por lo que tienen prohibida la entrada en sus propias casas, no pueden tocar la comida, el ganado o a otras personas, e incluso lavan y tienden su ropa fuera de los poblados. Están confinadas en los chhaugoth, en pequeñas cabañas, como apestadas. Es una práctica prohibida y penada, pero que las autoridades no han erradicado. Pasaban lo denuncia en el documental en una región de Nepal cuyo sobrenombre lo dice todo (Far West) y trata de ponerle remedio de la manera que mejor sabe: con una expedición al monte Saipal, un sietemil, acompañando a cuatro jóvenes de la zona que descubren la mayor de las cimas: la libertad. Sentirse libres.

viernes, 10 de enero de 2020

Robar adornos

Hace un mes, un tipo tuvo su minuto de gloria porque se supo que cada vez que su mujer celebra un cumpleaños redondo (40, 50 años) le regala una señal de tráfico con el número correspondiente. La historia, cómo no, se hizo viral, y el hombre en cuestión tuvo que aclarar que, después de hacer la obligatoria foto en casa, devuelve a su lugar la señal de prohibido circular a más de 40 o 50 km/h. A finales de los años 80, nuestro equipo de fútbol andaba tieso de pasta y cometimos un delito. Como ha prescrito, lo cuento. Volvíamos de un partido y, al pasar por las obras de una carretera, no tuvimos otra ocurrencia que robar los conos. Durante años los usamos en los entrenamientos. Mi padre solía contar cómo en una fábrica había sufrido el robo de botes de pintura mientras estaba subido en el andamio. Pequeños hurtos, que se dice en la jerga de las policías. En navidades hay quien se pone las botas. El Ayuntamiento de Bilbao calcula que cerca del 20% de los adornos navideños que coloca cada año en sus calles desaparecen. Estas últimas navidades se ha llevado la palma Cambados (Pontevedra). Unos desconocidos robaron dos renos de madera y los devolvieron sin ojos y con daños en la cornamenta. Desde que se hizo popular el Frente de Liberación de Enanos de Jardín no se conocía nada igual.

viernes, 3 de enero de 2020

La violencia cotidiana

Hace un par de semanas concluyó la serie ETA, el final del silencio que ha emitido Movistar. Son siete capítulos y, salvo el último, tienen la particularidad de que se pueden ver de manera aleatoria. Con evidentes lagunas y un título algo pretencioso, no sé si es un producto que debería proyectarse en las aulas a las nuevas generaciones, como sugiere más de uno en las redes sociales, pero si alguna virtud tiene es que remueve conciencias. Nos habla de hechos que sucedieron hace dos telediarios, pero parece que se pierden en el pleistoceno. En un país tan pequeño como este, todos hemos tenido vecinos, amigos y familiares asesinados, extorsionados, escoltados, detenidos, encarcelados o torturados. Si algo llama la atención es cómo llegamos a convivir con la violencia, en todas sus vertientes, que fueron muchas, como si fuera algo cotidiano. Nos queda un futuro en paz, concordia y reconciliación, que en el epílogo de la serie está representado por las cuatro víctimas que hablan en torno a una mesa en una sociedad gastronómica: Josu Elespe y Sandra Carrasco, hijos de Froilán Elespe e Isaías Carrasco, respectivamente, ambos asesinados por ETA; Maider García, hija de Juan Carlos García Goena, víctima de los GAL, y Peru del Hoyo, hijo de Kepa del Hoyo, preso de ETA que murió en prisión en 2017.