viernes, 24 de febrero de 2023

Espectáculo

En 1988, el CSKA de Moscú ganó la Copa de Europa de balonmano ante el Tusem Essen tras vencer 18-15 en casa y perder por 21-18 en la cancha alemana. El empate a goles se deshizo por la regla de los tantos a domicilio. Si lograbas más que los que había conseguido tu rival en tu pista, ganabas el título. Los germanos habían eliminado en semifinales a Elgorriaga Bidasoa después de un contundente 22-7 (11-2 al descanso) en el partido de ida. En la final de la Copa de Europa de baloncesto de 1998, en Barcelona, la Virtus de Bolonia venció al AEK de Atenas por 58-44. Hoy es impensable que se registren estos tanteadores bajos. Para primar el espectáculo, prácticamente todos los deportes han cambiado sus normas para que el juego sea más rápido y vistoso. El arte de defender ha perdido peso en favor de los correcalles. En balonmano es habitual que uno o los dos equipos superen los 30 goles por encuentro y hay partidos de baloncesto que son más propios de los Harlem Globetrotters. Dicen que es la forma de enganchar a los jóvenes a los espectáculos deportivos. Piqué y compañía han creado otra fórmula: partidos de futbito de toda la vida que se retransmiten por Twitch, que viene a ser lo que hacíamos de jóvenes (ver en un bar cómo otros jugaban al mus o al tute) pero a través de pantallas de móviles, tablets y portátiles. No sé. No lo veo.

viernes, 17 de febrero de 2023

Candidatos sin siglas

El otro día uno de los candidatos a la Alcaldía de Donostia difundió un vídeo en el que se presentaba ante la ciudadanía y ofrecía un par de apuntes de su ideario. El mensaje duraba un minuto y nueve segundos, pero le faltaba un detallito. Salvo que lo supieras de antemano, era imposible conocer a qué partido pertenece el candidato porque en el vídeo no figuraban ni el nombre de la formación ni las siglas. Es la política de los nuevos tiempos, en la que los aspirantes representan a un partido que no aparece en los soportes multimedia. El sobrevalorado Borja Sémper ya lo puso en práctica hace cuatro años, cuando se presentó a la Alcaldía de Donostia. El PP logró un 1,29% más de votos que en 2015. Sémper tomó posesión del cargo en junio de 2019 y lo dejó siete meses después, en enero de 2020. Todo un récord. Para que luego digan que los políticos tienen apego al cargo. Sus razones tendrán los estrategas de las campañas electorales para que sus candidatos lancen mensajes y escondan las siglas por las que piden el voto. A mí se me escapan. Solo sé que esa apariencia que se da en campaña de que el candidato va por libre desaparece luego en la práctica. Cuando toca votar, no hay verso libre que valga. La discrepancia se llama indisciplina y, entonces sí, hay que obedecer a las siglas (órdenes) del partido.

viernes, 10 de febrero de 2023

'Pause'

Hace unos meses, comentando con un familiar una serie que veíamos ambos, me dijo que en los momentos de escenas tórridas (los protagonistas de esa serie son muy fogosos y entre caricias, besos y demás las secuencias sexuales duran varios minutos), pulsaba el botón de avance y pasaba a otra escena. Hace unos días, una adolescente pegada a un móvil escuchaba a mil revoluciones un audio que acababa de recibir. Como no le interesaba mucho lo que le estaban contando, me dijo, le daba al botón de avance rápido... y a otra cosa mariposa. Vivimos rápido, como si estuviéramos montados en el botón de fast forward. Lo sano sería darle a la tecla del pause, frenar, pensar, descansar y reflexionar, pero vamos por la vida a 3.000 por hora. Así que si tuviera opción, apretaría el botón para que pasara rápido el invierno y llegaran la primavera y el verano. Con los años, uno cada vez es menos oso y más lagartija. Más de calor que de frío. Antes echábamos risas con los jubilados que cogían los bártulos y se piraban durante los meses de invierno a Benidorm, y ahora les envidiamos. Ya lo dice Kazuhiko Nishi (66 años), uno de los inventores de los ordenadores personales: “La juventud no es un periodo de la vida y puedes mantenerte joven cambiando tu forma de pensar”.

viernes, 3 de febrero de 2023

Ok.

Leo entre perplejo y confundido que a la chavalería le sienta fatal que viejunos como yo contestemos a los mensajes que nos cruzamos vía canales como WhatsApp con un “Ok”. Está mal visto. Si respondemos con un “OK.”, es decir, en mayúscula y con punto, es aún peor porque significa que “has declarado la guerra” a tu interlocutor. Para no enfadar a los chavales, que ya sabemos que escriben los mensajes con una pulcritud y una ortografía que ni el maestro don Antonio, hay que responder con un “ok”, en minúscula, o, a ser posible, con un “okk”, con dos “k” (minúsculas). Entendido. Digo, Ok, u okk, yo qué se. Leo en el mismo artículo de prensa que el símbolo de la berenjena o el melocotón, que no tengo ni idea de cuáles son, tienen un significado distinto para un adolescente y para un señor o señora mayorcetes. Para los chavales tienen un significado sexual (😲😲). Sigo leyendo en el mismo periódico, que no es este, una entrevista a un tipo que dice ser coach y especialista en eneagrama, el diagrama de las nueve pasiones humanas, que están divididas en nueve eneatipos: ira, orgullo, vanidad, envidia avaricia, miedo, gula, lujuria y pereza. Y solo me atrevo a responder: Ados. Ok, makey.