Hay una máxima en el periodismo que suelen, o solían, comentar los dinosaurios de la profesión y que, palabra arriba, palabra abajo, viene a decir lo siguiente: “Escribe de manera que pueda entenderlo tu madre”. Las madres, ya saben, son nuestras más fieles seguidoras, las que recortan nuestros artículos y los guardan en una carpeta. “Escribir para que lo entienda tu madre” debería ser una norma a seguir, no solo en el periodismo sino en cualquier formato informativo. Desde una web hasta un cartel o un folleto. Si quieres que tu mensaje cale, hazlo digerible. Por razones que se me escapan, el mundo de la cultura a veces es un filón de lo que se podría llamar información indigerible. Por decirlo finamente, te encuentras con, por ejemplo, un texto sobre una exposición y no hay por dónde cogerlo. A lo sumo aciertas que es sobre escultura. Abunda el lenguaje barroco o una de las modas de este siglo: mezclar anglicismos, palabros que no entiende ni dios, números tipo 2.0 o 6.0, signos como asteriscos y almohadillas, y verbos que no existen en el diccionario. Así que, nada, sepan que quedan invitados el próximo lunes al featuring con artist guest que tendremos dios mediante en nuestro cool #spacing 7.0. Imprescindible diccionario.
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