viernes, 27 de abril de 2018

Dimitir

un bufón denteroso que ejerce el pseudoperiodismo y que se jacta de que en el panfleto digital que dirige se publican noticias falsas y mentiras, puso el miércoles la puntilla a la carrera política de una presidenta que roba, pero de manera involuntaria. Cada vez se lo ponen más difícil a los redactores de El Mundo Today. No hay crema regeneradora suficiente en el planeta para lavar la putrefacción en el PP. Les salen manzanas podridas del cesto cada semana y las cuchilladas entre las familias del partido son propias ya de pandilleros. Tras destaparse el falso máster de Cifuentes, un cargo político con dos dedos de frente y un pelín de honradez hubiera dimitido medio minuto después. Los manuales de estilo dicen que si te pillan con las manos en la masa, lo más inteligente (además de decente y ético) es dimitir a la de ya, desaparecer del mapa y ponerte a disposición de la justicia. Recuerden a Javier Otano, presidente de Navarra durante menos de un año. En junio de 1996 se desayunó con un titular en el que se señalaba que una jueza había descubierto que, junto a su mujer, tenía una cuenta bancaria en Suiza con unos 200 millones de pesetas. Para el mediodía ya era un cadáver político: dimitió en un santiamén. Concretamente, ese mismo día. Los jueces, ¿dimiten?

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