El universo de Twitter a veces es maravilloso. La cuenta oficial de la Guardia Civil recriminó recientemente al Ayuntamiento de Sant Esteve de les Roures que publicara tuits e imágenes en los que criticaba la actuación de la Benemérita en el referéndum del 1 de octubre. La Guardia Civil entró al debate en la red del pajarito al trapo y a saco, pero ha recibido como respuesta un vendaval de contestaciones humorísticas e ingeniosas como no se recuerda. El Ayuntamiento de Sant Esteve de les Roures no existe. Bueno, solo existe en un atestado (este sí, verdadero) que la propia Guardia Civil envió al juez Llarena en el que detallaba en qué pueblos había intervenido durante el 1-O. En concreto, en el documento se especificaba que en esta localidad que solo figura en el imaginario de la Guardia Civil se habían registrado cerca de 300 episodios violentos. No es la primera vez que la Guardia Civil comete errores de bulto en sus informes. Recuérdese cuando confundió herriko etxea con herriko taberna. Esta vez la bola ha crecido de tal forma que ayer Sant Esteve ya contaba con cuentas en Twitter de su parque de bomberos, su universidad, su hospital, sus medios de comunicación, sus clubes de todo tipo, aeropuerto, centros de investigación, juzgados y, cómo no, una colla de castellers. Muy grandes.
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