jueves, 14 de junio de 2018

Màxim, 'El Breve'

Hay políticos que tienen tal verborrea, que hablan tanto y tantos días que, al final, quedan atrapados por sus palabras. Pongamos, por ejemplo, a Inés Arrimadas y Albert Rivera. Muy cargantes ambos. Muy cansinos. Están todo el día rajando. No callan ni debajo del agua. Tan pronto opinan sobre el nuevo entrenador del Madrid como critican la última decisión de Torra. Aquí, en casa, somos más de figurar. Nuestros políticos son más de aparecer en las fotos, si puede ser todos los días, mejor, y echar un pequeño discurso. Hasta hace nada, Pedro Sánchez era también de la especie de políticos pegados a un micrófono. Hablar y hablar, y prometer, también suelen ser mucho de prometer. En febrero de 2015 Sánchez dijo: “Es inmoral tener al número tres de tu organización que ha creado una sociedad interpuesta para tributar la mitad de lo que le correspondería. Esa persona al día siguiente estaría fuera de mi ejecutiva”. Se refería a Juan Carlos Monedero, que meses después dimitió de sus cargos en Podemos. Màxim Huerta se ha convertido en menos de una semana en el Monedero del nuevo Gobierno socialista. De récord mundial lo de Màxim El Breve. Y, por cierto, un periodista que en su comparecencia de ayer no admitió preguntas. De libro.

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