Para quienes se fueron el miércoles por la tarde a la Conchinchina, volvieron ayer, y no han leído ni un solo periódico, no han consultado Twitter, ni Facebook, ni han sintonizado la radio, ni han visto ningún informativo en televisión, les resumo estas cinco jornadas en un santiamén. En unos cuantos flashes. El jueves no pasó nada del otro jueves. El viernes, cuatro ministros, cuatro, entre ellos el de Educación y Cultura, cantaron a viva voz en Málaga, junto a la Legión, el himno El novio de la muerte,que es una canción de cuando Franco, aunque dice Rafael Hernandoque es “muy respetable”.Cristina Cifuentes seguía desaparecida. China avisaba (el que avisa no es traidor) de que vagaba por el espacio un satélite que habían dado por amortizado en 2016 y que en cualquier momento podía caer sobre nuestras cabezas. Afortunadamente, cayó ayer en mitad del Pacífico. El sábado volvió la Liga y a eso de las diez de la noche nos las prometíamos felices porque la derrota del Barça mantenía virgen el récord de imbatibilidad de la Real con el que sacamos pecho. Hasta que llegó Messi. El domingo fue ni fu ni fa, y ayer, parecido. En fin, que aquí ha llovido, pero menos de lo que se esperaba. Y, por lo demás, todo bien. En nuestro barrio los bares estaban semivacíos, y sobraban aparcamientos y sin pagar la OTA, oiga. Que ustedes lo disfruten.
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