viernes, 30 de mayo de 2025
Juguetes rotos
De chaval, teníamos un entrenador de fútbol que, si sabía que íbamos a golear a nuestro rival porque éramos muy superiores, alineaba al peor equipo posible. Los mejores jugadores chupaban banquillo y las medianías disfrutábamos de nuestros minutos de gloria. No había ninguna norma que estableciera cuántos minutos tenía que jugar cada chaval en cada partido, así que se puede decir que aquel técnico se adelantó a los tiempos porque ahora sí hay unos mínimos que debe jugar cada niño o niña. Si fuera entrenador (por el bien del fútbol, nunca me he sentado en un banquillo), aplicaría en su máxima expresión la filosofía de aquel entrenador, totalmente opuesta a la que practican determinados clubes que solo buscan la excelencia desde edades muy tempranas con chavales que con el paso el tiempo se convierten en juguetes rotos. Bajo el paraguas de lo que llaman jornadas de tecnificación, tratan de encontrar mirlos bancos con los que alimentar un trabajo de cantera que podría tener algún sentido si lo hicieran en su zona de influencia. ¿Qué sentido tiene que un club de Donostia realice jornadas de tecnificación con chavales de 8, 9 o 10 años a 30 kilómetros de distancia de su entorno? Ninguno. A esa edad, un chaval no solo debería jugar en el equipo de su pueblo con sus amigos sino que, ya puestos, debería practicar más deportes que el fútbol.
viernes, 23 de mayo de 2025
Herri aitada
Seis pueblos de la muga se miden este sábado, desde primera hora hasta bien entrada la tarde, en un puñado de pruebas deportivas, culturales y gastronómicas. La iniciativa, que lleva por nombre Herri aitada, se celebró por primera vez en Sara en 2018 y posteriormente en Ainhoa en 2019, pero, como tantas otros proyectos, la pandemia provocó que se interrumpiera, hasta que este 2025 se ha recuperado. Ainhoa, Urdazubi, Zugarramurdi, Bera, Sara y Etxalar competirán cada una con un equipo formado por unas 60 personas (cada localidad viste una camiseta de un color) que se reparten en disciplinas en las que se combina de todo en un poco. Los seis pueblos se medirán en Zugarramurdi, que hace las veces de anfitriona, en partidos de bote luze, una carrera a pie, una carrera de mountain bike, un campeonato de mus, varias pruebas de herri kirolak (sokatira, yunque, lokotz biltzea...), un concurso gastronómico, euskal dantzak y en un cuestionario (quizz) de cultura. Una especie de interpueblos, con el euskera como denominador común y con el propósito de estrechar las relaciones entre localidades que comparten algo más que la muga. Un ejercicio de auzolan entre pueblos de un mismo mapa que en ocasiones viven de espaldas,distanciados por una frontera más mental que orográfica.
viernes, 16 de mayo de 2025
Aupa Imanol
Los aficionados del Bayer Leverkuse rebautizaron el año pasado la calle que lleva a su estadio, el BayArena. La calle en cuestión se llama Bismarckstrasse, en recuerdo a Otto von Bismarck, padre de la Alemania moderna, pero los hinchas pasaron a denominarla Xabi-Alonso-Allee (Avenida Xabi Alonso). Fue su manera de homenajear al entrenador tolosarra, que logró la primera liga alemana del Leverkusen en toda su historia, además de la Copa y la Supercopa.De hecho, el pasado sábado, en el último partido en casa, Alonso recibió, entre otros obsequios y en una despedida por todo lo alto, el cartel con el nombre de su avenida. No vamos a pedir que la donostiarra avenida de Madrid pase a llamarse avenida Imanol Alguacil, no vaya a ser que se nos echen encima todos los haters. Pero, como en las buenas óperas, el técnico de Orio se merece este domingo una larguísima salva de aplausos. Más allá de sus excelentes números (339 partidos, un título de Copa y cinco clasificaciones europeas consecutivas), Imanol deja una impronta y una forma de ser y estar que ha calado hasta el fondo en el aficionado. Un tipo normal que en los últimos cinco años ha logrado que el éxito se convierta en costumbre. Un muy buen tipo. Aupa Imanol.
viernes, 9 de mayo de 2025
Coto al Everest
El Gobierno de Nepal se ha propuesto endurecer los requisitos para ascender el Everest con una serie de medidas que ha presentado ante la Asamblea Nacional para su aprobación. No es la primera vez que las autoridades plantean poner en marcha restricciones para reducir la masificación y el impacto medioambiental que sufre la montaña más famosa del mundo, pero esta vez llama la atención una en concreto. Para lograr un permiso para subir al Everest, antes habrá que haber ascendido una montaña de más de 7.000 metros (solo en la cordillera del Himalaya hay más de 100). Además, a partir de septiembre se incrementará la tarifa que se abona por ascender al techo del mundo, que pasará de 11.000 a 15.000 dólares para cada montañero en la temporada de primavera. Los nueve ochomiles en territorio de Nepal (el resto están ubicados en la cordillera del Karakorum) suponen una importante fuente de ingresos para el país asiático, pero la masificación turística se han convertido en un serio problema. Cada año cerca de 60.000 personas acuden al campo base del Everest, la mayoría en trekkings, y dejan tras de sí montañas de basura. Solo en 2019 se recogieron 19 toneladas. El impacto es de tal magnitud que el Gobierno de Nepal propone también implantar una tasa. ¿Les suena?
viernes, 2 de mayo de 2025
Descifrar la electricidad
Si ya nos cuesta horrores descifrar la factura de la luz, entender las causas (no hay solo una) que provocaron el gran apagón es de tesis doctoral con sobresaliente cum laude. Por más que leamos a expertos en la materia y artículos de opinión de personas conocedoras de la materia, cuesta hacerse una idea de cómo funciona el sistema eléctrico. Para profanos en la cuestión y gentes de letras como nosotros, los términos y las expresiones que se utilizan no ayudan: gigawatios, hercios, “oscilación en términos técnicos”, “flujos de potencia”, cogeneración, “calidad de onda” centrales de regulación, generadores síncronos… El agua doméstica sabemos que nos llega de ese embalse que tenemos a tiro de piedra. Solo nos preocupamos cuando no llueve y se va vaciando. La electricidad es esencial pero invisible a nuestros ojos. Vaya usted a saber de dónde procede. Hace dos teleberris
nos enteramos de que la subestación de Hernani, a la que hasta hora mirábamos como las vacas al tren cuando vamos en bici hacia Goizueta, ha sido clave para que, al menos en Donostialdea, el suministro se recuperara con rapidez gracias al flujo de energía (ni idea de si se describe así) que llegaba como chorros de oro desde el otro lado del Bidasoa.
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