miércoles, 7 de noviembre de 2007

Carreras ¿populares?

A rebufo de la Behobia-San Sebastián, en los últimos años han crecido como setas las carreras de atletismo en Gipuzkoa y los territorios de su entorno. Nada que objetar. Resulta saludable que cada fin de semana exista la oportunidad de disfrutar de una de tus aficiones favoritas rodeado de gente que corre por el placer de correr. El problema es cuando el ocio se traduce en negocio. Cuando los organizadores (no todos) consideran que entregar una camiseta de algodón y una botella de agua en la meta a cada participante es suficiente si previamente se pagan ocho, diez o quince euros. Como en botica, en las carreras hay de todo. Organizadores altruistas que se desviven por los atletas populares y otros con menos escrúpulos que sólo buscan amasar dinero. La Behobia se lleva la palma en las cuotas de inscripción. Cada participante paga 25 euros, lo que equivale a unos ingresos, sólo por inscripciones, de 60 millones de las antiguas pesetas. No sé si es caro o barato. Sólo sé que la más modesta de las carreras de pueblo agasaja a los populares con todo tipo de sorteos (cenas, fines de semana en casas rurales, zapatillas, etc.). En la Behobia no se gastan un duro en obsequios (argumentan que el precio de la camiseta que dan a cada participante es superior al de la inscripción). Ni siquiera regalan aquellas simbólicas participaciones de lotería que recibían los atletas hasta hace unos años. Quizás deberían recordar que, como en el Tour, quienes hacen grande la carrera son los corredores y los espectadores. Y quizás también deberían tomar nota de otras pruebas más modestas. La Carrera de Primavera de Donostia, por ejemplo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario