Nicolas Sarkozy no se anda con chiquitas cuando le molesta un periodista. Salta a la vista que este hombre tiene ojeriza a algunos colegas, sobre todo si son estrellas de la televisión. En su día le levantó la mujer a Jacques Martin, mítico showman al que muchos recordamos por su programa L'école des fans de la sobremesa de los domingos, y que murió en septiembre pasado en Biarritz. Quienes acostumbran o acostumbraban a sintonizar lo que toda la vida se ha llamado las francesas, se acordarán de este espacio en el que los niños ridiculizaban a veces a sus padres y luego cantaban (en uno de los programas llegó a intervenir una niña llamada Vanessa Paradis). El bueno de Martin se casó con Cecilia María Sara Isabel Ciganer Albéniz en Neully-sur-Seine, en una ceremonia oficiada por el alcalde de esta localidad, un tal Sarkozy. Dicen las buenas lenguas que el hoy presidente francés no paró hasta conquistar a la que hoy es su ex mujer. Ahora la ha tomado con otro presentador-estrella: Patrick Poivre d'Arvor, el Matías Prats de TF1, presentador del informativo con más audiencia de la cadena con más audiencia de Francia. Sarkozy se la tenía jurada a PPDA (siglas con las que es conocido el periodista) desde que en una entrevista en el Elíseo le comentó que se le había visto "muy suelto" en una cumbre del G-8 en la que Sarko pareció traspuesto. Dicen también las buenas lenguas que el presi llamó a su amiguete Martin Bouygues, propietario de TF1, y mandó destituir al presentador. Luego hablan de Vladimir Putin.
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