lunes, 27 de octubre de 2008
Hombre muerde a perro
¿Se acuerdan de aquel verano (no hace muchos años) en el que los medios de comunicación les atiborramos con informaciones acerca de perros que mordían a personas? Se escribieron páginas y páginas sobre sucesos que se repetían como un calco. Un perro, a ser posible de raza peligrosa (aprendimos de memoria nombres como rottweiler, pit bull o dogo), atacaba a una persona (mayormente niño) y aquello pasaba a ser primera noticia de los informativos. Los perros siguen mordiendo (y jugando y ladrando), pero hoy ya no son noticia. Lo que lleva a una reflexión que me plantea con frecuencia un amigo. Me expone de ejemplo las catástrofes aéreas. Supongo que han reparado en que siempre que se produce un accidente de aviación con decenas de muertos, le suceden otro y otro y otro en un intervalo corto de tiempo. El fenómeno se da también en accidentes de trenes y en naufragios de barcos. Si se hunde un crucero en Grecia, al día siguiente lo hará otro en la costa del mar Báltico y a las 48 horas encallará un tercero en el Canal de La Mancha. ¿Se acuerdan de la muerte del defensa del Sevilla Antonio Puerta? Pues, casualidad o no, los medios de comunicación informamos los días siguientes sobre otras tres muertes de futbolistas. Da la impresión de que desde entonces no ha fallecido ningún otro jugador, de que son noticias pasajeras que pierden interés una vez que los medios de comunicación pisan el freno. Ahora caen bancos como en un efecto dominó. Seguramente, dentro de unos meses ya nadie hablará del asunto, aunque los clientes se acordarán de los ahorros que se han evaporado como el agua.
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