lunes, 6 de abril de 2009

Túnel del tiempo

Hoy me gustaría bucear en el túnel del tiempo, quitarme unos cuantos años y convertirme como por arte de magia en un niño de Ataun. Sí, de Ataun, y no de otro sitio. Hoy parte la Vuelta al País Vasco de Ataun. Hace un tiempo, los chavales de nuestro pueblo disfrutábamos todos los años de la salida de la Vuelta. Era el acontecimiento del año. Entonces no existían el pomposo village départ, ni los autobuses con las lunas tintadas en los que los profesionales se recluyen o les recluyen hoy del mundanal ruido. Te plantabas junto a los coches de los equipos, dabas la pelmada para que te soltaran una gorra o un botellín guardé como oro en paño un bidón que Pello Ruiz Cabestany lanzó a una cuneta en su etapa de aficionados y pedías autógrafos a todo el que se meneara con un culotte y un maillot. Primero pedías la firma y luego mirabas el dorsal porque, la verdad, más de la mitad del pelotón pasa desapercibido para el común de los seguidores. Si les digo que hoy estarán en Ataun Yukiya Arashivo, Rein Taaramae y Mickäel Buffaz, pueden pensar que voy de vacilón. Pues sí, estarán. Seguro que algún chaval les pedirá un autógrafo, apuntará su dorsal y se quedará alucinado por la poca cosa que son (casi todos los ciclistas siguen el mismo patrón: finísimos, sin un gramo de grasa y ninguno tiene barba, je, je). Luego, al cabo de unas horas, los chavales tendrán la ocasión de verles en la llegada (la etapa acaba también en Ataun), pero ya no será lo mismo porque pasan como locomotoras. No hay nada como la salida, a pesar de que se te quede un poso de tristeza cuando la caravana abandona tu pueblo.

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