sucedió el 8 de febrero de 1986 en el viejo frontón Uranzu. Elgorriaga Bidasoa jugaba el último partido de una rocambolesca Liga que finalizaba con una especie de playoff entre los cuatro mejores equipos. Los irundarras, cuartos en ese momento, recibían al hoy desaparecido Teka de Santander con la necesidad de mantener su posición. A cuatro minutos del final, con empate a 17 goles, el gran Juantxo Villarreal cortó desde el banquillo un contrataque de Silos, que iba directo a intentar batir al portero Munduate. El Teka anotó el gol en un golpe franco, pero el Bidasoa acabó ganando 19-18 y se metió en la fase decisiva de la competición, un hito que coronó al año siguiente con la conquista del primer título. Villarreal fue castigado con doce partidos de sanción. Que me perdone el bueno de Juantxo por no detallar su admirable trayectoria en el club (hoy aún se le añora) y traer a colación esta anécdota, pero es que hace unos días se vivió una escena similar en el Hypo Niederösterreich (Austria)-Metz (Francia) de la segunda jornada de la Liga de Campeones femenina. A siete segundos del final, con empate en el marcador, el técnico del equipo local se abalanzó sobre una jugadora gala que se preparaba para anotar el gol del triunfo. Gunnar Prokop, que así se llama el técnico, cortó la jugaba, fue expulsado y abandonó el banquillo con una media sonrisa en la boca. La jugada, que se puede ver en Internet, le ha costado la suspensión por tres años y una sanción de 45.000 euros. Su equipo deberá pagar otros 30.000 euros y pierde el punto. Lo que le diferencia de Villarreal es que no se trataba de un partido decisivo.
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