es lo que tiene la TDT. Te pones a zapear y te topas con un programa que te hace dudar sobre si vives en los albores del siglo XXI o en plena dictadura franquista. No me acuerdo del nombre del espacio (ni falta que hace, ni ganas que tengo de buscarlo en Internet), pero venía a llamarse algo así como Algo más se perdió en Cuba y se ofrecía en Intereconomía. Me bastaron diez minutos para comprobar que la incontinencia verbal de algunos tertulianos era ilimitada, y que matiz es una palabra que no figura en su vocabulario. Me llamó la atención uno de ellos, del que también desconozco su nombre porque el programa no tenía a bien poner los nombres de los tertulianos cuando éstos tomaban la palabra, y el presentador les llamaba por su nombre de pila (ya saben, en determinadas tertulias, todos son don y doña). El caso es que este tipo (que daba la impresión de que necesitaba una buena dosis de Sintrom) hizo un alegato que no se escucha ni en boca del más conservador del PP. Acusó a las gentes de izquierdas (así, en general, sin distinción) de utilizar el "terrorismo verbal", se quedó tan ancho cuando dijo que las gentes del cine "han robado" 90 millones de euros al Estado, aplaudió y jaleó el gesto de Aznar con su dedo corazón, y pidió poco menos que la cárcel para quienes protestaron contra el ex presidente en la Universidad de Oviedo. Decía ayer El País que abunda la presencia de tertulianos ultras en los programas de ¿debate? de la TDT. Puede ser. Lo que es cierto es que por ahí hay más de uno que sigue pensando que España se divide en rojos y nacionales.
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