contaba hace tiempo un ex alto cargo del Gobierno Vasco que detrás de algunas informaciones periodísticas sobre la labor de las fuerzas de seguridad contra ETA había mucho de novela y algo de literatura. Venía a decir que había que examinar con lupa algunas noticias, reportajes y análisis de determinados periodistas porque la falta de contraste resulta palmaria. En la lucha contra ETA, la fuente que informa al periodista siempre es de una parte (mayormente políticos, gobernantes o dirigentes y miembros de las distintas policías) y, obviamente, al otro lado no hay con quién contrastar la historia. Y no sólo sucede en la lucha contra ETA sino en lo que se viene a llamar el conflicto vasco. Imanol Murua, en el libro Loiolako hegiak, sobre la trastienda de las conversaciones entre el PSE, Batasuna y el PNV, relata que en la primera filtración sobre las reuniones de los tres partidos, El Correo aseguró que el encuentro se había celebrado en Elizondo, seguramente porque en alguna escucha telefónica se captó la expresión eliz ondoan. También cuenta que Rodolfo Ares no sabía dónde está Elizondo, pero tampoco es raro. Durante la tregua posterior al Acuerdo de Lizarra hubo quien dijo sin pestañear que Estella-Lizarra estaba al lado de Isaba. Hombre, al lado, lo que se dice al lado... En fin, que, anécdotas al margen, en algunas informaciones sobre la lucha contra ETA hace tiempo que se ha extendido el todo vale, las prisas, las primicias que no son tales, el blanco o negro, y las detenciones cuasitelevisadas. Hoy son cinco bomberos y mañana un circo con sus payasos, con todo el respeto a los colegas de Fofó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario