viernes, 8 de octubre de 2010

Vibroansiedad

Conozco a más de una y más de dos mujeres que cada vez que han tenido un hijo, nada más dar a luz, han tenido idéntica reacción: comprobar que la criatura venía a este mundo con los diez dedos de las manos y los diez de los pies. Supongo que semejante revisión pertenece al catálogo de los lógicos miedos que les invaden a ellas cuando ingresan en el paritorio. Y supongo también que hoy, con los adelantos tecnológicos y las ecografías de cinco dimensiones, es posible verificar (verbo de moda) si el churumbel tiene todos sus dedos y hasta si le están saliendo los primeros granos. Todos llegamos con los 20 dedos de rigor y luego desarrollamos un apéndice: el móvil, que se ha convertido en el vigésimo primer dedo. Y con el móvil surgen patologías de lo más curiosas. Por ejemplo, la vibroansiedad o síndrome de la vibración fantasma. Igual hasta la ha experimentado usted en su cuerpo. Consiste en tener la sensación de que te han llamado al móvil. Lo llevas en el bolsillo y, por alguna extraña razón, notas que te vibra. Lo coges, pero no hay llamada alguna. Primero piensas que no era una vibración sino un pliegue del vaquero... hasta que te das cuenta de que tu móvil no tiene activado el modo de vibración. Esta pequeña alucinación muscular debe de afectar a unos cuantos usuarios porque hasta se han creado grupos en Facebook: Yo también noto que me vibra el móvil y cuando lo miro no tengo NADA!!! y Sacar por la calle el móvil del bolsillo creyendo que vibra y ver que no. Raros somos.

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