EL 3 de julio de 2009, Miguel Sanz y Patxi López firmaron en Pamplona un protocolo para "normalizar" las relaciones entre Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca (CAV). Entre otros acuerdos, el Gobierno foral se comprometió a autorizar la difusión de ETB-1 y ETB-2 en su territorio a través de la TDT. Se suponía que aquella foto en la que Patxi y Miguel posaban todo simpaticones alumbraba un nuevo tiempo en las relaciones entre las dos comunidades. Un año y siete meses después, tras sucesivos cambios de mapas del tiempo, de símbolos y de identidades, ETB se sigue sin ver en Navarra. Por lo visto, la culpa es del múltiplex, un aparato que ni usted ni yo hemos visto en nuestra vida, pero que sirve para que la tele del txori se vea por TDT allende las fronteras vascongadas. Un artilugio que vale un millón de euros. En este país en el que hacemos alarde de nuestra generosidad en la barra del bar ya saben, esta ronda la pago yo, ni uno ni otro Gobierno están por la labor de costear el aparato de marras. Un millón de euros, o sea, el equivalente al 0,02% del presupuesto del Ejecutivo foral y el 0,009% de los dineros que gastará el Gobierno Vasco este año. Calderilla, vamos. Es curioso que tampoco se pueda ver por TDT Xaloa Telebista, radicada en Oronoz Mugaire, cerca de Elizondo, la capital de Baztán que Rodolfo Ares no sabe situar en un mapa, y la única televisión de Navarra que emite íntegramente en euskera. Bah, simples casualidades. Falta de voluntad política se llama. Hasta que llegue la final del Campeonato de pelota de Parejas.
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