José Luis Mendilibar fue presentado el pasado martes como nuevo entrenador de Osasuna (no confundir con el Osasuna de Pamplona). Dedicó 27 minutos a responder en castellano (o español, lo mismo da) a las preguntas que le formularon los periodistas. Cuando intervino el redactor de Berria y Euskadi Irratia (Mendilibar es euskaldun), el presidente, Patxi Izco, hombre campechano por lo que se ve, le interrumpió con la expresión: "¿No nos podemos enterar todos?". El maleducado gesto del presidente de Osasuna, que luego se disculpó con el periodista a su manera, se produjo solo unos días después de otro incidente con una rueda de prensa y el fútbol compartiendo protagonismo. El entrenador del Girona, Raúl Agné, compareció el sábado después de ganar su equipo en Huesca. Iniciada la rueda de prensa, un periodista se dirigió al técnico en catalán y, como es lógico, éste comenzó a contestarle en el mismo idioma... hasta que fue interrumpido por varios periodistas oscenses que le recriminaron que no respondiera en castellano. Curiosamente, Agné es aragonés (natural de Mequinenza, una localidad zaragozana próxima a Lleida en la que se habla catalán con total naturalidad). Mientras técnicos, jugadores y periodistas bilingües aplican el sentido común, algunos colegas de profesión demuestran una falta de respeto y de educación que abochorna. Recuerdan a esa expresión ("Háblame en cristiano") que acuñaron aquellos que desprecian toda lengua que no sea la suya.
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