"Los políticos saben que el copago sanitario es inevitable". "Hacen falta más privatizaciones". "Hay que vender aeropuertos y que las últimas autovías que se han construido pasen a ser autopistas de pago". "Hay que ajustar los salarios a las condiciones del mercado laboral". Palabrita de Juan José Toribio, presidente de la Fundación Internacional IESE, que el pasado miércoles intervino (se supone que cobrando) en el Encuentro Empresarial de Elkargi. Como facultativo que ofrece recetas económicas contra la crisis, este buen hombre no tiene precio. No sé, un par de ideas más le propongo: implantar la semana laboral de 60 horas y pagar por respirar. El tal Toribio fue director ejecutivo del FMI, ese organismo que cada dos días nos lee la cartilla pero que no supo alertar de que se avecinaba una larga temporada de vacas flacas. Pero volvamos al copago, ya saben, esa otra receta que consiste en que si a usted le operan de la hernia, parte de la intervención se la costea la Administración y la otra ración se la paga de su bolsillo. Dicen que es lo próximo en llegar. En Catalunya ya se ha abierto el melón y hay un encendido debate sobre el asunto. Por si acaso, la Generalitat ya ha adelantado que este año recortará el gasto en la sanidad pública en 1.000 millones, un 10% respecto a 2010. Nada se sabe de si se van a aplicar recortes en las vergonzantes dietas que cobran algunos políticos por asistir a consejos de administración, ni de los escandalosos beneficios que obtienen las eléctricas y los bancos, ni de las exenciones fiscales de las que gozan las clases más acomodadas. Con eso no se juega, amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario