2012 es un año bisiesto o, lo que es lo mismo, toca Eurocopa de fútbol y Juegos Olímpicos. Hace muchos años, en los meses previos a una competición deportiva de semejante calado, algunas familias cambiaban de modelo de televisión (de modelo de aparato, quiero decir). En casa lo hicimos en 1982, meses antes del Mundial del Naranjito. Compramos un Radiola para ver a aquellos internacionales de la Real que hoy todavía recitamos de memoria, y el estreno fue todo un acontecimiento. Miguel, el vecino que vendía e instalaba las teles, conectó el aparato en el salón y de allí salieron imágenes en color (en aquellos años se estaba produciendo el tránsito de los televisores de blanco y negro a color). Como era costumbre, Miguel se quedó luego en la cocina echando unos vinos y dando cuenta de un trozo de queso. Dentro de unas semanas la Radiola va a cumplir 30 años. Funciona perfectamente. Ha soportado la llegada de la TDT y todo tipo de programas, la pobre. No sabe qué es la obsolescencia. Hoy puede que un técnico acuda a tu casa a instalarte una tele tipo pantallón panorámico, pero es casi impensable que se quede a echar unos vinos. En realidad, todos nos hemos convertido en pseudotécnicos de los cachivaches tecnológicos que tenemos en casa. Hace 30 años apenas veíamos la primera cadena, la segunda (también conocida como la UHF) y las tres francesas (ETB nació el día de Nochevieja de ese mismo año), y hoy podemos ver más de 50 canales. Pero, ayer y hoy, siempre hay quien sentencia: "No hay nada en la tele".
Cada vez te leemos más a menudo. Saludos
ResponderEliminarYo en aquel año,con mis 15 años,mi padre compró la primera tv en color.Una Radio la,por supuesto sin mando,que de aquella no existían.
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