Según los datos que maneja el Eustat, el incremento de los matrimonios civiles en Euskadi ha sido de tal calibre en la última década que hoy suponen el 64% del total. Los enlaces canónicos han perdido peso en una sociedad cada vez menos secularizada. Las estadísticas sobre bodas civiles y por la Iglesia son solo un apunte del cada vez más frecuente desapego que siente el personal por la religión católica. La falta de vocaciones y la menor presencia de fieles en los oficios religiosos son otras dos razones que hacen pensar que buena parte de la ciudadanía no comulga con la Iglesia. Con semejante panorama, la mayoría de los clubes de fútbol mantienen el hábito de visitar al patrón, el santo o la virgen de turno al inicio y al final de la temporada (en algún caso si cae algún título del cielo). La Real cumplió con esta tradición el lunes pasado. Jugadores, técnicos y directivos bendijeron el nuevo curso con la asistencia a una misa en la basílica de Santa María. Desconozco si entre los futbolistas txuri-urdin hay mayoría de creyentes, agnósticos, católicos, apostólicos o romanos. Y desconozco también si la mayoría de la parroquia blanquiazul profesa la religión católica. Entiendo que los jugadores acuden a misa por respeto, porque es un acto institucional o, simplemente, porque son creyentes. Solo recuerdo un caso de un futbolista que se negó a acceder a un templo: Óscar Téllez. En 2002 el central fue sancionado con 750 euros por negarse a entrar en la iglesia (se quedó en el exterior) durante el funeral de José Luis Compañón, presidente de honor del Alavés.
Hola, Moli.
ResponderEliminarYo pregunté en twitter a la Real Sociedad cuál era la razón de que la plantilla vaya a misa, pero me dieron la callada por respuesta.
Voy a tener que escribirles un mail, porque, como accionista y abonado, quiero una explicación.
Iturri