miércoles, 18 de septiembre de 2013

Euskaltel Euskadi

a mediados del año pasado, Euskaltel Euskadi anunció su continuidad en la elite durante los próximos cuatro años (el actual y otros tres) con un nuevo proyecto, una nueva sociedad limitada (Basque Cycling Pro Team), un mayor presupuesto, un nuevo manager y una nueva filosofía. Año y medio después, desaparece. No hay dinero, ni privado ni público, que sostenga uno de los equipos más ilusionantes en la historia, no ya del ciclismo vasco, sino del propio deporte vasco. Miles de aficionados consideran que Euskaltel Euskadi (habrá que acostumbrarse a hablar en pasado) es la única selección que representa oficialmente a este país en el deporte de elite. Curiosamente, se da en un deporte como el ciclismo, en el que se idolatra al individuo, en el que éramos o somos de Loroño, Merckx, Anquetil, Coppi, Hinault, Marino, Periko, Indurain, Beloki, Pantani o Voigt, pero en el que, salvo excepciones, no se es seguidor de una escuadra. Euskaltel ha roto ese y otros moldes y se ha convertido durante los últimos 20 años en uno de los mejores escaparates publicitarios de Euskadi. La desaparición solo se explica por la crisis y la falta de patrocinadores, dicen quienes se mueven en las entretelas del pelotón. Nada que oponer, salvo un pequeño detalle: ¿Cómo es posible que, ya en plena crisis, se anunciara un proyecto a cuatro años vista, a razón de nueve millones de euros de presupuesto por temporada, y solo se haya cubierto una? Quizás es que hay un capítulo en este serial que nos hemos perdido o que no nos lo han contado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario