viernes, 21 de febrero de 2014

Las redes nos tienen atrapados

Definitivamente, las redes sociales nos tienen atrapados. Nos hemos convertido en seres mutantes que vamos de aquí para allá con el móvil o la tablet, o ambos dos, asidos a nuestras manos. Son un apéndice más de nuestro cuerpo. Caminamos por la calle sin mirar alrededor, con los ojos puestos en el celular, comemos con el aparato a modo de cubierto, corremos sin despegarnos de él, estamos atados a él con el manos libres del coche e incluso a veces conversamos con otra persona sin quitar ojo a la pantalla. Vivimos pendientes del WhatsApp, de que nos van a llamar por Skype, de Linkedin, de mirar nuestro muro de Facebook, de consultar la última hora de Twitter, de lo más on/off de Pinterest, de hacer fotos con Instagram, de hacer más fotos con Flickr, de estrenar Telegram para comprobar si es tan útil como nos han comentado, de Google Plus, de Tuenti y de lo que vendrá, porque esto no ha hecho más que empezar. Vivimos en un sinvivir hasta tal punto de que se diría que si no tienes WhatsApp estás en fuera de juego, eres de otro mundo. En cuestión de años hemos pasado de tener un teléfono fijo (entonces no se llamaba así) que usábamos solo para hablar al mediodía y al anochecer, a retransmitir nuestras vidas en vivo y en directo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario