el otro día, en la
bananera Supercopa de España, en ese partido que empieza un día y acaba
al siguiente, y que solo tiene importancia si gana el Madrí; el
otro día, digo, el árbitro expulsó al impresentable entrenador del
Atlético de Madrid. Cada uno es como es, y Diego Simeone como técnico es
clavadito a su etapa de jugador: macarrilla y marrullero. Como
habitualmente suele estar en el banquillo pasado de revoluciones, no se
le ocurrió otra cosa que protestar una acción y dar un par de yoyas
al cuarto árbitro, en plan perdonavidas. Lógicamente, el trencilla le
expulsó del campo (así le caiga una buena sanción), que no del estadio.
Que no es lo mismo. Simeone se situó en la grada, detrás del banquillo,
donde siguió dando voces, quejándose y yendo de aquí para allá. Y hete
aquí que detrás estaba sentada una joven guapa y de escote generoso.
Como el personal andaba aburrido, convirtió a la chica en trending topic de Twitter
con la etiqueta #ladedetrasdesimeone y, por aquello del minuto de
gloria, al día siguiente la chica pasó de tener 287 seguidores en esta
red social a los 5.000 y pico que acumulaba ayer; ha ofrecido
entrevistas en radios y periódicos; y digo yo que el siguiente paso es
la portada de Interviú. Esto es lo que hay, amigos. Pena, penita, pena.
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