jueves, 4 de diciembre de 2014

Pare su coche en el arcén

el otro día circulaba con mi coche por la variante de Donostia cuando me adelantó un vehículo que hubiera pasado desapercibido si no fuera porque encima de la puerta del copiloto llevaba una sirena encendida (con luces pero sin sonido, por cierto). De esas que vemos en las pelis de detectives de los USA, vamos. Mi primera reacción fue pensar que era algún pequeño Nicolás guipuzcoano que se dirigía, qué se yo, a las oficinas de la Real en Anoeta a negociar un contrato para incorporarse al staff técnico de Aperri. Vete tú a saber. El caso es que, picado por la curiosidad, seguí desde una distancia prudente las maniobras del misterioso coche. Al cabo de unos segundos adelantó a otro vehículo y poco después se situó delante de él con la intención de que rebajara la velocidad y se detuviera en el arcén. Como la variante es larga larga, me dio tiempo a observar cómo del misterioso coche se bajaba un armario enfundado en un uniforme de la Ertzaintza. No pude seguir más la secuencia, pero supongo que aquel tipo le impuso al conductor una receta de aúpa. Una multa así, con semejante despliegue de medios, tiene que acojonar. Debe ser el top de las sanciones. Se ve que hay una escala entre enviar a casa la fotito de la matrícula que saca el radar y que te paren en el arcén cual delincuente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario