la frase es de Ane Gabarain, Maritxu en la serie Allí abajo,
pero podría salir de la boca de cualquier amatxo que supere los 60
tacos. Le cuentas que vas a hacer una caminata de seis horas por el
monte y te suelta con un poso de pesadez un “¡Qué necesidad, chico!”
para el que no tienes preparada una respuesta. Y donde dices una
caminata, pon una carrera en el encierro de sanfermines, subir en bici
al Tourmalet o cualquier iniciativa, casi siempre deportiva, que entrañe
un puntito de riesgo. ¿Qué necesidad hay de hacerlo?, viene a decir. ¿Para qué semejante esfuerzo? Allí abajo está plagado de los tópicos que triunfaron en Ocho apellidos vascos
y aporta nuevos lugares comunes llevados al extremo. Retratos de la
vida cotidiana como el de Iñaki (Jon Plazaola) el protagonista, que
llega a la cafetería del hospital sevillano en el que está ingresada
amatxo (sin artículo, aquí hablamos sin artículos) y lo primero que hace
al entrar es recoger unos vasos de una mesa y llevarlos a la barra del
bar. Costumbre sana donde las haya que algunos también practicamos lejos
de la ficción de la caja tonta. Si reír es una buena terapia para
olvidarnos de los problemas del día a día, Terol, Gabilondo y compañía
nos arrancan varias carcajadas en poco más de una hora de televisión.
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