sábado, 16 de mayo de 2015

La campaña (III)

Andan los partidos políticos disfrutando durante dos semanas de sus días de vinos y rosas, en pleno frenesí de mítines, paseos, visitas a empresas, reparto de rosas y demás menesteres propios de una campaña electoral. Son jornadas de cálculos, de hacer las cuentas de la lechera, de cuántos junteros o concejales saldrán de las urnas. Si se peca por defecto, a un miembro de la lista que va de relleno le cae un caramelo envenenado. Si, por el contrario, se peca por exceso, te llevas un chasco. Chasco rima con Gasco, protagonista hace cuatro años de una pirueta digna del Circo del Sol. El hoy candidato a alcalde de Donostia figuraba entonces en el décimo puesto de la lista que encabezaba Odón Elorza. El PSE tenía once concejales, así que pensaron aquello de repetir o superar el resultado de 2007. Pero hete aquí que lograron siete ediles. No había hueco para Gasco, así que, en un triple salto mortal con tirabuzón, renunciaron varios compañeros para que el portavoz de los socialistas no se quedara sin silla en Ijentea. Por el contrario, Miguel Buen, Txarli Prieto y José Antonio Pastor, candidatos a diputado general en Gipuzkoa, Araba y Bizkaia, respectivamente, salieron elegidos pero no llegaron a tomar posesión de su cargo. Cálculos no previstos del partido se llama.

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