jueves, 24 de septiembre de 2015

100.000 euros

hay cláusulas de los contratos que las carga el diablo. Que se lo digan a la Real que, cuando a finales de agosto acordó con el Granada la cesión de Oier Olazabal, firmó en la letra pequeña que abonaría 100.000 euros al club nazarí si alineaba al portero cuando jugara contra el equipo andaluz. La carambola se dio el martes. Con Gerónimo Rulli sancionado y el Granada como rival, la Real tenía dos opciones para cubrir la portería: dar la alternativa al tercer portero, Ander Bardají, o mantener como titular a Olazabal y pasar por caja. La Real pasó por caja y pagó 100.000 euros. Por si no le dice nada la cantidad, 16 millones de pesetas de las de antes. Oro puro para cualquier club guipuzcoano de elite que no sea la Real. Ingresan un Bera Bera, un Ordizia, un Iraurgi o un Orio esos 100.000 euracos y brindan con champán durante una semana entera. Por poner un ejemplo, para un club como el IDK UPV, de la Liga Femenina de baloncesto, 100.000 euros equivalen casi a la mitad de su presupuesto para toda la temporada. El fútbol, definitivamente, se mueve en otra galaxia. En el camino por lograr tres puntos, no importan los ceros. Si hay que tirar de chequera, se tira. Todo es cinco estrellas. Hasta el alojamiento del entrenador.

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