viernes, 5 de febrero de 2016

Eso es todo, amigos

al caloret de la precampaña a las últimas elecciones municipales, María Rita Barberá (o el subordinado o subordinada que le llevaban la cuenta de Twitter) escribió el 21 de marzo de 2015: “Creo en la dignidad de la política: en 24 años en el Ayuntamiento no he visto más que personas decentes y políticos honrados”. Solo le faltaba de remate el “¡Yo te quiero, Rita, coño!”, de Rajoy para redondear la frase. A la vista de la corruptela en masa que se está destapando en la operación Taula contra el PP del Consistorio valenciano, la duda es si había una sola persona y un solo político del entorno de doña Rita que fuera honrado. Los trajes de Camps son un juego de niños en comparación con la enésima trama urdida en el PP de Rajoy, ese hombre de Estado que ayer, parafraseando al mítico El Puerco Porky y su “eso es todo, amigos”, dijo: “Esto se acabó y ya no se pasa por ninguna”. Lo dice ahora que la corrupción se ha convertido en un problema estructural que corroe a su partido. Lo dice después de que decenas de cargos del partido se lo hayan llevado calentito, a veces exhibiendo una arrogancia chulesca. Lo peor no es ya que se creyeran impunes, lo peor es que, como los delitos económicos tienen penas de Segunda División, no devolverán ni un solo céntimo de euro de lo que han malversado, ergo, robado.

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