viernes, 19 de febrero de 2016

Montañismo a buen recaudo

La fundación museo del montañismo vasco busca reunir documentos, fotos y material de los cien años de historia de esta actividad para mostrarlos en un futuro en un centro abierto al público 

en sus más de cien años de trayectoria, el montañismo vasco ha conocido una larga travesía de fechas históricas, éxitos (también tragedias) en las cumbres más célebres del planeta, viajes a tierras inexploradas y, sobre todo, se ha convertido en un actividad con un enorme arraigo social. Las cuatro federaciones de montaña aglutinan a más de 40.000 miembros, un dato que por sí solo refleja el calado de la afición que hay a subir y bajar montes, o a, simplemente, caminar.
La fructífera trayectoria del montañismo vasco se ha traducido en la publicación de un buen número de libros, pero no existe un centro que durante todo este tiempo haya recopilado, archivado y conservado documentos, material y objetos que expliquen la importancia de esta actividad a las generaciones futuras. Un grupo de veteranos y entusiastas montañeros, encabezados por Txomin Uriarte, ha creado EMMOA, la Fundación Museo Vasco de la Montaña-Euskal Mendizaletasunaren Museoa Fundazioa, que ayer se presentó en el Club Vasco de Camping de Donostia.
La fundación nace con el objetivo de dejar a buen recaudo el patrimonio histórico del montañismo vasco. Coleccionar, conservar, divulgar y exhibir los testimonios es la tarea que se ha marcado el grupo que ha dado forma al proyecto. Y pese a que en su propio nombre se especifica que es un Museo Vasco de la Montaña, la creación de un edificio que repase la historia de esta actividad en Euskal Herria no es precisamente el fin prioritario que persiguen los promotores de la iniciativa. Haciendo bueno el dicho montañero de que lo esencial no es la cima sino el camino, los impulsores de EMMOA buscan reunir documentación gráfica y escrita, piezas históricas, objetos y todo tipo de material que refleje la historia del montañismo vasco.
aranzadi Se trata primero de rescatar el legado del olvido y luego clasificarlo, darle forma y, en último término, mostrarlo al público en un centro por determinar. Una laboriosa tarea que no ha hecho más que empezar y que cuenta con el apoyo de Aranzadi. La Sociedad de Ciencias ha cedido un espacio en sus instalaciones de Donostia para que los miembros de EMMOA almacenen y vayan clasificando el material, y en un futuro, si construye una nueva sede, habilitará una zona para albergar el patrimonio del montañismo vasco. “Nuestra función ahora es difundir el proyecto y sembrar. Hemos empezado ahora a recoger el material y tenemos donaciones y piezas que nos han prometido”, explica Antxon Iturriza, uno de los promotores, que destaca, entre otras, dos joyitas: una recopilación de libros del Himalaya (“probablemente una de las mejores del mundo”), y una colección de 120 brújulas de indudable valor histórico.
Iturriza, gran conocedor de la trayectoria del montañismo vasco, plasmada en su obra Historia sentimental del montañismo vasco, explica que, lamentablemente, “se ha perdido mucho patrimonio. Se han perdido infinidad de cosas y se seguirán perdiendo. Se trata de evitar esa sangría y contar la historia con continuidad”. “Mira esta foto de 1913”, afirma mientras señala una imagen de ese año, de la colección de Antxon Bandres, que muestra a un grupo de mendizales en las campas de Arraba. “Esas personas vestían una ropa, unas botas... ¿Cómo vamos a contar su historia si no tenemos su testimonio?”, afirma.
Un muestrario del legado que atesora el montañismo vasco se pudo apreciar en la exposición Mendia que acogió hace ahora un año el Museo San Telmo. La muestra representaba un sencillo y didáctico recorrido por la trayectoria que marcaron los Espinosa, Bandres, Sopeña, Iriondo, De la Sota, Peña o Zabaleta. Después de varios intentos infructuosos, Uriarte, Iturriza y compañía se han propuesto encauzar ese material y otro tanto que ahora se halla desperdigado o en manos de particulares deseosos de donarlos a un centro que se encargue de su conservación.
apoyos Para ello, cuentan con el apoyo de Aranzadi y Orona Fundazioa, además del decidido respaldo de las federaciones vasca y navarra. Luego llegará el turno de tocar las puertas de clubes, instituciones y empresas. “Es un largo camino cuyo final igual nosotros no veremos”, apunta Iturriza. Una vez creada la fundación y presentado su objetivo, los promotores pretenden formar un equipo de técnicos que resuelvan los problemas que vayan surgiendo con la conservación de fotos, la clasificación de la bibliografía, la difusión del legado por Internet e incluso tareas ligadas con normativas legales y demás.
Este primer paso debería desembocar en la creación de un Centro Vasco de Documentación Alpina que reúna una gran biblioteca especializada, una fototeca, una hemeroteca, un archivo y piezas de valor histórico. Al fondo del camino se encuentra el sueño de levantar un centro que muestre la historia del montañismo vasco. “Es nuestro sueño, y esta es la base sobre la que se puede edificar. El día que haya una posibilidad de crear un museo, el contenido ya estará listo”, augura Iturriza.



emmoa

Objetivos. Adquirir y conservar el patrimonio, transmitir los valores, fortalecer la divulgación y favorecer la accesibilidad del público a sus servicios y contenidos.
Contacto. En la web www.emmoa.eus, en el correo info@emmoa.eus; en el teléfono 659 584 856 y en la dirección
c/ Postas, 19. 01004. Gasteiz.

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