La fundación museo del montañismo vasco busca reunir documentos, fotos y
material de los cien años de historia de esta actividad para mostrarlos
en un futuro en un centro abierto al público
en sus más de cien años
de trayectoria, el montañismo vasco ha conocido una larga travesía de
fechas históricas, éxitos (también tragedias) en las cumbres más
célebres del planeta, viajes a tierras inexploradas y, sobre todo, se ha
convertido en un actividad con un enorme arraigo social. Las cuatro
federaciones de montaña aglutinan a más de 40.000 miembros, un dato que
por sí solo refleja el calado de la afición que hay a subir y bajar
montes, o a, simplemente, caminar.
La fructífera trayectoria del montañismo vasco se ha traducido en
la publicación de un buen número de libros, pero no existe un centro
que durante todo este tiempo haya recopilado, archivado y conservado
documentos, material y objetos que expliquen la importancia de esta
actividad a las generaciones futuras. Un grupo de veteranos y
entusiastas montañeros, encabezados por Txomin Uriarte, ha creado EMMOA,
la Fundación Museo Vasco de la Montaña-Euskal Mendizaletasunaren Museoa
Fundazioa, que ayer se presentó en el Club Vasco de Camping de
Donostia.
La fundación nace con el objetivo de dejar a buen recaudo el
patrimonio histórico del montañismo vasco. Coleccionar, conservar,
divulgar y exhibir los testimonios es la tarea que se ha marcado el
grupo que ha dado forma al proyecto. Y pese a que en su propio nombre se
especifica que es un Museo Vasco de la Montaña, la creación de un
edificio que repase la historia de esta actividad en Euskal Herria no es
precisamente el fin prioritario que persiguen los promotores de la
iniciativa. Haciendo bueno el dicho montañero de que lo esencial no es
la cima sino el camino, los impulsores de EMMOA buscan reunir
documentación gráfica y escrita, piezas históricas, objetos y todo tipo
de material que refleje la historia del montañismo vasco.
aranzadi Se trata primero
de rescatar el legado del olvido y luego clasificarlo, darle forma y, en
último término, mostrarlo al público en un centro por determinar. Una
laboriosa tarea que no ha hecho más que empezar y que cuenta con el
apoyo de Aranzadi. La Sociedad de Ciencias ha cedido un espacio en sus
instalaciones de Donostia para que los miembros de EMMOA almacenen y
vayan clasificando el material, y en un futuro, si construye una nueva
sede, habilitará una zona para albergar el patrimonio del montañismo
vasco. “Nuestra función ahora es difundir el proyecto y sembrar. Hemos
empezado ahora a recoger el material y tenemos donaciones y piezas que
nos han prometido”, explica Antxon Iturriza, uno de los promotores, que
destaca, entre otras, dos joyitas: una recopilación de libros del
Himalaya (“probablemente una de las mejores del mundo”), y una
colección de 120 brújulas de indudable valor histórico.
Iturriza, gran conocedor de la trayectoria del montañismo vasco, plasmada en su obra Historia sentimental del montañismo vasco,
explica que, lamentablemente, “se ha perdido mucho patrimonio. Se han
perdido infinidad de cosas y se seguirán perdiendo. Se trata de evitar
esa sangría y contar la historia con continuidad”. “Mira esta foto de
1913”, afirma mientras señala una imagen de ese año, de la colección de
Antxon Bandres, que muestra a un grupo de mendizales en las campas de
Arraba. “Esas personas vestían una ropa, unas botas... ¿Cómo vamos a
contar su historia si no tenemos su testimonio?”, afirma.
Un muestrario del legado que atesora el montañismo vasco se pudo apreciar en la exposición Mendia que
acogió hace ahora un año el Museo San Telmo. La muestra representaba un
sencillo y didáctico recorrido por la trayectoria que marcaron los
Espinosa, Bandres, Sopeña, Iriondo, De la Sota, Peña o Zabaleta. Después
de varios intentos infructuosos, Uriarte, Iturriza y compañía se han
propuesto encauzar ese material y otro tanto que ahora se halla
desperdigado o en manos de particulares deseosos de donarlos a un centro
que se encargue de su conservación.
apoyos Para ello, cuentan
con el apoyo de Aranzadi y Orona Fundazioa, además del decidido respaldo
de las federaciones vasca y navarra. Luego llegará el turno de tocar
las puertas de clubes, instituciones y empresas. “Es un largo camino
cuyo final igual nosotros no veremos”, apunta Iturriza. Una vez creada
la fundación y presentado su objetivo, los promotores pretenden formar
un equipo de técnicos que resuelvan los problemas que vayan surgiendo
con la conservación de fotos, la clasificación de la bibliografía, la
difusión del legado por Internet e incluso tareas ligadas con normativas
legales y demás.
Este primer paso debería desembocar en la creación de un Centro
Vasco de Documentación Alpina que reúna una gran biblioteca
especializada, una fototeca, una hemeroteca, un archivo y piezas de
valor histórico. Al fondo del camino se encuentra el sueño de levantar
un centro que muestre la historia del montañismo vasco. “Es nuestro
sueño, y esta es la base sobre la que se puede edificar. El día que haya
una posibilidad de crear un museo, el contenido ya estará listo”,
augura Iturriza.
emmoa
Objetivos. Adquirir y conservar el patrimonio, transmitir los
valores, fortalecer la divulgación y favorecer la accesibilidad del
público a sus servicios y contenidos.
Contacto. En la web www.emmoa.eus, en el correo info@emmoa.eus; en el teléfono 659 584 856 y en la dirección
c/ Postas, 19. 01004. Gasteiz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario