viernes, 27 de mayo de 2016

Maracaná Sancti Spiritu

son apenas 53 segundos de grabación, pero condensan como pocas veces porqué por estos pagos vivimos y disfrutamos el deporte sin necesidad siquiera de calzarnos unas zapatillas. Hablo de las imágenes grabadas el pasado domingo por un cámara en el instante en el que Kilian Jornet y el suizo Marc Lauenstein afrontaban la ya mítica subida de Sancti Spiritu en la maratón Zegama-Aizkorri. Bajo la lluvia, el frío y el viento, cientos de espectadores hicieron un pasillo humano para dar calor a Jornet, Lauenstein y el largo pelotón de 500 corredores que participaron en la prueba. El periodista (y corredor) catalán Albert Jorquera ha definido el paso por Sancti Spiritu como el “Maracaná de las carreras de montaña”, y el mismísimo diario L’Equipe también hace referencia al mismo en su web y muestra el vídeo en cuestión, que ayer sumaba más de 800.000 visitas. La secuencia es un compendio de lo mejor que representa el deporte: dos atletas en pleno esfuerzo, cientos de personas animándoles y un grupo de voluntarios (al arrancar la cuesta hay un avituallamiento) velando por el buen discurrir de la carrera. La estampa sucedió en la Zegama-Aizkorri pero se repite casi cada semana. Cuando nos regalan los oídos diciendo que somos la mejor afición del mundo (aplicable también al ciclismo) no es un cumplido.

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