un partido como el PSOE,
que tiene en la rosa uno de sus símbolos, debería recetarse las Flores
de Bach, las pócimas creadas por Edward Bach a principio del siglo XX.
Los mejunjes del homeópata inglés tal vez funcionen como antídoto tras
un fin de semana de agitación. Bach ideó 38 preparados naturales
elaborados con flores silvestres y de cultivo que se diluyen en brandy y
que sirven para tratar los trastornos emocionales. He aquí un brebaje
para algunos de los protagonistas del culebrón del número 70 de la calle
Ferraz (aplíquense de dos a cuatro gotas debajo de la lengua). Pedro
Sánchez necesita una dosis de chestnut bud (brote de castaño),
un remedio para quien “repite sus errores, porque no reflexiona sobre
ellos ni aprende de sus experiencias”. A Susana Díaz le va como anillo
al dedo el concentrado conocido como vine (vid): “Avidez por el poder. Dominador. Pequeño tirano”. Felipe González debería tomar chicory (achicoria):
“Sobreprotege a sus seres queridos y los domina mediante una
manipulación excesiva. Espera la devoción de los que sobreprotege y
cuando no la obtiene se siente víctima. Después los persigue,
criticando”. Y la última pócima, beech (haya), para personajes
como Rodríguez Ibarra: “Tiende a criticar despiadadamente. No soporta
las ideas y costumbres diferentes a las suyas. Es arrogante”.martes, 4 de octubre de 2016
Flores de Bach socialistas
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