viernes, 16 de diciembre de 2016

Receta rancia

los finos analistas del FMI aterrizaron el martes en Madrid y ofrecieron una de esas rancias recetas económicas que acostumbran. A saber. Pidieron al Gobierno de Rajoy que suba el IVA, que revise el gasto en educación y sanidad y que se moderen los salarios. Bingo. Empecemos por el final. Los sueldos difícilmente se pueden moderar porque mayormente están congelados o a la baja. Benditos sean aquellos que han visto cómo en los últimos ocho años ha crecido su poder adquisitivo porque ingresan más pasta en la nómina. El FMI, especialista en prostituir el lenguaje, no habla de incrementar el IVA sino de “reducir progresivamente las exenciones y la subida gradual de los tipos reducidos” de este impuesto. En román paladino, quiere que se eleve del 10% al 21% el IVA que se paga en bares y restaurantes. Los discursos del FMI son como los de la jerarquía eclesiástica: hay que leerlos tres veces para entenderlos. Sigamos con el nada inocente lenguaje que utiliza el FMI, que cuando se refiere a educación y sanidad no habla de inversión sino de gasto. Por supuesto, en su análisis no dedica ni una línea a reducir el gasto militar (por ejemplo) o a subir los impuestos a las rentas más altas o a gravar más la riqueza. Ni Pamplona, oiga.

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