jueves, 12 de enero de 2017

Gipuzkoa, de cima en cima

MAIKEL MATIAS, UN ANDOIANDARRA DE 29 AÑOS, COMPLETA EN EL MURUGAIN LA ASCENSIÓN EN TRES AÑOS A TODAS LAS CUMBRES DE GIPUZKOA QUE INCLUYE EL CATÁLOGO DE CIMAS DE EUSKAL HERRIA 

Hay quien colecciona soldaditos de plomo, quien acumula marcas de latas de cerveza, quien es fan de los dedales, los cromos, los búhos de miniatura o las portadas de periódicos. Maikel Matías, Mati, un joven de Andoain de 29 años, colecciona cimas de montes. En los tres últimos años ha dedicado sus ratos libres a subir y bajar las 112 cumbres de Gipuzkoa del Catálogo de Cimas de Euskal Herria de 2014.
El reto que arrancó el 15 de diciembre de 2013 en el Adarra, al lado de su casa, concluirá mañana en Arrasate cuando, si la lluvia y la nieve lo permiten, alcance la cumbre del Murugain, de 776 metros. Una larga lista de familiares y amigos le acompañarán en su enésima excursión por Gipuzkoa, precisamente en el día de su cumpleaños. Culminado el objetivo, se reunirán luego a comer en el gaztetxe de Andoain y, a los postres, Matías hablará sobre su experiencia y mostrará un vídeo que ha preparado junto a David Arretxe, compañero de trabajo y apasionado como él de la montaña.
La proyección incluye imágenes de todas las cimas que ha coronado, ya que no ha habido salida en la que no portara su cámara Go-Pro. Unas imágenes que ahora pretende mostrar en un canal de Youtube. “Fue una venada”, responde Matías cuando se le pregunta por qué se puso como desafío pisar el centenar largo de cumbres. Buceando en Internet dio con el Catálogo de Cimas de Euskal Herria, y se planteó subir a todas sin más ambición que grabar imágenes en cada una de ellas. Empezó en el Adarra y poco a poco fue tachando nombres en la colección. Matías fue alternando cimas populares como Buruntza, Erlo, Txindoki, Udalatx, Aizkorri o Uzturre con otras más desconocidas como Otsabio, Zaburu, Leuneta y Azketa. Muchas veces realizaba la excursión con su inseparable Eros, un cariñoso boxer, otras con amigos, y a menudo por la tarde, tras acabar su trabajo como técnico de una empresa especializada en calefacción y agua caliente.
Amén de descubrir mil senderos y procurar ascender los montes por una vertiente y bajar por otra, la experiencia le ha servido a Matías para conocer Gipuzkoa en profundidad. No hay comarca que no haya pisado durante estos meses en los que no ha planificado las salidas con mucha antelación sino que “las hacía según el tiempo que tuviera disponible”. Casi siempre atacaba una cima por día, aunque en algunas jornadas llegó a encadenar hasta cinco.
momentos duros La travesía no ha sido, sin embargo, un camino de rosas en el plano personal. A mitad de reto, Matías perdió a su novia, que falleció tras sufrir un cáncer. Tras pasar unos duros momentos, el monte fue una vía de escape para este joven que acostumbra a visitar con frecuencia los Pirineos y Picos de Europa. De las cimas de casa, se queda con el Txindoki, el Aizkorri y el Balerdi (“que es una locura de monte”), “aunque cada cumbre tiene su esencia. Depende del día también”. “A veces no somos conscientes de qué maravilla de montes tenemos al lado de casa”, apunta.
Culminado el objetivo de ascender a todas las cumbres de Gipuzkoa, desde hace un tiempo ha iniciado otro proyecto: subir todas las cumbres más altas de cada provincia del Estado. De momento ya ha ascendido las de Navarra, Bizkaia, Araba, Burgos, Granada, Huesca, Asturias, Palencia, Cantabria, Salamanca, Cáceres, Guadalajara y, cómo no, Gipuzkoa. Con una particularidad, cada vez que sube a una de estas cimas lleva en la mochila algún producto característico del territorio. Así que al pico San Millán (Burgos) subió cargado de morcillas, y a San Lorenzo (La Rioja) se llevó... una bota de vino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario