jueves, 29 de junio de 2017

Previsiones

El otro día Aemet del País Vasco presentó en una rueda de prensa las previsiones meteorológicas para este verano. Si no me falla la memoria, creo que repite este mismo acto al comienzo de cada una de las estaciones del año. Cuando leo las previsiones meteorológicas, me recuerda a las proyecciones económicas que publican instituciones públicas, bancos y entidades financieras. Nos anuncian lo que está por venir, pero luego nadie se preocupa de contrastar si se cumplen los buenos, malos o regulares augurios que en su día lanzó tal Cámara de Comercio, tal sindicato o tal banco. Con Aemet, no digo que suceda algo parecido, que también, sino que las previsiones que realiza son un brindis al sol. Anunciar que en julio y agosto de este año “se esperan más precipitaciones de lo normal” y que el verano será cálido, “con temperaturas normales para este época del año o algo más altas de lo habitual”, como señalaron en su comparecencia, no deja de ser una “boutade”. Está demostrado que un pronóstico meteorológico que tenga cierto grado de fiabilidad no va más allá de siete o diez días. O sea, que es complicado saber qué tiempo vamos a tener dentro de quince días, por ejemplo. Así que predecir si en agosto lloverá mucho o poco resulta complicado, y no te digo ya saber si en fiestas de tu pueblo reinará el sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario