FERNANDO LOPETEGI
COORDINADOR DE REALIZACIÓN DE DEPORTES EN ETB
“El remo es un producto televisivo muy potente
y La Concha ha sido como recibir un Óscar”
ZARAUTZ - Accedió al canal público en junio de 1983, se estrenó como realizador en 1985 y desde 1990 es el coordinador de realización de Deportes del departamento artístico de ETB. Ha pilotado desde las unidades móviles los directos de ciclismo, pelota, remo, pelota, herri kirolak, fútbol y un largo etcétera de deportes desde su estreno en 1985 en un Real-Barça en Atocha. Ha cubierto todas las vueltas al País Vasco desde 1988 hasta hace dos años, todos los mundiales de pelota, salvo el de Iruñea; los Juegos Panamericanos para ABC Sports y revolucionó el universo de la pelota cuando en los 90 propuso que se pintaran los frontones de verde. De la mano de los clubes, ha revolucionado también las retransmisiones de remo, que tuvieron su máxima expresión en las espectaculares imágenes que ofreció ETB en la segunda jornada de la Bandera de La Concha.
¿En alguna ocasión había tenido una retransmisión de remo la repercusión que tuvo la de la segunda jornada de La Concha?
-Ha habido algunas otras regatas de La Concha, como la de 1998, que empezamos un domingo y acabamos unos días después. Y hemos retransmitido otras regatas como una en Noja que al final se medio suspendió, con una trainera gallega surfeando en una ola. Pero es la primera que tenemos con esta repercusión mediática.
El eco de las redes sociales ha amplificado la repercusión de las imágenes.
-Muchísimo. Al final de la retransmisión mostramos un vídeo que editó Aitor Rico. Lo puse en las redes sociales y llevaba más de 20.000 visualizaciones. A mí mismo me llegó por WhatsApp el vídeo que me mandó un amigo desde Málaga.
Pese a las malas condiciones del mar, fue una retransmisión impecable.
-Quedó una retransmisión razonablemente impecable. No hubo grandes errores ni fallos técnicos. Todo el equipo se puso más que las pilas, aunque hubo que rehacer estrategias y cambiar cosas, porque se barajó suspender la regata. Por ejemplo, con el operador del catamarán, que lleva una máquina que vale 400.000 euros, teníamos que decidir hasta dónde salía desde el puerto. Le dije que se colocara al abrigo de las olas y sabía que, por su posición, íbamos a tener imágenes en las que las olas parecen más grandes. O el helicóptero, por ejemplo, no sabíamos si aguantaría sin repostar si se retrasaba mucho el inicio de las regatas. Al final aguantó porque el viento que tuvimos hizo que consumiera menos combustible.
¿Cuántas personas trabajan en una retransmisión de remo?
-En la Bandera de La Concha unas 50, y en el resto de regatas unas 30-35.
Es un trabajo de mucha tensión.
-Sí, porque tomas decisiones en décimas de segundo. Haces un plan de trabajo, pero luego hay que hacer cambios porque surgen problemas. Y tienes que decidir entre un porrón de imágenes.
A veces no es su única retransmisión del día.
-Hemos llegado a hacer hasta cuatro retransmisiones en un día. La gran diferencia de La Concha con el resto de banderas es que son 2.700 metros de regata y las distancias que cubrimos desde tierra son muy lejanas. Todo está lejos. Y, además, a partir de los primeros 700 metros, los dos kilómetros restantes solo los puedes cubrir con catamarán, helicóptero y minicámaras. Como el catamarán no salió, solo teníamos el helicóptero, las minicámaras, que se esconden debajo de las olas y se pierde la señal, y un cámara en el Aquarium, Iñaki Alduntzin, que hizo lo indecible para que el viento no le moviera la cámara. Dos kilómetros que cubrir con dos cámaras. Es complicadito y en cada momento hay que estar muy concentrado. Todo el verano hemos estado el mismo equipo de trabajo, liderado por el jefe técnico Iñaki Rementeria, y eso facilita la labor. Con esa base, todo va más rodado. Por ejemplo, mi ayudante, Jone Hernández, con solo 22 años, es una fenómena. Y con G93 (la empresa que se encarga del GPS), con Kepa Saenz al frente, lo mismo. Además, la estructura de la Liga ACT hace que La Concha sea más fácil de retransmitir. El remo antes era un reino de taifas en cada pueblo. Cada bandera se organizaba como a cada club le daba la gana. Ahora las decisiones se toman más fácil porque los clubes están habituados a reunirse cada semana. Hemos madurado todos. Desde que se creó la Liga, hemos madurado y hacemos un producto televisivo y deportivo muy potente. La Concha nos ha dado el banderazo final, el reconocimiento final, ha sido un Óscar al trabajo de todos: ETB, remeros y remeras, clubes, etc.
Con el GPS, la ‘foto finish’ y la televisión se han acabado las eternas polémicas del remo.
-Efectivamente. Este año hemos ampliado la colaboración con G93. Al vídeo finish le hemos puesto una cámara nuestra de calidad, de ahí que la calidad de imagen que reciben los jueces sea muy buena. Para el año que viene ya tenemos pensadas más sorpresas, algunas bonitas.
¿Se puede innovar aún más en el remo?
-Sí, sí. En las retransmisiones de los grandes premios de motos, que es el equipo de televisión que más y mejor innova, ya tienen minicámaras que mantienen el eje del horizonte. Imagínate esas mismas olas de La Concha que mantuvieran el eje del horizonte a pesar del oleaje. Que no varíe el horizonte y veas cómo la trainera va para arriba y para abajo mientras se mantiene el horizonte. Estoy también muy empeñado en el tema de las corrientes. Tenemos datos del viento, del tamaño de las olas, etc., pero nos faltan datos de las corrientes que dicen que tanto influyen. ¿El problema de Hondarribia en Portugalete fue la corriente o se equivocaron ellos? Si podemos manejar ese dato y ofrecerlo, sería la releche hacerlo con infografía en tiempo real.
¿Una retransmisión es mejor cuando tienes más medios?
-No. Hacemos retransmisiones de cesta punta con tres cámaras. Con esa base y una repetición, el resto son adornos en favor del espectáculo. Pero luego hay que ver el rendimiento. No puedes tener a una persona trabajando 35 horas a la semana para un producto que te da un share del 0,2%.
Remo, pelota, ciclismo... Donde mejor se ven es en el sofá de casa. Han acostumbrado al espectador a presenciar unas buenas retransmisiones.
-En la pelota damos el do de pecho en las finales. Y en ciclismo no podemos llegar a los niveles del Tour o la Vuelta porque trabajamos con un avión y un helicóptero mientras ellos tienes tres aviones, dos helicópteros, uno de ellos solo para hacer paisaje, cinco motos.... Una televisión pequeña como la nuestra no se puede permitir dispendios en los gastos de producción. Las regatas nos cuestan dinero pero dan muy buen resultado.
¿En la pelota también hay margen de mejora?
-Sí, pero en la pelota el margen de mejora tiene que venir primero por parte de las empresas, de cómo organizan los eventos. Los partidos de pelota se podrían ver y escuchar como se ve y se escucha ahora el rugby en el Seis Naciones. Bastaría con poner un micrófono al juez de cancha y otro micro a los botilleros, a los entrenadores, como en el remo que oímos al patrón o en el baloncesto a los entrenadores, o como se hace en el rugby con el árbitro. Pero es algo que tiene que partir de las empresas porque tienen que cambiar la normativa y solo ellas tienen el poder de hacerlo. Son dueñas de su propia competición y no deben ninguna explicación a la federación. Del mismo modo que han prohibido botar la pelota contra la pared una vez elegida, algo que reclamábamos desde hace 20 años porque ralentizaba mucho el juego. Los cambios deben venir por ahí, y luego técnicamente nosotros aportaremos novedades. Visualmente, la pelota es mejorable
Pasará a la historia por ser la persona que propuso pintar los frontones de verde. Las nuevas generaciones creen que siempre han sido verdes.
-Hay gente que no tiene ni idea de qué supuso aquello. Qué costes personales, sufrimiento y discusiones tuvo todo aquello. El primer frontón que se pintó de verde fue en Cuba para los Mundiales y luego en Barcelona para los Juegos Olímpicos. La primera retransmisión con frontón verde fue en el Jai Alai de Benidorm, un Genovés-Martinikorena. Verde con pelota blanca. Aquí, una vez que se pintó el frontón de Anoeta de verde, gracias entre otros a Javier Carballo, el resto también lo hicieron.
El azul en los frontones no ha funcionado.
-Es que aquí levantas la vista y todo lo que nos rodea es verde. Los vascos estamos más habituados a enmarcarlo todo en verde. En el Mediterráneo puede ser en azul. Mientras la pelota tenga contraste, puede funcionar el azul. El granate en la pared izquierda también funcionaría, pero es cuasiviolento. Se hace extraño. Y el verde no. El asunto es que contraste. Ahora emitimos en HD, pero enseguida llega el sistema 4K y luego el 8K, que están usando los chinos para ofrecer la Liga española. La calidad es increíble. Se ven hasta las arrugas de los presentadores. He visto las retransmisiones de motos con las imágenes de la supercámara en 4K y se ven todas las gotas de lluvia cayendo en el casco de Valentino Rossi, una a una. La calidad es tremenda.
Entiendo entonces que la pelota se puede hacer más atractiva.
-Todo pasa porque los partidos tengan menos paradas, más ritmo y en cómo organizar los campeonatos por rankings. Eso lo saben bien las empresas. El ejemplo es la Liga ACT, que ha sabido conjugar los cambios en la reglamentación y en la organización, y tener a un personaje clave como Iñaki Mikeo, que consiguió que todo eso se convirtiera en un producto televisivo. El herri kirolak también podría ser más atractivo. Mucho más. Y hay un nicho de gente a la que le gusta ver herri kirolak. Pero los cambios que se hacen son patéticos, muy poquita cosa. Seguimos con cosas igual que hace 20 años.
Al margen de lo televisivo, ¿ve un buen futuro al remo? Choca que esté gestionado profesionalmente y, sin embargo, los protagonistas son aficionados que no viven del deporte.
-Se necesita mucho dinero y al final es un deporte que compite tres meses. Son muchas personas las que mueve un club. Si tuviéramos cobertura y este producto lo vendiéramos a Eurosport o Movistar, por ejemplo, con ese dinero entrarían sponsors. Si entra más dinero puedes pagar a los remeros y entrenadores. Pero si solo hay cobertura televisiva en Euskadi, es complicado vender el producto. Eurosport nunca lo ha dado, aunque sí ha emitido pequeños reportajes. Pero es que, además, el remo tiene el atractivo físico de los remeros y las remeras, un activo importante para vender el producto más allá de nuestras fronteras.
¿Deportivamente a la pelota también le ve buen futuro ahora que llega un cambio de generación?
-Sí, pero es más complicado. Las audiencias no van para arriba. Hay mucha competición y nosotros somos una televisión de un país de dos millones de habitantes que ofrece esos deportes en el idioma minoritario. ¿Cómo consigues gente que te aporte ingresos? Y somos los únicos que pagamos por ofrecer pelota. El futuro es complicado por mucho que haya una nueva generación. Y la estrategia no se puede dirigir únicamente a la apuesta. Me parece lamentable que con los partidos de pelota estemos haciendo que este país sea más ludópata. Pero la pelota sigue siendo un producto vendible, aunque tal vez haya que innovar también en los soportes publicitarios.
“Lopetegi es un trabajador incansable”
Fernando Lopetegi sigue al detalle la trayectoria de su primo, actual seleccionador de fútbol
Fernando Lopetegi sigue a distancia pero al detalle la carrera de su primo Julen Lopetegui. Primero como jugador y luego como entrenador, principalmente en el Oporto y en el combinado español. “Es un profesional, un crack que vive solo por el fútbol. Si el día tiene 24 horas, las dedica todas la fútbol, y si tuviera 25, las 25, y 30, las 30. Es un trabajador, un estajanovista, y con unos conocimientos técnicos importantes. Cree en determinadas cuestiones, las lleva a la práctica y le dan la razón”, asegura. Fernando Lopetegi recuerda que el exguardameta fue el primero de su promoción entre 400 aspirantes al carnet de entrenador, y que en su paso por el Oporto, pese a que fue despedido en la segunda temporada, firmó mejores números que José Mourinho. Y no duda en que la selección completará un buen papel el próximo junio en el Mundial de Rusia.
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