El martes, a media mañana, mantuvimos un animado debate-discusión en un grupo de WhatsApp. El Zinemaldia anunció la concesión del segundo Premio Donostia de esta edición a la actriz francesa Marion Cotillard, y uno de los miembros del grupo, entusiasmado, exclamó: "Wow. Casi nada". Por aquello de animar el cotarro, y fruto de mis limitados conocimientos sobre cine, contesté: "He tenido que recurrir a Google". Que es algo que me pasa a menudo con actores y actrices. A sus nombres no les pongo cara. No seré quien discuta el Premio Donostia a la intérprete francesa. Si quienes saben del asunto dicen que es merecidísimo, no se hable más. Se ha quedado, además, una jornada inaugural incomparable, como el marco. Marion Cotillard recibirá el galardón y el cineasta chino Zhang Yimou inaugurará la Sección Oficial del festival con la película Yi miao zhong (Un segundo). Que tampoco sé mucho de Zhang Yimou, pero me fío del colega Harri Fernández. Hace unos meses le comenté que me cuesta digerir el cine asiático y me recomendó un par de películas del director coreano Bong Joon-ho. Una vez vistas, le alabé el gusto. Así que en nada preparamos la alfombra roja de reciclaje para que desfile Marion Cotillard... si es que hay desfile.
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