El Tour siempre se guarda alguna sorpresa en su presentación oficial. Conocidas desde hace semanas las dos primeras etapas (Bilbao-Bilbao y Gasteiz-Donostia) y parte de la tercera (Amorebieta-Baiona), ayer se supo que habrá una cuarta jornada con una pequeña incursión en las carreteras de Euskal Herria. La tercera etapa transcurrirá por toda la costa guipuzcoana (subida a Igeldo por Orio incluida), más de 60 kilómetros con un paisaje que es una delicia para la vista. Superado Irun, el pelotón se adentrará en Iparralde por la Corniche, para luego seguir por Senpere, Ahetze y Arbona hasta Baiona. La punta de la Corniche más cercana a Sokoa es otra de esas zonas que disfrutas con los cinco sentidos, como si te teletransportaras en un instante a cualquier acantilado de Irlanda o Gales. El caso es que la sorpresa llegó ayer en la quinta etapa (Pau-Laruns), la primera en los Pirineos, ya que durante un buen rato transcurrirá por tierras de Zuberoa. Será en la subida al Soudet por Urdatx-Santa Grazi, un lugar conocido sobre todo porque se encuentran las turísticas gargantas de Kakueta. Una zona muy próxima a Irati, territorio que tarde o temprano visitará el Tour porque esconde algunos de los puertos más desconocidos y bonitos de este país.
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