En el océano de películas, series y documentales que ofrecen las plataformas, la cantidad predomina sobre la calidad, pero, en ocasiones, si te disfrazas de Jack Sparrow encuentras algún tesoro. La serie The newsreader es una de esas joyitas que merece la pena. Son dos temporadas (habrá una tercera), se emite en Cosmo y en Filmin, y aborda el día a día de los servicios informativos de un canal de televisión de Melbourne en los 80. Las series sobre periodismo y periodistas casi siempre tienen tirón. A quienes, como en mi caso, sólo hemos ejercido el oficio en la prensa escrita, los directos de televisión nos aterran. Supongo que, como todo, ese aplomo ante las cámaras se consigue con mucho trabajo y toneladas de experiencias. O, vaya usted a saber, igual viene en los genes. Aplomo tienen de sobra los dos protagonistas, los presentadores Helen Norville y Dale Jenings, sobre los que pivota una historia que no rehúye ningún debate. A través de informaciones relevantes que sucedieron en los 80 (la explosión del Challenger, las muertes por el sida, Chernóbil, el bicentenario de Australia y las reivindicaciones de los aborígenes) se construye un relato en el que se entremezclan rivalidades entre periodistas, relaciones amorosas y homosexuales, drogas... siempre con la televisión y los frenéticos informativos como telón de fondo de una época en la que ya existía el teleprónter, pero Internet estaba en pañales.
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