Terry Erlank, un tipo del que apenas sabemos que vive en Sudáfrica, tiene 72 años y cara de bonachón, es el protagonista de un vídeo (disponible en Youtube) que lleva por título El supremo optimista. Son apenas nueve minutos y 40 segundos. La música suave que se escucha de fondo se entremezcla con las frases que va soltando Terry. Según las va soltando, le quieres un poquito más. “Soy un hombre con una pierna y una sonrisa en su rostro”, dice el bueno de Terry al poco de comenzar el vídeo, cuando descubrimos que se mueve en una silla de ruedas y le falta una pierna. “Mi vaso está siempre tres cuartas partes lleno o rebosante”; “prefiero estar feliz con una pierna que gruñón con dos piernas”, sigue contando mientras nos muestran cómo se desplaza por su casa o cuida su huerto. Explica que perdió una de sus extremidades tras sufrir una angina de pecho y tira de humor negro (“Tengo una pierna más que el tipo que no tiene ninguna”), antes de soltar otra de esas frases que te invitan a reflexionar: “Sea lo que sea que te está pasando, tienes que ver el lado bueno de las cosas”. Terry, en fin, asegura que ha vivido el doble de años que su padre, “un milagro”, y confiesa que tiene suficiente dinero para las dos únicas cosas que necesita en esta vida: comida y helado.
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