En el verano de 2008, los italianos Franco Nicolini y Diego Giovannini ascendieron las 82 cimas de los Alpes que superan los 4.000 metros en solo 60 días. No recurrieron a ningún medio motorizado para completar el reto. Se movieron a pie, en bicicleta o con esquís hasta totalizar 1.100 kilómetros andando, con sus correspondientes 74.800 metros de desnivel positivo (cuesta arriba, para entendernos) y 17.150 kilómetros en bicicleta. No fueron los primeros en ascender a todos los cuatromiles, pero sí los que invirtieron menos tiempo. El fallecido Ueli Steck realizó el mismo desafío en 2015, también sin usar ningún medio con motor y tardó un par de días más (62). Kilian Jornet, un portento físico y mental, le ha dado una vuelta al asunto y lleva desde el 13 de agosto sube que te sube, y baja que te baja, cuatromiles. Arropado por un equipo médico y logístico, se ha convertido en una especie de cobaya humana: quiere comprobar hasta qué límites puede exprimir su cuerpo y su mente. En solo doce etapas ha ascendido 59 cumbres, que no son precisamente tan sencillas como subir al Adarra. Incluso se ha permitido el lujo de parar un día a descansar (duerme 4-5 horas diarias). No lo ha confesado, pero es vox populi que acabará subiendo los 82 montes. Solo falta saber en cuánto tiempo lo hará.
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